Matemático de la UCR: país terminará pagando a Globalvía hasta seis veces el monto de lo invertido

El país terminará pagando a la empresa Globalvía hasta seis veces más del monto invertido originalmente, así se desprende de estimaciones elaboradas por el docente e investigador de la Universidad de Costa Rica, Mario Villalobos, durante una entrevista realizada en el programa Nuestra Voz.

El experto, quien es parte del Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa), aseguró que es urgente que las autoridades renegocien el modelo financiero del contrato debido a que en él se reconocen múltiples tasas que, incluso, ocasionan que el país corra el riesgo de estar pagando intereses sobre intereses, lo cual es ilegal.

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"El problema es la tasa de descuento. A ellos hay que pagarles todo el dinero desde el inicio de la concesión y la inversión no se hizo de esa manera. Vamos a terminar pagando cinco o seis veces la inversión inicial", dijo Villalobos.

Un reciente informe de la empresa supervisora de la ruta 27, el Consorcio Getinsa - Gabinete S.A, reveló las más recientes cifras de recaudación de Globalvía donde se indica que, a octubre 2020, se han recaudado más de $661,2 millones; sin embargo, al aplicarse todas las fórmulas de deflactación y rebajas (contempladas en el contrato), ese monto se convierte en $210,7 millones.

Esto quiere decir que el monto original del contrato ($301 millones) apenas ha bajado un 69,93% y la deuda es aún de $90 millones.

De acuerdo con el matemático de la UCR, esa cifra ($90 millones), representa en la actualidad $584 millones. "Esa sería la deuda si el país decide pagar todo hoy, pero ese monto se irá haciendo mayor conforme pasen los años, por eso digo que vamos a terminar pagando cinco o hasta seis veces el costo original del contrato ($301 millones)", agregó.

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El informe de la supervisora, también acusa a la empresa concesionaria de manipular los estados de ingresos por cobros de peajes, ya que realiza rebajas arbitrarias de supuesta "evasión" de pago que realizan algunos conductores. Este conflicto se encuentra en instancias judiciales.

Para el exministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Carlos Villalta, el lento impacto en la reducción de la deuda se debe a los términos con los que se negoció el contrato, el cual establece parámetros que son muy beneficiosos para el concesionario.

"Yo lo podría traducir en pocas palabras: en que realmente hay una tasa de descuento incluida en el contrato del 2000 que es un buen negocio para la concesionaria, lamentablemente el contrato, que data del 2000, incluye cláusulas y formas que en cierta medida no solo protegen al concesionario, sino que lo convierten en un negocio muy rentable", manifestó el ingeniero, quien agregó que se deben tomar en cuenta que a los dineros recaudados se les debe reconocer el costo de las obras adicionales realizadas por Globalvía, así como el costo del mantenimiento.

Para el exministro, es fundamental que se aproveche el proceso de negociación de la ampliación de la carretera, para renegociar las tasas de descuento y el modelo financiero.

Actualmente, todo dinero recaudado por la concesionaria debe llevarse al valor del dólar de noviembre del año 2000, cuando se estableció el contrato, esto pese a que las obras iniciaron hasta ocho años después. Además, una vez deflactado el monto, se le deben hacer todas las rebajas establecidas, también en el contrato.

"No todo es culpa del concesionario, hubo omisiones de la Administración de entonces a la hora del contrato. Tenemos que aprovechar una serie de lecciones aprendidas para no volver a repetirlas", dijo Villalta al resaltar que se espera que la misma empresa realice la ampliación de la carretera.

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El costo inicial del proyecto de concesión de la ruta San José-Caldera fue de $258 millones; sin embargo, en el gobierno de Luis Guillermo Solís se aprobó una adenda al contrato donde se elevó el monto a $301 millones como parte de un acuerdo conciliatorio con Globalvía para evitar enfrentar un proceso de arbitraje internacional interpuesto por la concesionaria que pedía un reajuste de precios en el costo de la carretera.

El contrato de concesión tiene una vigencia de 25,5 años, es decir, se prevé que concluya en junio del 2033 o antes, en el momento en el que se logre cancelar la deuda.

Sin embargo, este contrato tendrá una modificación debido a que se planea que Globalvía se encargue de las obras de ampliación de la carretera, lo que provocará que el plazo del contrato se extienda por 15 años más.