Se trata de un empresario dedicado a la venta de ropa y accesorios, una de sus hijas así como uno de sus supervisores
19/01/21 | 19:41pm
Tres de los primeros seis ciudadanos condenados por el delito de defraudación fiscal figuran entre las personas más buscadas en Costa Rica.
La Sección de Capturas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó este 19 de enero que requiere dar con el paradero Wilson Soto Mora, Éricka Soto Navarro y Ólger Murillo Hernández; todos sentenciados a 10 años a finales del 2020.
Ellos tres formaron parte de un grupo familiar que utilizó una maraña de 53 personas jurídicas y 103 personas físicas, que operaban a través de establecimientos comerciales ubicados en diferentes zonas del país, para disimular su actividad como un conglomerado. De esta manera, todas estas personas físicas y jurídicas se encontraban inscritos ante la Administración Tributaria, de manera independiente y bajo el Régimen de Tributación Simplificada, con lo que pagaban menos impuestos.
Así lo determinó el Ministerio de Hacienda después de constatar irregularidades en el procedimiento de inspección seguido contra las personas físicas y jurídicas, que implicó revisiones de 156 casos.
Las diligencias emprendidas por la cartera motivaron la presentación de una denuncia en el 2004, luego de que determinara que la empresa desarrolló "maniobras complejas" para dejar de pagar ¢149,7 millones en 2001 y ¢230,8 millones en 2002, por concepto de Impuesto sobre la Renta, según explicó en octubre anterior el director general de Tributación, Carlos Vargas Durán.
De Soto Mora, en ese momento se le identificó como un empresario dedicado a la venta de ropa y accesorios. Él figuraba como representante legal de las compañías involucradas y accionista mayoritario de las sociedades utilizadas para cometer los ilícitos.
Soto Navarro es una de las dos hijas de Soto Mora, las cuales además se encargaban de las ventas y los ingresos percibidos. Murillo Hernández, en cambio, era uno de los dos supervisores de zona.
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Para el caso en cuestión fue necesario hacer un levantamiento del secreto bancario; herramienta que permitió determinar que los ingresos producto de la actividad económica desarrollada por el grupo de referencia eran depositados en cuentas bancarias de Soto Mora, sus dos hijas y de dos sujetos de apellidos Murillo Hernández.
Al cierre de esta publicación, AmeliaRueda.com tenía en trámite una consulta en la oficina de prensa de la Policía Judicial, a fin de determinar la fecha exacta desde la cual se busca a los sujetos.
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