Desde IAR aseguran que en el último año la cantidad de animales heridos ingresados en su centro en Nosara incrementó en un 39%
14/12/24 | 06:50am
En el marco del Día Internacional del Mono que se conmemora este sábado, la organización conservacionista International Animal Rescue (IAR) calificó como una "crisis desgarradora y prevenible" las muertes de monos aulladores (conocidos como "congos") y otros animales silvestres electrocutados en el cableado eléctrico de Costa Rica.
El problema está relacionado con "líneas eléctricas obsoletas y sin aislamiento", según señaló la organización en un comunicado. "Cada año, cientos de animales, incluidos monos, perezosos y otras especies, mueren por descargas eléctricas en el país. Los que sobreviven sufren lesiones graves, como quemaduras y daños neurológicos, que requieren largos periodos de recuperación en centros de rescate, con recursos limitados", explicaron desde IAR.
El centro de rescate de la organización en Nosara, Guanacaste, ha atendido a cientos de animales heridos. Según indican, en el último año, las admisiones de animales heridos en la sede de IAR han aumentado en un 39%.
Con respecto a los congos, Gavin Bruce, director ejecutivo de IAR, apuntó que estos "cumplen un papel crítico en los ecosistemas costarricenses como dispersores de semillas y protectores de la salud del bosque". "El reciente decreto que vincula las leyes de protección de la biodiversidad con la crisis de electrocuciones es un paso vital, pero su implementación urgente es esencial para detener esta pérdida de vidas sin sentido", añadió.
El decreto, anunciado en marzo de este año por el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, exige la instalación de sistemas de distribución eléctrica seguros para la fauna silvestre. Sin embargo, Bruce advirtió que, sin acciones obligatorias por parte de las empresas eléctricas, "la tragedia continuará".
El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) reportó en 2022 la muerte de 117 animales silvestres electrocutados. La cifra real podría ser mayor, según IAR, debido al subregistro en zonas rurales.
"Necesitamos líneas eléctricas aisladas y diseños de sistemas robustos que protejan a la fauna. Cada retraso cuesta vidas y disminuye el patrimonio natural de Costa Rica", manifestó Bruce. Además de las consecuencias ecológicas, desde IAR indicaron que el problema impacta al personal veterinario y de cuidado animal, quienes "enfrentan altos niveles de desgaste emocional al tratar con lesiones severas y muertes frecuentes".
La organización hace un llamado a la ciudadanía para apoyar sus esfuerzos mediante donaciones, que permitirían ampliar "la capacidad de atención y presionar para que se apliquen de forma efectiva las políticas públicas".
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