Hechos se registraron en octubre del año anterior
25/05/25 | 07:00am
Una mujer de apellido Valenzuela es la madre del bebé de 10 meses que murió en octubre del año pasado, luego de que un grupo de sicarios atacara a su familia en Aserrí. Hoy, ella clama por justicia, al ver cómo pasan los meses sin que las autoridades logren detener a los responsables del crimen, que también cobró la vida de su pareja, una mujer de 36 años.
Esta semana, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) publicó un video en el que solicita ayuda para identificar a los presuntos responsables del ataque, en el que Valenzuela también resultó herida.
Los hechos ocurrieron el 30 de octubre del 2024 minutos antes de las 6 p.m. cuando las mujeres y el menor viajaban en un vehículo camino a su casa; sin embargo, el ataque ocurrió 200 metros antes de llegar.
“Al parecer fueron interceptadas por otro carro del cual descendieron tres sujetos, quienes en apariencia les dispararon en varias ocasiones, quedando Ulate fallecida en el sitio y el menor falleció minutos después de ingresar al Hospital Nacional de Niños”, reportó el OIJ al informar que en el sitio se lograron ubicar 63 casquillos.
Valenzuela no teme en denunciar que los hechos se dieron por personas que ella misma ya identificó ante las autoridades y por esa razón desconoce porque aún no actúan: “el miedo lo perdí cuando mataron a mi hijo”, dijo la mujer en entrevista con AmeliaRueda.com.
Madre de bebé fallecido tras ataque de sicarios
Valenzuela reconoce que el ataque iba dirigido a su pareja, quien había recibido amenazas de muerte dos días antes.
Pese al asesinato ocurrido en octubre pasado, las amenazas por parte de los agresores no han cesado. Valenzuela asegura haber informado a las autoridades judiciales sobre esta situación, pero denuncia que aún no ha recibido ninguna respuesta ni protección..
Madre de bebé fallecido tras ataque de sicarios
“Como adultos podemos enfrentar las consecuencias de nuestros actos, pero un bebé de 10 meses no tenía culpa de nada. En ese momento, ellos no se midieron, no les importó”, lamentó Valenzuela, quien ruega a las autoridades que actúen y hagan justicia.
La historia de Valenzuela y su hijo se suma a una dolorosa lista de menores asesinados en medio de la violencia criminal que azota al país. Según datos del OIJ, El 2024 cerró con 880 homicidios en Costa Rica, una cifra que incluyó a 54 víctimas colaterales, es decir, personas que murieron sin ser el blanco directo de los ataques. Lo más desgarrador es que ocho de esas víctimas eran niños menores de 12 años.
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