Para utilizarlas como mascotas, rituales religiosos o hasta productos afrodisíacos, autoridades han identificado mercados en los que se puede pagar hasta ¢1 millón por un jaguar en partes, según fiscal ambiental
01/06/25 | 08:02am
El tráfico de vida silvestre se posicionó como el tercer delito ambiental más denunciado en 2024, solo por detrás de los delitos forestales y de minería. Esta actividad ilícita representó el 10,19% de las 2.345 denuncias que recibió el Poder Judicial en materia ambiental durante ese año.
Así lo reveló el fiscal ambiental Luis Diego Hernández en el programa Nuestra Voz, donde también informó que se registraron 174 aprehensiones relacionadas con delitos contra la vida silvestre. Además, del total de 7.000 asuntos atendidos por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), un 23% estuvieron vinculados con infracciones a la Ley de Vida Silvestre.
Para el fiscal, el nexo entre el narcotráfico internacional y el tráfico de especies silvestres ha dado pie a un nuevo patrón delictivo, en el que estructuras criminales transnacionales ven en este comercio ilegal una vía lucrativa para diversificar sus operaciones. Este fenómeno representa una amenaza no solo para la biodiversidad, sino también para la salud pública.
Las autoridades han identificado al menos 17 mercados internacionales —en países como Canadá, República Checa y China— donde existe una alta demanda de especies silvestres, ya sea para mantenerlas como mascotas exóticas, usarlas en rituales religiosos, o fabricar productos supuestamente afrodisíacos. En muchos casos, los compradores están dispuestos a pagar sumas significativas de dinero, lo que alimenta aún más esta red de tráfico ilícito.
Ante este escenario, Hernández indicó que el país ha establecido alianzas estratégicas con otras naciones a través de la Policía Internacional (Interpol) para la realización de operaciones en conjunto.
"En el país, por ejemplo, a nivel anual se realizan dos operativos, que es el 'Madre Tierra' y el 'Thunder', organizados por medio de Interpol, y el objetivo justamente es detectar comercio nacional e internacional de flora y fauna silvestre", indicó.
Precisamente, en el primero de ellos la semana anterior, en Orosi de Cartago, se logró con éxito el decomiso de 17 aves silvestres canoras, con la participación de la Sección Especializada en Delitos Ambientales del OIJ y de personal del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC-MINAE).
Tal operación fue antecedida por el decomiso casual de cinco especies de capibaras en Orotina por parte de la Fuerza Pública, en el marco de un operativo para la detección de droga. De estos animales, que eran transportados de forma ilegal, el Centro de Rescate de Vida Salvaje Zooave notificó sobre la muerte de un ejemplar macho y la lesión en una extremidad de una hembra.
Así también, decomisos de otras especies, incluso de flora, también han sido parte del trabajo de las autoridades ambientales y policiales, relata Gilbert Alvarado, profesional de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Si bien es cierto, la legislación costarricense establece penas de cárcel y multas para el castigo por delitos en contra de la vida silvestre, una profunda crisis en materia de educación ambiental ha agravado la falta de conciencia sobre las consecuencias que acarrea para la sociedad el trasiego ilícito de distintos tipos de especies, considera Alvarado.
Entre tanto, desde el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) se hace un llamado a la ciudadanía a fin de que colabore con la protección de la salud animal y la conservación de la fauna silvestre, a través de la denuncia de casos de tenencia o trasiego.
Si usted conoce casos relacionados con tráfico o tenencia ilegal de fauna silvestre nativa o exótica, puede realizar la denuncia al MINAE-SINAC a través de la línea gratuita 1192, al 9-1-1 o la línea confidencial del OIJ al 800-8000-645.
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