Al menos cinco agroquímicos peligrosos saldrán del mercado en el próximo año, según ministro de Agricultura

Permitir que los costarricenses consuman alimentos más saludables, minimizando la exposición a agroquímicos peligrosos, es el objetivo de un esfuerzo articulado entre los ministerios de Agricultura, Salud y Ambiente. La meta es retirar del mercado al menos cinco moléculas de alto riesgo en un plazo máximo de un año.

Así lo anunció este martes el ministro de Agricultura, Víctor Carvajal, durante una entrevista en el programa Nuestra Voz, donde adelantó que en aproximadamente dos meses se publicará la lista de ingredientes activos que podrían representar un riesgo para la salud.

“Después de eso, quedaría un mes más para realizar los estudios e informes técnicos. Ya los equipos están trabajando, y esperamos que aproximadamente cinco moléculas salgan del mercado costarricense en no más de un año”, aseguró el jerarca.

El retiro de estos productos se enmarca en un proceso de actualización del registro de agroquímicos, impulsado mediante un nuevo reglamento que busca contar con información técnica más precisa sobre su composición. A partir de esta reforma, todo agroquímico —importado o producido localmente— deberá pasar por un análisis químico previo al otorgamiento del registro sanitario.

Según Carvajal, esta actualización arrancará formalmente dentro de 12 meses, tiempo otorgado a las empresas para recabar la información requerida. El calendario de implementación, incluido en los anexos del reglamento, detalla el orden en que serán revisadas las moléculas mes a mes.

“Esta medida aplica tanto para los nuevos productos como para aquellos ya registrados de los que no se cuenta con información detallada sobre su composición. Estimamos que eso abarca alrededor del 90% de los agroquímicos que actualmente están en el mercado”, explicó.

El ministro también se refirió al caso del fipronil, un insecticida señalado por apicultores por su alta toxicidad contra las abejas y otros polinizadores. Carvajal informó que el Gobierno trabaja en un decreto específico para su regulación, el cual se encuentra “bastante avanzado” y podría ser sometido a consulta pública en junio.

“Nuestra intención es cancelar los registros para el uso del fipronil en fumigaciones, y restringirlo únicamente a aplicaciones muy puntuales, como el control de la hormiga loca con cebos, que no representan un riesgo para las abejas”, concluyó.