Mayor información genética del coronavirus le permitirá al país apoyar decisiones sobre vacunas y tratamientos para el Covid-19.
14/05/20 | 11:55am
El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) buscará secuenciar “entre 60 y 100” genomas adicionales del nuevo coronavirus, algo que le permitiría tomar decisiones sobre posibles tratamientos y vacunas contra el Covid-19.
“Tenemos estimado poder llegar a entre 60 y 100 genomas secuenciados por ahora. Todo depende de la disponibilidad de reactivos que tengamos y la disponibilidad de irlo haciendo de la manera más oportuna posible”, dijo a AmeliaRueda.com, el coordinador del laboratorio de genómica del Inciensa, Francisco Duarte.
El 30 de abril, Costa Rica anunció que logró identificar el genoma completo del nuevo coronavirus en seis casos confirmados. Ahora, el país buscará multiplicar este número para tener una muestra más representativa.
"Esos genomas se toman en cuenta para la formulación de posibles vacunas. (...) Eso es fundamental para ellos porque es la fotografía de la región. Les ayuda visualizar si las formulaciones que están haciendo son útiles para todo el continente”, añadió el microbiólogo.
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Además, esto podría ayudar a identificar mutaciones en el virus, el cual cambia conforme avanza el tiempo. Para eso, es necesario saber cómo estaba cuando llegó, por lo que esta información sería importante.
De los 815 casos confirmados de Covid-19 en Costa Rica, solo se han logrado secuenciar los genes de 6, por lo que el número todavía no es representativo para tomar decisiones, según explicó el microbiólogo.
El material genético del virus tiene una especie de “manual de instrucciones” compuesto por cuatro letras (cada una correspondiente a una molécula): A,G,T y U. Cuando los científicos logran descifrar el orden completo de las 30 mil letras que componen los genes del virus, se dice que “secuenciaron” el genoma.
Las mutaciones en los virus son normales. De hecho, para este coronavirus —llamado oficialmente SARS-CoV-2— un estudio preliminar chino (sin revisión de pares) encontró al menos 30 cepas diferentes.
Secuenciar los primeros seis genomas le tomó al Inciensa alrededor de dos semanas. “Es un procedimiento laborioso que lleva varios días de trabajo”, explicó Duarte.
“Mientras más genomas tengás, más robustas son tus bases de datos y más información podés sacar al respecto”, señaló.
Pero para hacerlo, los científicos necesitan químicos especiales conocidos como reactivos. Uno de estos —que también es utilizado para la prueba del Covid-19— podría comenzar a escasear pronto en el mercado internacional.
“Estamos sujetos a un paso previo que son los reactivos de extracción de muestra. Esos se usan para todo. Esos sí son los que están escaseando porque todo mundo los necesita para diagnosticar sus casos”, señaló Duarte.
"Esto eventualmente podría ser una piedra en el zapato. Si llegamos a un escenario en el cual hay pocas pruebas de extracción, se priorizaría el diagnóstico", añadió.
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