Allison Bonilla,juicio,madre,Costa Rica
Madre de Allison Bonilla.

Mamá de Allison Bonilla: “El dolor que sufrió mi hija es lo que me mortifica todos los días”

​Yendry Vásquez pidió la pena máxima de 35 años de cárcel para el presunto asesino de la joven en sus primeras manifestaciones desde que arrancó el juicio por el crimen

09/08/21 | 11:41am

El dolor que embarga a Yendry Vásquez Cordero por el asesinato de su hija, Allison Bonilla Vásquez, tiene dos detonadores: el sufrimiento que padeció la joven al morir y que no pudo despedirla de manera digna.

Ambos puntos de origen los precisó Vásquez Cordero la mañana de este lunes al romper el silencio en el que permaneció por una recomendación de su abogado, Rodrigo Araya Solano, desde el inicio del juicio el 19 de julio pasado contra Nelson Sánchez Ureña por aparente homicidio calificado.

“Mi dolor es porque él no me dejó verla por última vez y abrazarla (...) Lo único que me dejó abrazar fueron unos huesitos. Y el saber cuánto sufrió mi hija es lo que me mortifica todos los días”, aseveró a los medios antes de que se reanudara el debate por el crimen de Bonilla Vásquez, tras una semana de suspensión por motivos de agenda del Tribunal Penal de Cartago.

“Me da mucha ansiedad. Un día de estos pensé que me iba a morir. Sentía que ya no podía más, porque el escuchar las cosas que dicen allá (en el juicio) adentro, el saber cómo murió Alli, creo que ningún ser humano merece morir así”, agregó sobre las sensaciones que ha vivido en el debate oral y público.

Cuando se le consultó sobre sus expectativas del debate, la madre de la joven reiteró la postura de su representante legal, de exigir la pena máxima de 35 años de cárcel contra Sánchez Ureña.

“Pidiéndole mucho a Dios, confiada en Dios. Y a ella le digo todos los días que dé sabiduría a los jueces (Jenny Almendaris Solís, Magaly Orue Rivera y Franklin Ramírez Montero) porque deseo la pena máxima para ese hombre. Sé que nada me puede devolver a mi hija, porque nada me la va a devolver, pero ella no merecía morir así. Yo creo que ni la persona más cruel hace lo que él hizo con mi hija”, manifestó al respecto.

Vásquez Cordero se reservó comentarios sobre el juicio toda vez que ella declaró en condición de testigo el mismo 19 de julio. No obstante, el órgano jurisdiccional -de oficio- ordenó que su declaración se desarrollara sin la presencia de medios de comunicación o público, toda vez que sobre ella pesaba una protección solicitada por la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos.

Incertidumbre y dolor

Allison Bonilla Vásquez desapareció la noche del 4 de marzo de 2020, mientras caminaba de vuelta a su hogar en Ujarrás de Paraíso de Cartago. Ese día regresó antes del colegio nocturno de Cachí porque las clases se cancelaron.

Como era usual, viajó en bus y al llegar a la parada más cercana a casa se bajó para emprender a pie un recorrido de 1,2 kilómetros en el que se topaba a su madre, Yendry Vásquez Cordero. Sin embargo, en esta ocasión la joven que entonces tenía 18 años no apareció. La pesquisa realizada por la Delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago -iniciada un día después, a partir de la denuncia hecha por la mamá de la víctima- apunta a que en el camino, Bonilla Vásquez fue interceptada presuntamente por un vecino suyo llamado Nelson Sánchez Ureña.

El 5 de marzo de 2020 la Policía Judicial encontró en una explanada a 300 metros del clausurado paradero turístico Charrara unos anteojos que pertenecían a la víctima. Desde ese momento, se estableció un sitio de trabajo que implicó una inspección profunda de la zona, con lo que fue posible ubicar un rastro de sangre que se extendía por 140 metros, hasta una finca situada en la vera del camino que recorría Bonilla Vásquez. La misma concordaba con el ADN de la familia de la joven.

Fue entonces cuando el Organismo empezó a realizar entrevistas, perfiles y análisis de datos -incluida información confidencial- que lo llevaron a acercarse a la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos para pedir un allanamiento en una vivienda, el cual se concretó la tarde del 29 de marzo. En la casa habitaba Sánchez Ureña, a quien en ese momento le fue incautado su vehículo.

Para aquella oportunidad, el Ministerio Público se limitó a indicar que el sujeto era sospechoso pero que en las diligencias no se encontraron indicios o evidencias importantes para la causa 20-000825-0058-PE.

Ocho días más tarde un peatón encontró la cédula de Bonilla Vásquez en un cafetal de Ujarrás de Paraíso.

El 1° de julio de 2020, el abogado Rodrigo Araya Solano ofreció una conferencia de prensa en la que afirmó que ya sabía quién había tomado a la joven. Incluso, en esa oportunidad aseveró que otras dos personas le ayudaron a la primera a perpetrar el crimen.

No obstante lo anterior, fue hasta el 2 de setiembre de 2020 que la Policía Judicial y el Ministerio Público procedieron a realizar la captura de Sánchez Ureña.

El director general del Organismo, Wálter Espinoza Espinoza, explicó un día más tarde que el sospechoso era objeto de vigilancia y monitoreo toda vez que se estimaba que este podía regresar a algún sitio que permitiera dar con el paradero de la mujer; situación que no ocurrió. En esa oportunidad, el jefe policial también reveló que en el vehículo incautado se encontró sangre coincidente con el rastro que llevaba a la finca.

Sin embargo, se determinó que el sospechoso tenía previsto cambiar de domicilio, por lo que se procedió a su captura.

Una vez detenido el sujeto este confesó haber interceptado, violado y asesinado a la mujer cuando rindió declaración indagatoria, según lo dio a conocer Araya Solano el 4 de setiembre de 2020. Pero en un segundo momento procesal, 24 días más tarde, retiró lo dicho y alegó entonces que su versión inicial se dio en medio de presiones por parte de servidores judiciales.

A raíz de un reporte la Policía Judicial inició la búsqueda del cuerpo de Bonilla Vásquez en un botadero de basura clandestino en San Jerónimo de Cachí de Paraíso el 3 de setiembre de 2020, pero fue hasta 25 días después que se lograron ubicar huesos humanos y prendas que el 5 de octubre de 2020 se confirmó pertenecían a la joven.

El 10 de octubre de 2020, la madre de la joven llevó una cruz y arreglos florales hasta el lugar en el que se encontrar los restos óseos para despedir a Bonilla Vásquez. El funeral de la mujer se llevó a cabo 15 días más tarde.

Lea:

AmeliaRueda.com

Noticias, reportajes videos,

investigación, infografías.

Periodismo independiente en Costa Rica.

(506)4032-7931

comunicados@ameliarueda.com

Privacidad