Víctimas del exsacerdote Mauricio Víquez viajarán a México a pedir ayuda para ubicarlo

Michael Rodríguez y Anthony Venegas, quienes denunciaron por abuso sexual al exsacerdote Mauricio Víquez, viajarán a México a solicitar ayuda para dar con el paradero del excura.

Según fuentes judiciales, Víquez podría estar oculto en ese país, razón por la cual decidieron ir allá para pedir, a través de medios de prensa, que colaboren con la búsqueda del exsacerdote.

"Llegaremos a México el día 12 de agosto, estaremos por aproximadamente tres días en Ciudad de México, estamos siendo apoyados por Juan Manuel Estrada, quien fue postulado al premio Nobel de La Paz en el año 2018 por su importante labor en favor de la infancia por medio de la Fundación Find, él se ha encargado de gestionar el contacto con varios medios", explicaron.

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En la agenda ellos tienen planeado visitar el noticiero de alcance nacional Milenio, además habrá un espacio para poder compartir con sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero mexicano.

Mauricio Víquez salió del país el pasado 7 de enero y según fuentes judiciales viajó a Panamá y luego a México, donde se cree que estaría oculto. El excura fue expulsado por la Iglesia católica en febrero del año pasado, luego de una recomendación emitida por Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en el Vaticano.

Incluso, él se encuentra en la lista de los más buscado por Policía Internacional (Interpol); sin embargo, de no ser indagado entre este mes y el siguiente, su caso será prescrito.

"Preocupados por la pronta prescripción de la causa penal, a finales de septiembre próximo, es que acudimos al pueblo mexicano a solicitar su colaboración para poder dar con el paradero de Mauricio Víquez, evitando así que los delitos cometidos queden impunes", aseguran.

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La prescripción de la denuncia se estaría dando por el vencimiento de los 10 años que otorgaba la ley para que una persona denunciara delitos de abuso sexual.

Historia de abusos

Rodríguez (33 años) y Venegas (39) contaron haber sufrido abusos a manos del exsacerdote cuando era párroco de sus respectivas comunidades, y los dos adolescentes servían de monaguillos en la parroquia.

Relataron que los abusos comenzaron cuando el sacerdote les tocaba los genitales, más adelante los masturbaba o hacía sesiones de masturbación mutua o incluso grupal, involucrando a otros menores.

Rodríguez vivió esa situación entre los 13 y 17 años de edad, hasta que fue removido de su comunidad en Tres Ríos, este de San José, y transferido a Patarrá (sur), donde vivía Venegas, entonces con 14 años.

Con ayuda de una vecina que se percató de los hechos, Venegas llevó sus reclamos en 2003 a la curia metropolitana, y quien recibió su denuncia fue el padre José Rafael Quirós, actual arzobispo de San José.

Tras esa denuncia, Víquez fue retirado de su cargo en Patarrá, pero continuó dentro de la iglesia. Anthony Venegas reclama que no se aplicaron los protocolos de denuncia canónica.

"Nos prometieron anonimato y protección, pero nada de eso se cumplió", aseguró.

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Rodríguez no se atrevió a interponer una denuncia ni a hablar de los abusos sufridos hasta el año pasado, cuando acudió el 15 de mayo a presentar su denuncia canónica formal contra Víquez.

Desde entonces, él y Venegas se han convertido en los rostros visibles de la lucha por hacer justicia para las víctimas de abusos sexuales a manos de sacerdotes en Costa Rica.

Cada uno de ellos presentó también una denuncia ante la Nunciatura Apostólica contra el arzobispo Quirós por el supuesto encubrimiento de su caso.