Vecino de Ujarrás confesó asesinato de Allison Bonilla, asegura abogado de la familia

Un vecino de Ujarrás de Paraíso, en Cartago, quien permanece detenido desde el 2 de setiembre, confesó a la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos el asesinato de la joven Allison Bonilla Vásquez, según indicó este viernes el abogado de la familia de la víctima, Rodrigo Araya Solano.

De acuerdo con el jurista, Sánchez Ureña, de 28 años, aceptó en su declaración indagatoria haber dado muerte a la mujer, quien fue vista por última vez el 4 de marzo de 2020.

En apariencia, ese día el hombre la interceptó en horas de la noche cuando Bonilla Vásquez se dirigía a su casa a pie, en un tramo de tres kilómetros desde las paradas de buses, luego de que le fueran suspendidas sus lecciones en el colegio nocturno de Cachí.

"Argumenta el imputado en su declaración que él la interceptó cuando ella venía de la parada de buses y posteriormente se la llevó a una finca en donde abusó sexualmente de ella. Procedió posteriormente a golpearla hasta que ella fallece.

"Una vez fallecida, la mete en la cajuela del vehículo, sale de la finca a la que la había llevado para hacerle los vejámenes sexuales con ella fallecida en la cajuela y lo que hace es tirarla en el guindo en donde hoy (viernes) se están realizando las diligencias de investigación por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en ese basurero. Ahí es donde él tira el cuerpo de Allison", detalló Araya.

El representante legal de la familia de la víctima suministró sus declaraciones en un audio circulado a la prensa, una vez que acabó la audiencia de medidas cautelares en la que el Juzgado Penal de Cartago le impuso seis meses de prisión preventiva a Sánchez Ureña como sospechoso de homicidio calificado.

De manera simultánea a la cita, la Policía Judicial y la Cruz Roja realizan por segundo día consecutivo la búsqueda del cadáver de la mujer en un botadero clandestino en San Jerónimo de Cachí, a unos ocho kilómetros de donde fue vista por última vez.

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Indicios condujeron a vecino

El Organismo de Investigación detuvo a Sánchez Ureña la noche del 2 de setiembre anterior, mientras se encontraba afuera de la casa de un familiar suyo.

Para entonces, la Policía Judicial había dado "semanas" de seguimiento y monitoreo, a la espera de que el sospechoso se trasladara a alguna ubicación que permitiera dar con el paradero de Allison Bonilla Vásquez, según explicó el 3 de setiembre el director general del Organismo, Wálter Espinoza Espinoza.

"Sin embargo, dadas las circunstancias y ante la posibilidad de que el sujeto abandonara los sitios donde usualmente se ha estado moviendo en las últimas semanas, pues en conjunto con la Fiscalía, tomamos la determinación de efectuar su abordaje y ejecutar su detención", explicó el jerarca policial.

Antes de eso, Sánchez Ureña había sido vinculado antes con el caso, a raíz de testimonios y pruebas recabadas por los agentes judiciales.

Las primeras evidencias fueron recogidas el 5 de marzo pasado -día en que iniciaron las pesquisas- cuando se ubicaron unos anteojos que pertenecían a la joven y un rastro de sangre de 140 metros de extensión que coincidía con el ADN de los familiares de Bonilla Vásquez, los cuales guiaban hacia una finca situada en la vera del camino que transitaba la mujer hacia su casa.

Después, el Organismo de Investigación consiguió declaraciones suficientes para pedir un allanamiento en la vivienda de Sánchez Ureña. Durante esa diligencia, la Policía Judicial le decomisó un automóvil que fue sometido a una revisión en un laboratorio forense.

En la cajuela del vehículo se logró ubicar un rastro de sangre que también era compatible con las muestras tomadas a la familia de la víctima.

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