Reciclaje en Costa Rica: Covid-19 compromete recolección en centros de acopio

Hace unos meses, Rigoberto Chávez recolectaba 16,5 toneladas de material reciclable al mes en su negocio, el Centro de Acopio Preserve Planet Desamparados. Ahora, al mes consigue menos de 4 toneladas.

“En este momento de pandemia no estamos trabajando al 100%. Si no trabajamos al 100%, no tenemos ingresos de materiales ni de dinero”, explicó el empresario en entrevista con Ameliarueda.com.

“Ya se nos sale de las manos. De nuestra empresa dependen familias. Son más de 25 empleados en este centro de acopio, pero hemos tenido que mandar a varios a la casa. No hay dinero que alcance”, añadió.

Su situación no es exclusiva. Debido a la pandemia del Covid-19, la recolección de vidrios, botellas plásticas, hojalata y cartón ha disminuido, según datos de más de 350 centros de acopio que forman parte del programa de reciclaje Ecoins.

La hojalata, por ejemplo, sufrió una reducción del 76% durante el mes de julio, en comparación con el mismo mes del 2019. En julio de 2019, se recolectaron 6.907 kg del material. La cifra de julio 2020 fue de 1.687 kg.

En el caso del papel y cartón, la reducción es del 79%. Las botellas plásticas y el vidrio muestran reducciones del 55% y el 63% en la recolección de residuos, según los datos de Ecoins.

La baja recolección se nota desde el inicio de la pandemia. En marzo, por ejemplo, Ecoins reportó la recolección de 34 toneladas de residuos: 54% menos que lo recolectado en marzo de 2019, cuando se alcanzaron 74 toneladas.

Los niveles de reciclaje en Costa Rica ya eran bajos: alrededor de 6,6% de los residuos se reciclan; la mayoría va a un relleno sanitario. Al año, el país produce 1,4 millones de toneladas de basura.

“Estamos en economía lineal, donde el descarte es como el fin de la historia. Nadie piensa qué pasa después con esa botella, hasta que tenemos que ir a sacarla en una limpieza de playas carísima o un voluntariado”, explicó Karla Chaves, directora el programa Ecoins.

Lea: Costa Rica recicla cinco veces menos que los países de la OCDE, señala informe

Justamente los residuos son la segunda mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, después del transporte.

Impacto financiero

En el negocio de Chávez, en Desamparados, la situación es crítica. Según dice, uno de los problemas que enfrenta es que, al estar en cantón con alerta naranja, debe cerrar por ciertos días la recolección.

En esto coincidió Marlen Chacón, empresaria del Centro de Acopio San Antonio de Escazú, quien explicó que, al pasar menos días abiertos, la recolección se ha venido disminuyendo.

“Nosotros tenemos que trabajar menos horas para cumplir con los protocolos y seguir ordenando y manteniendo en orden la bodega. (...) Tenemos que venir menos días, entonces la productividad baja”, dice.

Lea: Isla desierta del Pacífico acumula mayor densidad de desechos plásticos en el mundo, revela estudio

Otro problema generado por la pandemia del Covid-19 es que los precios a los que pueden vender los materiales ha bajado, según indicaron tanto Chacón como Chávez. En gran parte, es debido a la reducción de operaciones en otras empresas.

“A la Kimberly Clark le vendíamos bastante papel, por ejemplo. Pero ellos cerraron operaciones porque igual ha disminuido la venta. Los proveedores que compran se limitan porque es mucha demanda. Igual Vicesa cerró unas plantas y nos limita el tema del vidrio”, explicó Chávez.

Debido a la alta demanda que queda en el mercado, los precios han comenzado a bajar a un punto en que el negocio se dificulta, según explicó Chacón.

Rol municipal

Con la gente en sus casas, las municipalidades —responsables legales por recolectar residuos— han tenido que adaptar sus sistemas de reciclaje para llegar a las casas, explicó Karla Chaves.

“Nuestra nueva normalidad es la separación en la casa y la entrega a las municipalidades. (...) Esto los pone un poco contra el tiempo: entre más puedan hacer rutas diferenciadas (de reciclaje), más le van a ayudar a la gente”, dijo Chaves.

La generación de basura no disminuyó, sólo cambió de lugar: ahora la mayoría se produce en la casa. La Municipalidad de San José, por ejemplo, reportó un aumento de mil toneladas en la basura domiciliar, algo que describen como “un mar de basura”.

Lea: Covid-19 aumentó en mil toneladas residuos en hogares de San José; basura disminuyó en vía pública

“Esto es un llamado a las municipalidades para que las que no tienen ruta (de reciclaje) rápidamente la puedan instalar. Les puede reducir costos porque el material valorizable lo pueden vender”, explicó la directora de Ecoins.

“Esto es un asunto económico. El tema ambiental es la punta del iceberg. Lo que está debajo es una industria como cualquier otra”, añadió.