Solicitantes de refugio no obtendrán permiso de trabajo inmediatamente, decreta el Gobierno

Hay que cerrar "ese portillo" que permite que los solicitantes de refugio obtengan "inmediatamente" un permiso de trabajo en el país, aseguró este miércoles el presidente Rodrigo Chaves al anunciar una reforma a la política de refugiados que ha dominado en Costa Rica durante la última década.

El mandatario firmó dos decretos relacionados con las solicitudes de refugio en el país. La primera es una reforma a varios artículos del reglamento de personas refugiadas, publicado originalmente en septiembre de 2011, y el segundo es un decreto específico para migrantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Los cambios al reglamento de refugiados incluyen una disposición para que las solicitudes solo puedan presentarse durante el primer mes en el país de la persona migrante y el establecimiento de límites para que no obtengan permiso de trabajo de forma inmediata, como según el Gobierno sucede actualmente.

"Bastaba con llamar al 1311 y decir 'me llamo fulano de tal, quiero condición de refugio' y con el número de llamada y el código ya tenía permiso de trabajo", afirmó el presidente Chaves. "Desafortunadamente, hay que cerrar ese portillo", añadió el mandatario durante una conferencia de prensa en Casa Presidencial.

"Había personas que han estado en el país 10, 15 años, y no habían solicitado el refugio pero se dieron cuenta de que por ahí les salía el permiso de trabajo", insistió Chaves, que sentenció que "el que pide refugio tiene que quedarse refugiado".

Según la reforma al reglamento firmada por el gobernante y el ministro de Seguridad Pública, Jorge Luis Torres, la solicitud de refugio y el documento que acredita a una persona como solicitante no "le dará derecho alguno para laborar en el país", y deberá "gestionar un permiso laboral como solicitante de refugio".

"Las personas solicitantes de la condición de persona refugiada no podrán realizar actividades laborales por cuenta propia o en casos de dependencia", lee el nuevo artículo 58 del reglamento, con pocas excepciones. Si trabajase pese a esto, "se denegará la solicitud de refugio y se aplicarán sanciones", continúa el texto.

Los solicitantes de refugio tampoco podrán salir del país, según estas nuevas disposiciones. "No se autorizará bajo ninguna circunstancia el viaje de las personas solicitantes de refugio fuera del territorio nacional, ya sea a su país de origen o a un tercer país", porque "ello implica la inexistencia real de la necesidad de protección internacional por parte del Estado costarricense", dice la reforma.

Quienes ya tengan permiso de trabajo y solicitud de refugio deberán asegurarse ante la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) para renovar la autorización laboral, y los permisos que ya se hayan expedido "subsistirán" hasta que quede en firme la solicitud de refugio por parte de la Administración, según el decreto.

Además, el decreto específico para nicaragüenses, cubanos y venezolanos empezará a regir el 1 de marzo de 2023 y permitirá que estos solicitantes de refugio trabajen por dos años "siempre y cuando renuncien a su condición de refugio, se inscriban en la Caja y demuestren que no tienen antecedentes penales", según Chaves.

Para esto se creará una categoría especial migratoria para personas de estos países con solicitudes de refugio pendientes de resolución o que hayan sido denegadas. Tienen que haber hecho la solicitud entre el 1 de enero de 2010 y el 30 de septiembre de 2022, según el segundo decreto firmado por Chaves y Torres.

Quienes obtengan esta condición migratoria podrán trabajar en cualquier actividad remunerada, por cuenta propia o en relación de dependencia, pero deberán cumplir con una serie de requisitos como estar al día con la CCSS y no tener antecedentes delictivos.

El canciller Arnoldo André Tinoco explicó que estos documentos tienen el objetivo de "ordenar y evitar el abuso con el estatus de refugiado en Costa Rica".