Rocas expulsadas por el Poás llegaron a un máximo de 1 km a la redonda, revela informe

Rocas de poca densidad con un alcance de un kilómetro alrededor del cráter del Volcán Poás, es parte de los resultados que los vulcanólogos de Volcanes sin Fronteras (VSF), Gino González y Yemerith Alpízar, lograron determinar luego de realizar una serie de estudios del material expulsado por el coloso semanas atrás.

Los expertos llevaron a cabo una inspección sobre el sendero que comunica el mirador del cráter activo con la Laguna Botos donde evaluaron el estado del camino y tomaron muestras de las rocas como evidencia fotográfica.

"Lo que uno hace es tomar una roca, pesarla y meterla en un frasco con agua que arroja la densidad", indicó el vulcanólogo.

"Encontramos 100 impactos en un kilometro cuadrado, es decir, en promedio hay un fragmento por cada 10 metros cuadrados y con esto que podemos observar cuantas rocas pudieron caer en ciertas zonas para ver el efecto en el parque", indicó González.

Por consiguiente, debido al poco peso del material, las rocas fueron expulsadas a 600 metros de altura alcanzando una velocidad de más de 200 kilómetros por hora al momento de caer con un alcance de un kilómetro de radio.

Ahora, estos datos obtenidos ayudarán a cuantificar los daños y colaborarán en la elaboración de un posible plan de evacuación por parte de las autoridades, así como el planeamiento de la construcción de nuevas estructuras dentro del parque que sean capaces de soportar situaciones similares.

"Desde el momento cuando se da la erupción, al llegar al mirador, son 20 segundos; 20 segundos para hacer algo. Si se da un evento debemos tener algo que en 20 segundos podamos proteger a las personas", citó González.

Precisamente por esta situación, el Parque Nacional Volcán Poás permanece cerrado para salvaguardar la integridad física de los visitantes tras las fuertes expulsiones que tuvo el macizo a finales de Semana Santa.

Del mismo modo, el vulcanólogo explicó que debido a la velocidad con la que ocurren los hechos, las autoridades deben pensar en hacer estructuras con un concreto en particular para la protección de la población.

"Estas rocas tuvieron la energía para poder destruir el concreto y algunas rocas (...) la energía que se le liberó es similar a la que se observó en el volcán Telica de Nicaragua donde murieron 40 cabezas de ganado por impactos y también se puede tomar como referencia el Volcán Ontake en Japón donde murieron más de 50 personas también por impactos", explicó el experto.

Debido a la expulsión de material del cráter, la vegetación del parque y las estructuras sufrieron daños. En las próximas semanas se dará a conocer los resultados químicos y morfológicos de las cenizas de los estudios que se realizan en conjunto con el Laboratorio Nacional de Nanotecnología (LANOTEC).

Fotografías cortesía de Gino González.