Un Ministro para coleccionar

Maikol Villalta no lee el periódico ni ve las noticias, pero supo del Ministro de Salud por lo que decía otra gente.

“Comencé a escuchar muchos comentarios sobre la forma en que comunicaba las cosas, pero por el lado bueno”, cuenta para explicar por qué se interesó en el personaje tico más noticioso de la actualidad.

Lo extraño, dice, es que la mayoría de comentarios eran positivos. “Generalmente son cosas malas las que se hablan (de los políticos)”, recalca este artista de 37 años.

Por eso, hace 15 días, comenzó a escuchar al Dr. Daniel Salas con más detenimiento y llegó a la conclusión de que “dice algo y uno termina haciendo caso. No sé, su forma de hablar -tratando de hacer conciencia- demuestra una capacidad de liderazgo”.

Fue entonces cuando Villalta, que se dedica a personalizar figuras de vinilo de la famosa marca Funko, decidió dibujar un boceto del ministro. Comenzó a buscar referencias y después de encontrar varias imágenes en Google, creó un modelo de cómo se vería la figura.

“Eso es lo primero que hago y se lo mando al cliente para que me lo apruebe o me pida cambios”, explicó este lunes por la noche, vía telefónica. Pero como en esta ocasión no existía cliente, hace 10 días lo subió a una página de coleccionistas.

“A la gente le gustó mucho el arte”, recuerda. Tanto, que una usuaria lo contactó y le comisionó hacer la pieza.

Este lunes 13 de abril, el muñeco Pop del Ministro de Salud ya era una realidad.

“Lo hice por ratos mientras trabajaba en otros pedidos”, recuerda este vecino de Sabanilla, que desde hace cuatro años se dedica a personalizar coleccionables como ese.

El pelo lo modeló con resina, pintó la ropa; los anteojos y el cartel que tiene el muñeco en la mano, los hizo con una impresora 3D. El éxito está en resaltar los rasgos faciales más distintivos del personaje: barba, orejas grandes o nariz pronunciada. En el caso del doctor Salas, los ojos.

“No los tiene muy grandes, pero tampoco muy abiertos”, detalla mientras explica que pintarlos fue el reto más grande. Las gafas, sin duda, ayudaron a finiquitar la personalidad.

Villalta subió fotografías del producto final en los perfiles de sus negocios en Facebook e Instagram, y pronto se viralizó.

“Me han escrito personas que lo conocen (al Dr. Salas) y quieren regalarle uno. También me han escrito con otros pedidos, porque también hago mascotas”, cuenta.

La buena recepción que ha tenido la figura de 8 centímetros de altura, y con un costo de ¢30 mil, ha hecho que Maik esté pensando en hacer una de mayor tamaño y exclusiva para el propio doctor Salas.

“Yo espero que (el muñeco) sea una alegría para él y me gustaría entregárselo como un pequeño tributo por el trabajo que está realizando”, aseguró.

Villalta ha tenido tanto éxito que desde hace dos años se dedica exclusivamente a este oficio. Antes del 2017 lo combinaba con su trabajo formal en ventas, pero en octubre de ese año lo despidieron.

“Venía la época navideña y dije ‘a ver cómo me va’, y si no, pues busco trabajo”. Desde entonces el trabajo lo ha buscado a él. Le han pedido muñecos Pop en México, desde donde ordenaron un Don Quijote de La Mancha con Rocinante. Otro, de Juan Santamaría, está en el museo dedicado al héroe nacional, en Alajuela.

La demanda de ciertos personajes es permanente (“Batman es el superhéroe favorito”) y la de otros es temporal (“Me pedían muchos Luis Miguel cuando salió la serie en Netflix”); todos los compran para que el recuerdo no se diluya en el tiempo.

Hace tres años, la cosa no era ni parecida a hoy. Él vivía una incertidumbre laboral como muchos costarricenses que han perdido su trabajo en las últimas semanas, repentinamente. ¿Qué aprendió él entonces que pueda compartir ahora? “La plata está en la calle, como dicen”, responde con una seguridad que podría parecer que es tan simple como suena. “Ahorita no se puede salir por la situación”, corre a aclarar, “pero las redes sociales hacen más fácil llegarle a la gente”.

De inmediato agrega: “Este tipo de situaciones lo llevan a hundirse o a salir adelante. No se ahueve. Hay que tener iniciativa”.