El largo camino para prohibir el Clorotalonil en Costa Rica

"Cancerígeno", "hemorragias", "sarpullidos", "de extrema precaución". Esas son algunas de las advertencias que se pueden leer en la descripción técnica del clorotalonil, el nocivo fungicida que este pasado 30 de noviembre quedó oficialmente prohibido en Costa Rica por decreto ejecutivo de la Administración Chaves. 

El caso reciente más controversial en el país fue el de Cipreses de Oreamuno de Cartago, donde el AyA detectó una contaminación del agua potable que llegaba a las casas de la comunidad de más de 2.500 personas. En Santa Rosa, también en el norte de Cartago, se detectó asimismo contaminación de ese producto en el agua, dejando un total de 10.000 personas afectadas. 

Grupos ambientalistas y expertos pedían desde hace años la eliminación en el país de este producto por sus comprobados efectos nocivos para la salud. En la Unión Europea, por ejemplo, el clorotalonil está prohibido desde 2020. Aún así, este año, las autoridades francesas se dieron cuenta de que en su país el agua potable estaba contaminada por este fungicida, lo que demostraba para el Gobierno francés que esta sustancia podía permanecer por un periodo indeterminado en el agua y poner en peligro a la población.   

Costa Rica es, de acuerdo con las Naciones Unidas, el país del mundo que más utiliza agroquímicos, con un promedio de uso de 23,4 kilogramos por hectárea. Alemania rechazó en abril de este año un cargmanento de melones costarricenses porque las autoridades detectaron que estaban contaminados con clorotalonil. Estos melones procedían de la región Chorotega, según el Servicio Fitosanitario de Salud, y sus niveles de clorotalonil estaban ocho veces por encima de lo permitido. 

En un reportaje al respecto, la cadena DW destacó la falta de control estatal que había en Costa Rica con estos productos cancerígenos. El clorotalonil, sin embargo, se seguía exportando desde la Unión Europea hacia Costa Rica. Alemania es además el principal exportador de la región. 

Este año en Costa Rica el clorotalonil ha estado en el centro de la discusión ambientalista y de salubridad. El pasado septiembre, 52 mil personas firmaron una petición impulsada por vecinos de Cipreses de Oreamuno de Cartago para que la Asamblea Legislativa prohibiera el clorotalonil. 

Otras 2500 personas enviaron un manifiesto al presidente Rodrigo Chaves haciendo la misma petición. 

En un informe técnico de este año del Ministerio de Salud, el AyA y el Ministerio de Ambiente  y Energía recomendaron conjuntamente la prohibición del plaguicida en Costa Rica.

Las instituciones hicieron esta petición debido a la contaminación de los acueductos de Santa Rosa y Cipreses en Oreamuno de Cartago.

En noviembre, el grupo ecologista Frente EcoCipreses denunció que la Asada de San Pablo de Oreamuno, en Cartago, estaba contaminada con moléculas de clorotalonil y que ese acueducto contaminado afectaba a cerca de 10.000 personas.  

Adicionalmente, la Sala Constitucional declaró con lugar un recurso de amparo presentado ante la contaminación con el plaguicida en las nacientes de agua de la ASADA de Santa Rosa de Oreamuno. El tribunal condenó al Estado y al AyA al pago de las costas, daños y perjuicios causados por esta situación. 

En octubre, el Ministero de Agricultura y Ganadería desobedeció la petición de la Sala Constitucional de prohibir el Clorotalonil. En las siguientes semanas, hubo manifestaciones de diversos grupos frente a Casa Presidencial exgiendo su prohibición.  

Todo esto llevó a que el pasado 30 de noviembre el presidente Rodrigo Chaves Robles firmara el decreto que dejó en firme la prohibición del plaguicida Clorotalonil.