<span>Con lágrimas de emoción y agradecimiento para con Costa Rica reaccionó el reconocido dramaturgo meses atrás, cuando supo que se estaba gestando el proyecto del reconocimiento. </span>
Yuri Lorena Jiménez
16/02/23 | 13:40pm
Con gran ilusión reaccionaron la mañana de este miércoles el actor, director y dramaturgo Lucho Barahona y su pareja desde hace 42 años, Luis Alvarado, tras conocer que el proyecto que declararía al dramaturgo, director y actor como “Ciudadano de Honor” escaló un nuevo peldaño tras la presentación oficial en el Congreso por parte de la diputada oficialista Ada Acuña.
Aunque Lucho estaba tomando una siesta durante la llamada de AmeliaRueda.com, Luis manifestó vía telefónica que la posibilidad del reconocimiento los emociona mucho a ambos y, particularmente, para Lucho es algo “inmenso”, en vista del amor y agradecimiento que el artista siente por el país que le dio la acogida, la nacionalidad y el espacio para desarrollar su arte.
“El proyecto empezó el año pasado cuando se nos dijo que la intención era realizarle un homenaje en vida, lo último que supimos fue que doña Ada lo iba a enviar a Comisión, cuando presentaron el proyecto él lloró, se le salieron las lágrimas pero de agradecimiento a Costa Rica: “El país me abrió el camino y mirá que lindo, ahora los ticos me van a dar un premio como tico que soy hoy también”, le dijo Lucho a Luis en su momento, siempre entre lágrimas.
Luis insistió en que la ilusión de Lucho no pasa por un tema de ego, pero sí de candor y de felicidad por la iniciativa.
Lucho, hoy de 93 años, durante medio siglo trabajó prácticamente con todos los actores y actrices de “la vieja guardia” del teatro costarricense. A lo largo de su carrera estrenó más de 50 obras “aunque podrían ser más”, y también incursionó con éxito en la televisión, aunque nunca en el cine. “Nunca nadie me lo propuso”, afirmó en una entrevista anterior con Ameliarueda.com.
Barahona llegó a tener dos salas propias –el mítico Teatro del Ángel y el teatro Lucho Barahona– que sostuvo con textos de la dramaturgia universal y especialmente comedias, aunque también llegó a protagonizar actuaciones en montajes para la Compañía Nacional de Teatro.
Al país llegó en 1973 procedente de Chile, tras el golpe militar que derrocó a Salvador Allende. No llegó solo: en ese viaje lo acompañaron sus colegas y compatriotas chilenos Alejandro Sieveking, Bélgica Castro y Dionisio Echeverría con quienes se lanzó a la aventura del hoy extinto Teatro del Ángel.
Lucho lanzó anclas y se estableció para siempre en Costa Rica.
Parte de los argumentos de la diputada Acuña con el fin de llevar a buen puerto la "Ciudadanía de honor", así como trozos de la historia del histrión, son los siguientes:
"Lucho Barahona nace en un humilde hogar formado por Luis Barahona y Olga Rivera, ambos de segundo apellido ignorado; compuesto, además, por 3 hermanos más (2 mujeres y 1 varón). En su niñez, su vida se vio afectada por la trágica muerte de su padre, quien era minero y falleció en una explosión. Cursó estudios secundarios en un instituto técnico. En su adolescencia se tuvo que dedicar a la venta ambulante de aparatos radiofónicos, para lograr algún sustento; por lo que -en una ocasión- al pasar frente al Instituto Chileno Británico, entró y se encontró con el Club de Drama, que llamó su atención y logró integrarse aun cuando no tenía experiencia alguna.
Lucho Barahona (izq.) en fecha no determinada. Foto Archivo.
"A pesar de poseer una personalidad 'tremendamente tímida', posterior a una presentación que tuvo con sus compañeros del Club de Drama, y por las cualidades que demostró en el escenario, recibió una invitación para entrar a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile; sin embargo, consciente de sus escasos recursos económicos, sintió que debía rechazar tal oportunidad. Todo cambió al ser informado que la educación era gratuita, por lo que con gran emoción se matriculó.
"Así, al finalizar sus cuatro años de estudio fue contratado por el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH). Con el tiempo, Barahona comenzó a sobresalir, además de sus cualidades en el diseño gráfico y escenografías, por sus dotes actorales y su gran capacidad multifacética de interpretación de diferentes personajes. Tal y como relata el propio Lucho, el grupo vio su éxito interrumpido debido al grave peligro como consecuencia del Golpe de Estado en 1973 y a que, él mismo, sufrió el allanamiento de su apartamento por parte de un escuadrón militar; aun cuando no pertenecía a partido político alguno. Por tal motivo, organizó una gira junto a Bélgica Castro, Sieveking y Echeverría, por 7 diferentes países entre ellos Costa Rica, como justificación ante el gobierno y militares; de esa manera, podían salir sin riesgo.
"El entonces ministro de Cultura, Guido Sáenz, gestionó el otorgamiento de las visas respectivas en 1974. ¡Empezaba la gran aventura de vida en Costa Rica del hoy querido y respetado Lucho Barahona".
Ahora, al parecer, es cuestión de tiempo que se apruebe en la Asamblea Legislativa la propuesta de la diputada Ada Gabriela Acuña Castro en la Comisión Permanente Especial de Honores, y que rezaría así: "Se declara ciudadano de honor al dramaturgo, director y actor Luis Alberto Barahona Rivera, conocido como Lucho Barahona, por su gran e invaluable aporte al desarrollo del teatro independiente en Costa Rica".
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