Proyectos de Japdeva evidencian falta de priorización y metas claras, señala Contraloría

Falta de priorización en los proyectos y metas claras son algunos de los puntos débiles que señala la Contraloría General de la República (CGR) a la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

El informe de auditoría dado a conocer este jueves establece varias debilidades que tiene la entidad y que debe corregir, sobre todo tomando en cuenta que recibirá mensualmente el 7,5 por ciento de los ingresos brutos de la concesión de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), los cuales tiene que destinarse a obras de desarrollo.

El primer aspecto que menciona la Contraloría es la falta de identificación de actividades y zonas prioritarias en las que se direccionan los recursos para el desarrollo.

"De la revisión realizada por la CGR se evidenció que durante el periodo 2012-2017, la gestión de desarrollo de JAPDEVA se centró en el otorgamiento de aportes comunales, a través de diversos programas y proyectos, sin estar alineados a una planificación u orientación estratégica, como el programa de mejoramiento de caminos vecinales en zonas de producción y asentamientos campesinos, el cual concentró un 45 por ciento de los recursos asignados durante dicho período. La ejecución de dichos recursos es inercial año a año y bajo demanda, pues es ante solicitud de las asociaciones, grupos vecinales y otras instituciones públicas que se da su asignación", menciona el informe DFOE-IFR-IF-00005-2019.

Otro de los puntos que señala es que la institución no ha definido una estrategia o plan de acciones direccionados a la transparencia en su gestión de programas y proyectos de desarrollo.

"Se determinó que en los instrumentos de planificación elaborados por Japdeva no se establece un responsable de cada programa y proyecto que ejecute las labores de planificación, organización, dirección, control y documentación del programa y proyecto, tampoco se definen fechas de inicio y de finalización, ni existe un sistema de información confiable, oportuno, relevante y competente para dar seguimiento y monitoreo a cada uno de los programas y proyectos", indican.

Asimismo, critican que no se evidenciaron métricas de tiempo, costo, alcance y calidad, ni una valoración de riesgos de cada programa y proyecto.

"De la revisión se determinó que los pilares de institucionalidad y seguimiento, en el marco de la gestión de programas y proyectos, alcanzan un nivel de cumplimiento, de 21,74 por ciento por ciento y cero por ciento, respectivamente", explican.

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El tercer señalamiento que realiza la Contraloría es la debilidad en el acceso a la información relacionada igualmente con la gestión de los diferentes acciones.

"Japdeva circunscribe el tema de la transparencia institucional principalmente a la página web. No obstante, dicho canal resulta insuficiente, dado que no tiene un alcance para toda la población de la Vertiente Atlántica, derivado tanto de la brecha tecnológica como educativa", cuestiona la entidad fiscalizadora.

El pasado 9 de mayo, la presidenta Ejecutiva de Japdeva, Andrea Centeno, así como todo un grupo involucrado en la institución, recibió la comunicación preliminar de resultados, conclusiones y disposiciones de la auditoría.

La Contraloría solicitó a la Presidencia Ejecutiva y al Consejo Directivo de la entidad elaborar e implementar efectivamente un plan de acción para identificar las actividades y zonas para mejorar todos los puntos señalados. Después de ello, dio 30 días naturales para desarrollar el modelo de gestión de programas y proyectos.

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Japdeva tiene cuatro años de reportar pérdidas en sus utilidades y a eso se le suma la pérdida de más de 70 por ciento de sus clientes comerciales tras la entrada en operación del megapuerto de Moín, a cargo de APM Terminals.