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Problema sin solucionar: taludes en ruta 27 tienen grietas y deterioro, señala informe

​Lanamme revela riesgo en su nuevo estudio bianual sobre la evaluación del proyecto San José – Caldera

14/11/19 | 09:54am

Los taludes de la ruta 27, carretera a Caldera, siguen representando un gran riesgo para la carretera y el usuario, así lo revela el nuevo informe del Laboratorio Nacional de Modelos y Materiales Estructurales (Lanamme), entidad que realiza un estudio bianual (2017-2018) sobre el proyecto San José – Caldera.

El documento se expuso la semana anterior ante las autoridades del Consejo Nacional de Concesiones (CNC) y revela que la concesionaria no ha logrado solucionar el problema y que a lo largo de los años solo se ha “maquillado”, por lo que las grietas y el deterioro de los materiales colocados es evidente.

“Se siguen presentando fenómenos interesantes y de mucho riesgo, el drenaje ácido que básicamente lo que logra es, por decirlo en términos sencillos, destruir y comerse todo el acero que han utilizado para proteger las paredes de los taludes y esto ha provocado que las soluciones no sean duraderas.

“Entonces hay un riesgo importante que ya hicimos ver al CNC”, explicó a AmeliaRueda.com el experto del Lanamme, Roy Barrantes.

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En el estudio se indica que se mantienen los mismo puntos de riesgo que hace nueve años, cuando entró en operación el proyecto y se agrega que no ha existido una verdadera solución al riesgo.

“Si se siguen usando las mismas técnicas esto no se va a reparar, esto va a seguir presentándose y nos preocupa la futura ampliación del proyecto.

“El problema aquí no es que aparezcan nuevos puntos de riesgo, el problema es que las soluciones son las mismas y esto no soluciona el problema solo lo maquilla”, manifestó el ingeniero.

Taludes

Los expertos del Laboratorio de la Universidad de Costa Rica (UCR) inspeccionaron cada uno de los taludes de la carretera a Caldera y dejaron en evidencia cada una de las fallas que se presentan.

Por ejemplo, en el talud ubicado en el kilómetro 37+500 se detectó que el material “geosintético que fue colocado para la protección superficial del talud ha venido presentando serios deterioros, aunado a la condición de inestabilidad que presenta el talud, ha puesto en riesgo la seguridad de los usuarios ante el peligro de caída de suelo y rocas en la carretera”.

Ruta 27

En este punto específico se mantiene una intervención en el sitio.

En el kilómetro 38+600 donde se observa que “los materiales que fueron colocados para la protección superficial del talud han experimentado un deterioro acelerado por la acción del Drenaje Ácido de Rocas (DAR) que tiene lugar en este sitio”.

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Esta condición -de drenaje ácido- se ubica en otros tres puntos de la ruta y representa una condición de los taludes que requiere de mejores técnicas de intervención para evitar su deterioro.

“Este laboratorio considera que las soluciones empleadas en este lugar se siguen deteriorando aceleradamente y que de ocurrir un colapso del en talud podría afectar el tránsito y a los usuarios”, se indica en el informe.

En las alertas se agrega que el talud continúa presentando desprendimiento de suelo y rocas.

Ruta 27

Según el análisis el material que se coloca para sostener el material caído tiene una resistencia que no supera los dos años, ya que se deteriora de forma acelerada, el acero se oxida y correo, lo que redice su resistencia.

Continuando con el recorrido, el Lanamme resalta el deterioro avanzado que presenta “el concreto lanzado” a los taludes, donde se evidencia un agrietamiento intenso y cortes del concreto en varios sentidos.

“Debido al deterioro que presenta este material, al desplazamiento observado, el intenso agrietamiento, la cercanía con la carretera, así como la entrada de la estación lluviosa, elevan el riesgo de caída del concreto junto con rocas y suelo en la carretera”, se explica en el informe.

Ruta 27

En el talud del kilómetro 47 se evidencia, también, un deterioro prematuro del concreto lanzado y se revela que actualmente el agua cae “directamente a la zona baja del talud generando erosión en ese sitio”, además, se agrega que las pendientes de este talud son muy elevadas, lo que favorece el desprendimiento de materiales.

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“Año tras año el agrietamiento se ha ido incrementando, así como el desplazamiento relativo de los bloques de concreto que se separan del talud. Al incrementarse las grietas en el concreto, nuevas superficies quedan expuestas al medio ácido que se genera en estos taludes, de esta forma se acelera el proceso de degradación del concreto y la corrosión del acero de refuerzo”, se manifiesta.

En este punto también se hace referencia a loa drenajes que presentan una saturación que impide la salida del agua y provoca que exista un mayor empuje sobre el material del talud.

Ruta 27

La condición de estos taludes provoca socavación del suelo y mayores daños por falta de una cuneta adecauda para la zona, lo que “eventualmente puede provocar problemas de inestabilidad”, se menciona.

Conclusiones

El análisis realizado por los expertos del Lanamme a la carretera revela que el estado de la ruta es adecuado, sin embargo, se registra un deterioro acelerado que debe analizarse.

Se indica que lo más importante es que existe un encargado de la ruta que debe seguir realizando las intervenciones necesarias para mejorar el estado de la carretera y sobre todo buscar opciones distintas para la intervención de los taludes, preocupación que se externó la semana anterior a las autoridades de Concesiones, entidad que debe trasladar el informe a Globalvía, la empresa encargada de la ruta.

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En el caso específico de los taludes, los expertos del Laboratorio de la UCR, recomiendan buscar soluciones integrales, duraderas y distintas que eviten “tanto la erosión superficial como la caída de rocas en la carretera”.

Este informe del Lanamme analizó 153 kilómetros del proyecto San José – Caldera (76,6 km en cada sentido), realizando inspecciones detalladas cada 50 metros. Además, de un análisis específico de cada talud.

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