El presidente Chaves "sabrá en su fuero interno cuáles fueron las razones que lo motivaron a mi salida", señala Patricia Navarro a su salida del Gobierno
02/09/22 | 19:50pm
Tras casi cuatro meses al frente del Ministerio de Comunicación, Patricia Navarro Molina, quien fue destituida este viernes por el presidente Rodrigo Chaves, dice que sale del Gobierno satisfecha por el trabajo hecho desde su departamento pero con un sinsabor por las tensas relaciones entre la prensa y el Poder Ejecutivo.
No votó por Chaves e incluso lo adversó en campaña. Ni siquiera lo conocía antes de que le ofreciera el cargo. Trabajó hace muchos años para medios de comunicación como La Nación y La República, pero antes de llegar a Zapote se dedicó a la docencia. Además de ser periodista, tiene formación en derechos humanos.
En una conversación telefónica este viernes, pocas horas después de su despido, la ahora exministra conversó a profundidad sobre su labor en los últimos meses, la dinámica con los medios de comunicación, y la acusación de acoso laboral que hizo por medio de AmeliaRueda.com una asistente a la que despidió.
Este es un resumen de la entrevista que se extendió por 27 minutos.
¿Qué responde a la denuncia por acoso laboral que quiso interponer su exasistente en contra suyo?
La verdad es que era un asunto de Recursos Humanos. No hay ninguna denuncia, no hay nada interpuesto, ella no hizo nada de eso. No se está ocultando información; no hay. De hecho, en el correo [de Recursos Humanos a Karina] se le dice a ella que nunca hizo un proceso de acoso laboral. Ahí hay todo un procedimiento que se tiene que seguir; no es que usted llega y nada más denuncia, y ya. Nunca se hizo el proceso como correspondía. Ella solo fue a hacer una consulta de cómo era el proceso. Eso fue todo lo que ella hizo, y sobre ella yo no puedo decir nada malo.
"Fue una persona que yo contraté, a la que aprecio muchísimo".
Maltrato nunca hubo. Por el contrario, era la persona que más temprano salía. Ella cumplía un horario de 8 a 5; los viernes incluso salía una hora antes porque ella estudiaba. Nunca se le maltrató. Sí le pedía, y eso tengo que reconocerlo, cuando había conferencias de prensa le pedía por favor que hiciera los sandwiches para la gente del Sinart, porque nosotros no tenemos quién lo haga. A veces yo le ayudaba, a veces le ayudaba una periodista, y sabemos que esas no son funciones de ninguno de nosotros, pero todos en la intención por atender bien a la prensa llevaban los bocadillos, etc, pero con la consciencia de que no era una labor de nadie. Lo que pasa es que nosotros no tenemos una persona que nos atienda cuando llegan visitas. Yo misma servía cafés, cuando hubo reuniones de noche, porque para mí eso no es una labor denigrante. Yo como ministra pude haber dicho 'no lo hago', pero usted sabe como periodista que nosotros hacemos de todo y no nos da ninguna congoja. Pero ella nunca fue maltratada realmente, yo a ella la aprecio muchísimo, y me sorprendió esto, pero nunca hubo maltrato ni por parte mía ni por parte de nadie.
Dijo tras su destitución que la verdad saldrá a la luz. ¿Es porque iniciará algún proceso para denunciar algo?
No, no. Yo contra el Gobierno ni el presidente tengo nada. Son reflexiones mías un poco sobre todo referidas a lo que ustedes han dicho sobre mí; han dicho que yo he acosado a gente, la gente ha dicho que yo la he acosado, han dicho que yo estoy coartando la libertad de prensa, han dicho muchas cosas. Pero solo el tiempo y Dios mostrarán la verdad porque yo desde mi convicción más profunda nunca he hecho ese tipo de prácticas ni tampoco la gente del Ministerio. A eso me refiero yo. No me refiero al señor presidente ni me refiero al Gobierno. Me refiero más que todo a lo que ha sucedido en la prensa y que de alguna manera a mí me ha dolido porque yo como profesora universitaria amo mucho el trabajo de enseñar y del periodismo, y son reflexiones en ese sentido.
¿Piensa tomar algún tipo de acción por lo que dijo su exasistente?
No, no. Como no hay ningún proceso ante Recursos Humanos... Yo no soy vengativa. Dios sabe las cosas y yo tengo mi consciencia muy tranquila. Yo dejo la justicia en las manos de Dios, eso es lo que hago. A mi edad de 63 años no me voy a desgastar en este tipo de cosas. Creo que cada ser humano tiene su consciencia y sabe qué es verdad y qué no, y yo me apego a eso. Realmente creo en la humanidad. Tal vez por eso me han pasado muchas cosas, pero creo que la gente tiene consciencia y puede clarificar cuál de las cosas que está diciendo son verdad y cuáles no.
¿Qué razones le dio el presidente para destituirla?
Como siempre he dicho, nosotros somos de libre remoción. La carta es lo mismo que está en el comunicado. No se da ninguna razón. Es una decisión que él toma y me la comunica en ese sentido.
¿Cree que su salida tenga que ver con algunas de las cosas que pasaron esta semana, que estuvo bastante intensa?
Yo quisiera tener una bolita de cristal igual que el presidente a ver qué piensa él, pero no quisiera inferir cosas que no tengo certeza.
¿Cómo fue su relación con su presidente estos meses?
Él es una persona que tiene su forma de ser. No es tan cálido, digamos; conmigo creo que sí y con otros ministros. Es una persona que cuando está en esos días maravillosos que tiene, porque hay días en que está muy ocupado y muy preocupado, es muy cálido, es una persona cálida, es divertida, y mi relación creo que con él fue buena.
¿La estrategia de comunicación venía toda del Ministerio de Comunicación o había otros aportes?
Alguna periodista por ahí dijo que yo nada más respondía como títere a quien manejara los hilos. No. Eso nace de nosotros. Hay una propuesta de comunicación que se presentó y el presidente avaló. Nosotros trabajamos de la misma manera que un medio de comunicación: se hacen previsiones, se reúnen en la mañana, se decide qué se va a hacer, se distribuyen los equipos. Hay toda una intencionalidad. Uno: estar cerca de la población, de los ciudadanos, y por eso es que teníamos la forma de hacer las cosas, que era conferencias de prensa en vivo y una apertura completamente en redes sociales.
Pero también se generaron muchos comunicados de prensa; se hizo un trabajo muy intenso a partir de una propuesta de comunicación clara. En el caso del presidente, que siempre salía con los ministros detrás, nuestra intención siempre fue mostrar a un presidente que trabaje en equipo, que es un equipo eficaz porque puedo dar fe de que los jerarcas son gente muy comprometida que quiere lo mejor para este país; es gente que no es política sino que es gente que quiere hacer las cosas bien, entonces se ponían detrás para que el presidente se sintiera acompañado y si había dudas él podía recurrir a ellos.
¿Le parece paradójico que la primera ministra que sale de un Gobierno cuya comunicación ha sido efectiva sea la ministra de Comunicación?
Nosotros en el trabajo que hemos hecho... usted ha visto la popularidad del presidente; no ha salido de la manga, ha salido de un trabajo sostenido de comunicación. Y sí, ciertamente usted tiene razón en eso, pero son cosas que solo el señor presidente sabrá y que tal vez en algún momento yo me enteraré. Por ahora sería estar en terrenos de la suposición. Él tendrá tal vez mejores fichas que yo, y tal vez su decisión sea para hacer cambios pero yo no sé realmente, entonces no podría responderte a qué se debe.
Tras su salida del Gobierno dijo que usted jamás maltrató a nadie, que no instigó o acalló a la prensa. ¿Sí existe en el Gobierno intención de acallar o dañar a la prensa?
No. Para nosotros, y desde la propuesta de comunicación no. Nunca ha habido esa intencionalidad. Incluso mi trabajo como ministra de Comunicación, que me correspondía coordinar la comunicación interinstitucional, siempre la idea fue que los comunicados fueran muy claros, no tan técnicos, y a los jerarcas incluso en las últimas semanas les pedí que por favor se hicieran más presentes en los medios regionales. Creo que no ha habido ninguna intencionalidad de acallar a la prensa. Las opiniones que tenga el presidente, que ha hecho públicas en sus conferencias de prensa, son opiniones particulares y personales de él pero que nunca se tradujeron en un ejercicio de comunicación desde el Ministerio de Comunicación.
¿Es cierto que al personal del Ministerio de Comunicación le tomó por sorpresa que el presidente anunciara que las preguntas en las conferencias de prensa ahora se van a rifar?
Nosotros no sabíamos y sí, a nosotros nos preocupa, a mí me preocupa mucho y me sigue preocupando ya desde afuera, la forma en que se vaya a hacer porque no quisiera yo ver violentado el acceso a la información de parte de la prensa. Usted mismo ha sido testigo de que cuando hay que ponerse de acuerdo en preguntas entre varios periodistas, usted no ha podido contestar, y creo que sí es importante que ustedes puedan contestar. Ellos tendrán que hacer una estrategia para ver de qué manera lo hacen y que no afecten la posibilidad de ustedes de preguntar, que ahí sí sería un problema que creo que podría ser también una crítica para el Gobierno. Tendrían que ver cuál es la estrategia y cómo lo van a hacer para que haya un balance y un respeto a ustedes como prensa.
¿Pasó con otras situaciones que el presidente anunciara o dijera algo que los tomara desprevenidos?
No, solo esa vez. Solo cuando decía que quería que le preguntaran más después de que decíamos solo 10. Pero siempre fue una especie de acuerdo, evidentemente respetando la decisión, el tiempo y la agenda del señor presidente.
Su gestión comienza muy polémica desde la primera semana cuando trasciende la presunta instrucción de limitar el acceso a la prensa en una reunión con los jefes de prensa. ¿Hubiera hecho algo diferente desde el inicio?
No, no hubo ninguna mala intención. Yo tengo el corazón de profesora universitaria y desde ahí me manejo, desde ahí trabajo mucho lo que hago, muy pedagógica y muy didáctica. No es un secreto para nadie que hay algunas oficinas de prensa que digamos que se sienten en un feudo aparte y hay que tener una comunicación coordinada porque tenemos que trabajar en equipo. Hemos hecho muchísimos comunicados colegiados entre diferentes jerarcas, pero nunca fue con la intención de acallar. Que se tergiversara, con la mala intención de algunos medios de hacernos ver mal, fue algo que a mí me tomó por sorpresa. Parte de la inocentada mía de no estar en el sector público, de no tener la malicia de pensar que algo así podía pasar. Vino de quien vino y quien hablo mintió porque nunca fue la intención. Yo liberé el audio completo.
Es cierto que hay alguna prensa que no va a decir nunca que el presidente hace algo positivo o bueno, y no hablo de don Rodrigo Chaves, hablo de todos los gobiernos. Sabemos que estamos buscando el punto negro porque es parte de la lógica del periodismo, el conflicto y la denuncia, pero sabemos que algunos medios solo ven la parte oscura en un cuadro blanco. Sí creo importante por la paz de este país que la gente tenga la tranquilidad que la información sea lo más imparcial posible, porque la publicación que hace un periodista puede generar un conflicto social muy grave porque la información es incorrecta o malintencionada.
¿También puede decirse que si el Gobierno dice algo sobre la prensa o un periodista puede ponerle en riesgo?
Aclarar que no ha salido de nosotros como Ministerio de Comunicación. Si es el presidente el que lo expresó, es su opinión particular, pero no es la opinión del Gobierno ni la opinión del Ministerio de Comunicación, y eso sí creo que tiene que quedar claro.
¿Luces y sombras de estos cuatro meses?
Luces: el trabajo que hicimos en comunicación, en las conferencias, en la producción de videos, toda esa maquinaria que trabajó que son chicos maravillosos, gente muy entregada. ¿Las sombras?
"Como exministra, como ministra que fui, no estoy de acuerdo -y aquí sí lo puedo decir claramente- que se le llame 'prensa canalla'. Yo sí creo que los canallas no son los periodistas, que el problema está en los dueños de medios que pretenden defender algunos intereses. Todos necesitamos un trabajo y para un periodista que necesita un trabajo es muy difícil decir 'no puedo'; eso yo lo entiendo, es lo que llamo yo 'operación frijoles'. Tampoco me gusta que se les insulte o que se les llame como se les llamó, ni tampoco que se haga mofa del trabajo periodístico." Y eso yo lo defiendo a capa y espada porque los periodistas están trabajando.
Sí creo importante que haya un espacio de criticidad de parte de ustedes, de tomar distancia y reflexionar sobre su propio ejercicio profesional, porque a veces se dejan llevar, y yo lo sé porque estuve del lado que usted está, por la emoción del momento, por el escándalo, por el morbo, y entonces ahí nos perdimos todos. Pero sí creo que la prensa de este país tiene que reflexionar en la necesidad de una propuesta de periodismo diferente. Yo vengo de una formación de derechos humanos y creo que sí tiene que haber un ejercicio de reflexión. El mismo Colegio de Periodistas creo que no lo ha hecho, lo puedo decir ahora claramente; depende de dónde se acomode la cosa atacan al presidente o al Gobierno o atacan a la prensa.
Creo que no se trata de buscar culpables; se trata de convocar a diálogo y buscar mejoras en todos los sentidos. A mí Iplex me llamó, el Colegio de Periodistas me buscó, y mi respuesta fue: '¿por qué no hablan con los medios?', porque los débiles somos nosotros, los que estamos en una oficina de prensa. Es importante pasar por un proceso de reflexión, ustedes como periodistas, de entender y pensar en qué estamos haciendo por la paz social de este país, porque a fin de cuentas todo lo que publicamos va a generar una crisis o un movimiento social, un cisma social, y eso es lo que nosotros no queremos, y todo lo que ustedes hacen tiene que colaborar en la democratización de este país, en la democracia de este país y en el ejercicio pleno de todos los derechos de las personas.
¿Usted cree que si estuviera en el otro lado también la llamarían prensa canalla?
Trataría de que no, pero hay un concepto muy interesante que habla de periodismo de paz y periodismo de guerra. En el periodismo tradicional que practicamos, para los medios existen buenos y malos, blancos y negros, no hay medias tintas, y entonces se trabaja desde la lógica del bueno y el malo, pero no se trata de eso. Yo en mi ejercicio profesional he tratado siempre el balance informativo. Recibí muchos ataques pero nunca me le fui al cuerpo a ningún funcionario ni a ninguna persona. Creo que por eso no me han contratado en medios durante mucho tiempo, porque por mi formación en derechos humanos y comunicación para la paz he tratado de establecer puentes de comunicación. A veces se me dice que soy muy suavecita. Yo trato de practicar el principio de paz y la comunicación para la paz como elemento importante de la comunicación periodística y la comunicación humana.
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