Hacienda busca opciones para afrontar las necesidades de financiamiento de los próximos años, las cuales llegarían a su punto máximo de la década en 2021. No se descarta acudir a los mercados internacionales, aun cuando las calificaciones de riesgo nacionales no son atractivas.
28/06/20 | 10:16am
Una nueva emisión de eurobonos es posible en 2021, si antes no se aprueba el acuerdo de financiamiento stand-by con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por $2.250 millones. Así lo afirmó el viceministro de Egresos del Ministerio de Hacienda, Isaac Castro, ante la consulta de AmeliaRueda.com.
Hacienda busca recursos para llenar las necesidades de financiamiento nacionales, las cuales alcanzarían su punto máximo de la década en 2021, si se cumplen las proyecciones de ese ministerio para ese año.
Lea: Necesidades de endeudamiento de Costa Rica llegarían en 2021 a su punto más alto de la década
Según detalló Castro, la posibilidad de realizar una nueva emisión "siempre ha formado parte de las opciones a valorar, para satisfacer las necesidades brutas de financiamiento del Gobierno", motivo por el que "no se debería descartar totalmente esa posibilidad para el año 2021 o para más adelante".
El viceministro agregó que la posibilidad es todavía más fuerte "mientras no se tengan garantizados recursos de otras fuentes como organismos multilaterales, incluyendo al Fondo Monetario Internacional"; pues esos son los únicos recursos disponibles en el mercado, que ofrecerían mejores condiciones para Costa Rica.
Castro reconoció que el panorama actual de la economía costarricense no es el óptimo para buscar una emisión de eurobonos (créditos en el sector privado internacional). Sin embargo, enfatizó que esas condiciones negativas también afectan a los mercados internos, que ya de por sí están muy presionados por la actividad del Gobierno y le ofrecen peores condiciones.
"Estamos conscientes de que recientemente los efectos de la crisis sanitaria mundial y las calificaciones crediticias del país, exponen a Costa Rica a tasas de interés mayores que en emisiones anteriores, pero los costos en el mercado interno tampoco son muy inferiores a esas referencias", comentó.
El viceministro además aseguró que el Gobierno espera mejorar sus condiciones macrofiscales en los próximos meses, de modo que se puedan realizar colocaciones "en mejores condiciones, en caso de que se deba recurrir a esa fuente de financiamiento".
Lea: Deuda de Costa Rica alcanzaría un 74,5% del PIB en 2024, según proyecciones "positivas" de Hacienda
En proyecciones sobre los niveles de la deuda pública y de las necesidades de financiamiento para los próximos cinco años, entregadas por Hacienda a AmeliaRueda.com, la entidad suponía emisiones de eurobonos por $1.500 millones en 2021 y $1.000 millones en años posteriores.
La última emisión de eurobonos se aprobó en julio de 2019, por parte de la Asamblea Legislativa. El monto permitido fue de $1.500 millones. Los recursos ingresaron al país; sin embargo, la mayor parte del dinero ($994 millones) no se utilizó sino hasta este 2020.
Las calificaciones de la deuda pública costarricense han caído de forma constante en los últimos años, ante el deterioro de las finanzas públicas por los constantes déficits financieros registrados por el país en los últimos 15 años. De hecho, la calificadora Standard & Poor's rebajó la nota a B, con perspectiva negativa, a inicios de mes (uno de los escalones más bajos).
Lea: Calificación de riesgo costarricense se asoma al escenario más crítico para la deuda pública
Esta situación implica peores condiciones crediticias para el país; es decir, un aumento en las tasas de interés que obtiene por el dinero que necesita para pagar sus gastos regulares y refinanciar las deudas ya adquiridas.
Con este panorama, el país ha intentado abandonar el mercado prestamista interno (fondos e instituciones), pues encuentra una mayor competencia en los mercados internacionales y mucho mejores condiciones en los créditos de organismos multilaterales.
Con estas medidas, se busca aumentar la competencia por la deuda costarricense y reducir la presión sobre los mercados internos, de modo que las tasas de interés nacionales no crezcan y el sector privado disponga de una mayor cantidad de recursos.
No obstante, el país enfrenta una perspectiva cada vez más compleja para gestionar su deuda pública, con déficits financieros sostenidos y un acumulado de la deuda que superaría el 67% del PIB este 2020 (muy por encima de los niveles de sostenibilidad recomendados por los organismos internacionales).
Las condiciones únicamente se podrán estabilizar a mediano plazo, en caso de que el país logre estabilizar la diferencia entre sus gastos y sus ingresos, preferiblemente propiciando un superávit primario (una diferencia positiva sin contar el pago de intereses) a través de distintas reformas.
Noticias, reportajes videos,
investigación, infografías.
Periodismo independiente en Costa Rica.
(506)4032-7931
|
comunicados@ameliarueda.com
Privacidad