MECO mantenía control de municipios por medio de gerente encargado de entregar dádivas, según OIJ

La constructora MECO mantenía el control de los municipios aliados por medio del gerente de las plantas asfálticas, Luis Fernando Gutiérrez, hombre de confianza del dueño de la empresa, Carlos Cerdas, y quien logró, según la investigación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), involucrarse directamente en los procesos de contratación de los ayuntamientos.

Gutiérrez se ganó la confianza de alcaldes y empleados municipales, quienes incluso llegaron a darle cuenta sobre los procesos de licitación, carteles y presupuesto.

Éste es el único imputado del caso Diamante que aún se mantiene detenido y a quien la Fiscalía solicita ocho meses de prisión preventiva.

Este gerente de MECO era quien presuntamente ofrecía las dádivas, desde dinero, carros y hasta reparaciones, además, sería quien las entregaba y buscaba más aliados dentro de las municipalidades.

“Hay que enviarle un regalito”, “pregúntele si no quiere un aguinaldo extra”, “para aquella cuestión”, son parte de las frases utilizadas por Gutiérrez, a quien el OIJ cataloga como pieza clave y fundamental para la operación de este llamado “grupo criminal”.

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Este trabajador de MECO tenía la responsabilidad de mantener una comunicación permanente con sus aliados, consultar cómo van los procesos y ayudar incluso en la confección de carteles.

En el expediente judicial 20-9616-42-PE se indica que Gutiérrez “tiene una relación estrecha con Abel (González, gerente de operaciones de MECO), pues en muchos casos se ponen de acuerdo en la entrega de dádivas o servicios a los funcionarios públicos, ofrece artículos para comprar a los funcionarios, quienes de igual forma aceptan dichas promesas de pago y están de acuerdo con las mismas, pues regatean hasta montos a pagar”.

“Luis Fernando dentro de la organización tiene una función sumamente relevante, pues es quien verifica el proceso del asfalto que se coloca en las carreteras”, señala el expediente, donde también se transcriben las múltiples llamadas que Gutiérrez tuvo con los funcionarios para la entrega de sobornos, arreglo de contratos y adelanto de pagos de facturas. Este es un ejemplo de una de ellas:

-Funcionario municipal de Escazú: ya ya está aprobado don Luis, no se preocupe.

-Luis Fernando: y ¿quién preside la comisión de hacienda? ¿alguien afín a don Arnoldo?

-Funcionario: no se preocupe, la comisión es de los que creo son los jefes de fracción.

-Luis Fernando: mmm

-Funcionario: este y uno, el de la Yunta que va con don Arnoldo, entonces…

-Luis Fernando: ok

-Funcionario: usted por eso no se preocupe

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Más adelante en la misma conversación, el funcionario municipal y el gerente de MECO se ponen de acuerdo sobre cómo presentar la oferta de uno de los contratos para que sean los adjudicados.

-Funcionario: se va a adjudicar así… don Luis le vamos a pedir como quien dice la memoria de cálculo específica

-Luis Fernando: exacto

-Funcionario: no memoria de cálculo, sino como quien dice el diseño. Entonces don Luis, por ejemplo, si ese monto fue para un tragante de tres metros de profundidad, por decirle algo

-Luis Fernando: ajá

-Funcionario: entonces don Luis lo que vamos a hacer es que me cotiza un tragante de un metro, un tragante de dos metros

-Luis Fernando: proporcional, claro

-Funcionario: exactamente y lo metemos como adenda

-Luis Fernando: eso es muy inteligente, muy bien, muy bien….

La cercanía y confianza que tenía el gerente de MECO con todos los miembros del grupo (alcaldes y funcionarios) fue fundamental para lograr la obtención de los contratos y tener el ambiente “controlador”.

Similitudes con caso Cochinilla

De una manera similar operó MECO en el caso Cochinilla donde también se le investiga por la supuesta corrupción en contratos de obra vial.

En ambas circunstancias, la empresa asigna a uno de sus trabajadores la tarea de estar cerca, crear vínculos de confianza y manejar los procesos.

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En el caso Cochinilla, la “pieza clave” de la empresa constructora era Tobías Arce, el llamado mensaje cuyo objetivo era estar siempre en el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), crear vínculos de confianza con los funcionarios, ofrecer y entregar dádivas y agilizar el pago de facturas.

Arce mantiene en este momento un monitoreo permanente con tobillera electrónica.

Otro factor importante es que el dueño de MECO, Carlos Cerdas, está imputado en ambos expedientes.

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