Con 32 votos a favor y seis en contra, los diputados dieron un nuevo honor a Figueres, pese a críticas del Centro de Investigaciones Históricas de América Central de la UCR que calificaron la designación como "un tremendo error histórico".
14/01/21 | 17:04pm
Los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron un proyecto de ley que declara como “héroe de la paz” a José Figueres Ferrer, caudillo de la Guerra Civil de 1948, líder del movimiento de Liberación Nacional, posterior presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República y tres veces mandatario de Costa Rica (1948-1949, 1953-1958 y 1970-1974).
La declaratoria destaca a Figueres por impulsar la abolición del ejército en Costa Rica, tras resultar victorioso del conflicto armado de 1948.
El proyecto lo propuso el presidente del Congreso y diputado del Partido Restauración Nacional (PRN), Eduardo Cruickshank, quien aseguró que la distinción —que se otorga por primera vez— busca destacar el valor de Figueres como figura fundamental para la eliminación de las fuerzas armadas en la propia constitución de 1949.
La votación para la designación obtuvo el respaldo de 32 diputados y seis votaron en contra, en su segundo debate (cuatro rechazos adicionales a los de su primera votación). Ellos fueron José María Villalta, del Frente Amplio (FA); Paola Vega, del Partido Acción Ciudadana (PAC); Otto Roberto Vargas, del Republicano Social Cristiano (PRSC); María Inés Solís, Shirley Díaz y Óscar Cascante, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Vega y Villalta, principalmente, alegaron que no podían declarar a Figueres Ferrer como un “héroe de la paz” porque sería una forma de olvidar la memoria histórica del país, tomando en cuenta que el período posterior a la Guerra Civil de 1949 no fue pacífico y estuvo rodeado de ataques a los frentes que perdieron el conflicto (calderonistas y comunistas).
También recriminaron hechos como la proscripción constitucional del Partido Comunista (rival político), a través de un artículo constitucional que no se eliminó sino hasta 1975; así como la represión que obligó al exilio de figuras Carmen Lyra o Manuel Mora.
“Yo a don José Figueres Ferrer le respeto sus ideas políticas y lo reconozco como uno de los grandes fundadores de los cimientos de la Segunda República, pero yo a don José Figueres no le puedo dar el título de ‘héroe de la paz´ porque el período pos 48 no fue pacífico y eso sería redondear un mito”, dijo la oficialista, previo a la votación en primer debate del proyecto, el 11 de enero pasado.
“No fue un período pacífico, los acuerdos tomados en el Pacto de Ochomogo se violentaron y lo que pasa es que la historia la escriben siempre los vencedores; pero hubo sangre, hubo muerte y hubo dolor hacia el calderonismo y el comunismo”.
“Hubo insignes costarricenses de la patria que esta Asamblea no ha querido reconocer, como Camen Lyra, Manuel Mora o Judith Ferreto, que tuvieron que huir a México para que no los mataran. También durante el mandato de Figueres Ferrer como presidente de la junta interventora, nuestro querido “Calufa” (Carlos Luis Fallas) fue preso injustamente solo por ser comunista y escribir libros que hablaban sobre explotación laboral; y está el caso del ‘Codo del Diablo’, en el que se asesinaron a muchas personas en ese atentado, durante el ejercicio de José Figueres Ferrer, por ser comunistas y por pensar diferente”, subrayó Vega.
Algo similar dijo el frenteamplista Villalta, quien señaló que —sin la intención de ”restar méritos” a Figueres— “hay hechos dolorosos de nuestra historia que han sido invisibilizados, como el crimen del “Codo del Diablo” o la persecución contra dirigentes, líderes, familias, trabajadores, agentes sindicales del bando perdedor de la triste Guerra Civil, que tampoco se pueden atribuir únicamente a la figura de José Figueres Ferrer, pero que son hechos que deben ponderarse en la discusión”.
Pese a estos señalamientos, diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) —del cual Figueres Ferrer fue fundador— destacaron el papel del exmandatario como figura decisiva para la fundación de la Segunda República y del Estado costarricense, después de los conflictos armados de 1948 (incluida la decisión de eliminar el ejército).
“Sus circunstancias fueron terriblemente complejas y dolorosas. Alguien mencionó aquí la palabra exilio y don Pepe también fue víctima del exilio, en México (...) Tuvo que librar violencia política y física, persecución en lo profesional y en lo personal (...) pero tuvo la serenidad para ser el protagonista fundamental de una decisión que nos marcó para siempre y por eso es que lo vamos a declarar héroe de paz, sin mezquindad alguna, porque lo es, lo fue y merece ese calificativo y muchísimos más, porque pudo tomar otra decisión, que sí, dependía íntimamente de él”, concluyó Carlos Ricardo Benavides, diputado y exministro del partido verdiblanco.
Finalmente, 32 diputados de cinco fracciones distintas dieron la designación a Figueres.
Antes de la aprobación del proyecto en segundo debate, el Centro de Investigaciones Históricas de América Central de la Universidad de Costa Rica se pronunció vehementemente en contra del proyecto. En un pronunciamiento firmado por 54 académicos, lo calificaron como "un tremendo error histórico" y "otro más de los adefesios históricos que la Asamblea Legislativa ha aprobado y que van en contra del conocimiento científico de la historia costarricense".
"Figueres tuvo en vida las dimensiones de un gran estadista y su pensamiento social, y el de otras personalidades políticas del periodo 1953-1978, fue de gran trascendencia para la democratización social de Costa Rica. Por eso, la Asamblea Legislativa lo reconoció, con justicia, como Benemérito de la Patria en 1990. Pero Figueres no fue ningún héroe de la paz y esa etiqueta le queda todavía más distante al Figueres de 1949 que dio el mazazo con que, oficialmente, se recuerda el fin del ejército en Costa Rica", manifestaron.
Entre sus argumentos, recordaron que el expresidente "apoyó y animó varios tipos de violencia contra quienes consideró sus enemigos políticos", especialmente durante la revolución del 49. También apuntaron su historial armamentista a inicios de los 4, durante su exilio en México, antes de su regreso.
"A pesar de que Figueres y sus colaboradores crearon una versión muy heroica de la Guerra Civil de 1948, ese conflicto fue tremendamente violento con episodios tales como la tortura o el asesinato de hombres indefensos y la quema de cadáveres de los vencidos junto con gente viva", detallaron en su comunicado.
No obstante, el criterio universitario no cambió la opinión mayoritaria del Congreso. Por el contrarió, el jefe de fracción del PLN, Luis Fernando Chacón, respondió diciendo que "la paz no se escribe en un ejercicio académico o de tesis, sino que se escribe con sangre y esfuerzo". Así lo dijo hacia el cierre de la votación que le dio, desde este jueves, un nuevo título a Figueres Ferrer (quien falleció hace más de 30 años, en 1990).
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