“Sentí la muerte dos veces, pero Dios quería que sobreviviera”, don José cuenta su historia de Covid

“Coja usted la ventana”, le dijo don José Granados a su hermana al tomar el avión que los llevaría a Estados Unidos donde, luego de 15 años, ella vería a su hija nuevamente. Su intención fue acompañarla, sin imaginarse que al regresar a Costa Rica traerían consigo un acompañante no deseado: el Covid-19.

Salieron del país el 1 de febrero del 2020 y pensaban regresar dos meses después, pero tuvieron que adelantar su viaje de vuelta porque empezaron a cancelarse los vuelos debido al incremento de casos del SARS-CoV-2 a nivel mundial.

Llegaron a Costa Rica el 23 de marzo y tan solo un día después su hermana había sido internada por estar contagiada de Covid-19. Por su parte, don José se rehusaba a creer que él también estaba contagiado tras el viaje; sin embargo, empezó a sentirse mal, le faltaba la respiración y perdió el sentido del gusto. Intentó ocultarlo a sus hijas, hasta que el 30 de marzo no pudo más y fue internado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Calderón Guardia: su diagnóstico fue positivo.

“Yo sentí la muerte dos veces, pero Dios quería que yo sobreviviera. Mi mayor temor al entrar al hospital, era que tuviera que salir en una bolsa”, cuenta el educador pensionado y ahora mecánico, quien reconoce que tras su paso por 15 días en la UCI no carga ninguna secuela del virus.

Su hermana, de 64 años, no tuvo la misma suerte, ella fue la víctima mortal número 12 en Costa Rica: "se llamaba Noemy, para muchos es un número, la víctima 12, pero era mi hermana".

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Viaje

Don José aún recuerda cuando su hermana le pidió un favor, que lo acompañara para ver a su hija que desde hace 15 años no veía. Él “no tenía muchas ganas de ir” porque ya había escuchado sobre el tema del Covid-19, "tal vez era un presentimiento", asegura, pero pese a eso accedió a hacer el viaje.

El educador de profesión asegura que cuando llegaron a la ciudad de Illinois, en Chicago, “fue una felicidad tremenda”. El reencuentro de madre e hija fue muy emotivo y de inmediato se trasladaron a la casa de su sobrina.

Su estadía en Estados Unidos no fue lo esperado, ya que hacía tanto frío que decidieron no salir de la casa de su sobrina y pasaron todo el viaje viendo reportajes y documentales sobre el nuevo coronavirus, sin saber que luego vivirían en carne propia todo lo que la televisión les mostró.

“Yo viví exactamente lo que yo vi en esas películas, fue algo tremendo”, menciona don José quien reconoce que recibió múltiples críticas por haberse contagiado durante un viaje, pero agrega que no fue un paseo, sino más bien un favor que hizo y que tuvo resultados que jamás se hubiera imaginado.

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UCI

Don José ingresó a la UCI del Calderón Guardia un 30 de marzo, una ambulancia llegó por él cuando ya estaba prácticamente inconsciente en su casa.

“Tal vez la gente no lo cree o dicen ´ay mire a aquel ya le dio y no le pasó nada´ o dicen ´mire aquel ni cuenta se dio de que se estaba contagiado´, pero es que a los que nos atrapa de la manera en la que me atrapó a mí ese virus, uno piensa en que es una sentencia de muerte y yo ya lo había visto en las películas, y cuando llegó la ambulancia yo solo pensé en que me iba a morir”, cuenta el sobreviviente del SARS-Cov-2.

Para ese momento, solo habían tres personas internadas en una UCI, los recuerdos durante su internamiento son pocos y entre ellos destacan las dos ocasiones en las que creyó que ya se iba a morir.

“Estando internado uno no sabe ni qué día ni que hora es, uno es un pedazo de carne con un corazón latiendo, pero a veces uno se siente tan mal que empieza a despedirse de todo, a mí me pasó eso dos veces.

“Yo al ingresar a la UCI empecé a pedirle a Dios, y le digo 'Padre, yo no sé si voy a morir, pero si voy morir, solo te pido que me recibas en tus brazos, pero si no es así y si me voy a salvar, que no queden secuelas en mí'. Eso le pedí yo a Dios porque ya había visto en reportajes un montón de casos de personas que quedaban prácticamente incapacitadas para toda la vida y yo no quería eso”, dijo.

Dentro de los sentimientos que más destaca don José al hablar sobre el Covid-19 se resalta la incertidumbre que vivió durante su internamiento, “uno no sabe qué va a pasar, uno no sabe qué está pasando”. También destaca el agradecimiento al personal de salud: “es una bendición vivir en este país donde se tiene personal de salud tan capacitado y con esa atención tan humana”.

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Video

Uno de los días de su internamiento, don José le preguntó a un doctor qué día era y le dijeron que Viernes Santo. En ese momento, solo pudo cerrar sus ojos para orar.

“'Padre, hoy te crucifican pero el domingo resucitas, yo quiero estar contigo y ayudarte a correr esa roca porque yo quiero salvarme también y quiero vivir si tú me lo permites. Lucharemos juntos', le dije al Señor ese Viernes Santo y de nuevo me quedé en el limbo, pero recuerdo que unas horas después pasó un doctor y me dijo ´don José, ya el lunes se va'”, cuenta con lágrimas en sus ojos este sobreviviente del SAR-CoV-2.

Y así fue. Don José Granados salió de la UCI un lunes 13 de abril del 2020, salió en silla de ruedas y al ver a su hija tomó las fuerzas necesarias para levantarse y alzar su mano en señal de victoria porque había vencido el coronavirus.

El video que grabó una de sus hijas no lo vio en el momento. No sabía que se había hecho viral, hasta que un día mirando la televisión solo en su cuarto vio un anuncio de televisión donde se daban mensajes de positivismo por la pandemia y al final salió su video, ese día lloró al reconocer que su vida era un milagro.

“Empecé a llorar como un güila. Lloré y lloré y lloré porque me di cuenta de lo que Dios había hecho en mí, en ese momento entendí la magnitud de la enfermedad y le di gracias a Dios por mi situación”, dijo.

Al salir del hospital este paciente quedó con secuelas relacionadas con la debilidad, problemas de respiración, y pérdida del sentido del olfato y el gusto; sin embargo, duraron poco. Incluso, los mismos médicos se sorprendían al ver la evolución de don José.

“Yo siento como si nunca me hubiera enfermado, como si nunca hubiera entrado en una UCI. Yo manejo, levanto motores, respiro bien y hasta estoy aprendiendo a tocar guitarra.

“Un doctor chino que me revisó la última vez me dijo: no sabemos nada de esto, esta es una enfermedad nueva, pero de todos los casos que han llegado aquí, usted es el número uno y yo le dije que yo le creía porque yo se lo pedí a Dios, yo le pedí que si quedaba vivo no quedaran secuelas y no quedaron”, dijo don José.

En Costa Rica, el primer caso de Covid-19 se detectó el 6 de marzo del 2020. A un año de la pandemia en el país se registra un total de 205.086 contagios de SARS-CoV-2, de los cuales 181.851 personas ya se encuentran recuperadas y 20.423 mantienen el virus activo.

Además, se registra la muerte de 2.812 personas.