Recaudación fiscal cae una tercera parte por impacto de Covid-19, cuantifica Hacienda

La recaudación tributaria del país cayó un 32,6% en abril en comparación con el promedio registrado en los primeros tres meses del año, como consecuencia de la crisis generada por el Covid-19.

Así quedó plasmado en la última entrega de cifras fiscales del Ministerio de Hacienda, publicada este 20 de mayo, que ahora sí reflejó el impacto de la contracción económica que empuja la pandemia y de las moratorias en materia de impuestos que concedió el Ejecutivo para personas físicas y jurídicas que se han visto afectadas por la situación de emergencia.

En total, Hacienda registró ingresos tributarios por ¢290.713 millones, para una caída de casi ¢140.000 millones en relación con el promedio recaudado en los primeros tres meses del año.

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El efecto negativo en los ingresos del Estado ya había sido advertido por el ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, desde mediados de marzo. Sin embargo, no se habían concretado en cifras reales hasta ahora, con la entrega de los registros de ingresos y gastos de abril.

De hecho, la recaudación fiscal del país había crecido con fuerza hasta los registros de marzo, como parte de una tendencia positiva que desencadenó la aplicación de la reforma fiscal y que ahora se verá interrumpida por la crisis del Covid-19.

Sobre estas cifras, el ministro Chaves afirmó que su cartera está "trabaja con toda responsabilidad y urgencia para financiar la atención de las familias afectadas por la crisis del coronavirus", pero que además hace lo mismo para sostener unas arcas estatales que estiman una caída anual de ¢975.000 millones en sus ingresos.

La caída se explica por las reducciones previstas en el consumo interno, el turismo y la actividad comercial internacional; pues las moratorias solo permitirán a personas físicas y jurídicas posponer su pago hasta fin de año, pero no obviarlo del todo.

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Sobre la capacidad del país de obtener financiamiento para cumplir con las necesidades del país, a pesar de la caída en los ingresos, Chaves subrayó que "la comunidad financiera internacional ha demostrado confianza sobre el marco de política fiscal que adoptó Costa Rica para atender la crisis económica que estamos viviendo".

"Esta confianza se reflejó en la decisión positiva del FMI de aprobar el crédito por $504 millones a nuestro país. Esto es parte de las garantías evidentes de que el Gobierno puede honrar sus compromisos con los programas sociales, la deuda pública, los salarios, las cargas sociales, el pago a proveedores e inversión pública, esta última es particularmente importante porque será vital para el renacer de la economía”, puntualizó.

Hacienda aseguró que tiene todas las fuentes de recursos necesarias para cumplir con sus obligaciones en lo que resta del año, para lo que buscará un 12,45% del PIB en financiamiento en 2020. De ese total, un 44% se conseguiría a través de deuda interna y un 56% a través de créditos internacionales.

Gastos se reducen, pero no alcanza

Las cifras fiscales del país hasta abril también evidenciaron una reducción en materia de gasto público. Pese a la emergencia y las partidas excepcionales para atenderla, los gastos totales que registra el país han decrecido un 1,5% en la comparación interanual hasta abril (de 2019 a 2020).

Rubros como remuneraciones e intereses de la deuda siguen creciendo (2,4% y 26,3%, respectivamente); sin embargo, las transferencias al sector público han podido reducirse significativamente (18%)

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Los ingresos totales registrados por el Estado sumaron los ¢1,7 billones en los primeros cuatro meses del año, para una caída del 0,8% en comparación con el año pasado. Por su parte, los egresos sumaron los ¢2,5 billones, para un decrecimiento del 1,5%.

Esas cifras representan un déficit financiero de ¢786.352 millones, que se reduciría a ¢168.965 millones sin el pago de la deuda (déficit primario).

Hacienda proyecta un déficit financiero del 8,6% del PIB para el año 2020, aunado a una deuda pública acumulada del 67% del PIB, producto de la crisis por el Covid-19. Estas cifras representan variaciones interanuales negativas de 1,6 y 8,5 puntos porcentuales, respectivamente, en comparación con el año pasado.