​Hijo de estadounidense asesinado en masacre de Buenos Aires: "Mi padre era un gran hombre"

El hijo de Stephen Paul Sandusky, el estadounidense asesinado el pasado domingo en su finca en Llano Bonito de Brunka, en Buenos Aires de Puntarenas, recuerda a su papá como "un gran hombre" y niega que estuviera involucrado en alguna situación que derivara en el macabro crimen en el que falleció junto a otras cinco personas.

"Mi padre era un gran hombre que nunca se involucró con nada de esta naturaleza", afirmó Joseph Sandusky al medio británico Daily Mail, en un reportaje publicado la noche del jueves.

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Esta es la primera declaración sobre la muerte de su padre que da el joven de 22 años, estudiante del Colegio de Agricultura y Ciencias de Virginia Tech, en Virginia, Estados Unidos.

La víctima además era padre de Michael Sandusky, de 18 años.

Ambos jóvenes nacieron en San Isidro de Pérez Zeledón, según se desprende del Sistema de Consultas Civiles del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Ambos son hijos de Anne Valverde Picado, una costarricense de 50 años quien vive en el cantón josefino.

"Pese a que estábamos divorciados, siempre mantuvimos una buena relación. Como padre de nuestros hijos, teníamos buena comunicación", dijo la mujer al Daily Mail. "El último día que lo vi, nunca pensé que iban a hacer algo tan desastroso, tan devastador para nosotros", agregó.

Tanto ella como el exabogado de Sandusky, Jorge Enrique Infante, recalcan que la víctima se trasladó a Costa Rica hace dos décadas para vivir una vida más tranquila. Esas versiones coinciden con la dada a AmeliaRueda.com por el empresario José Quesada, amigo del ofendido y tío de otro de los fallecidos.

La publicación sobre la masacre repasa tres experiencias que vivió el estadounidense en el país:

• Cuando fue demandado por un grupo de extrabajadores de un restaurante Fishlips que tuvo en Dominical de Osa porque no les canceló las prestaciones tras el despido, al alegar -sin pruebas- que procedió de esa manera porque ellos le habían robado del negocio.
• Cuando testificó en contra de un expolicía corrupto condenado a 12 años de cárcel por el homicidio de Edgar Rojas, luego de que este peón lo sorprendió robando materiales de la finca de Sandusky.
• Y cuando formó parte de las 6.200 afectados por la estafa efectuada a través de las empresas Ofinter y The Brothers, mediante las cuales Osvaldo Villalobos atraía a inversionistas a los que prometía el pago de jugosos intereses.

Esos episodios los había revelado tres días antes el diario La Nación.

Sandusky fue calcinado en la masacre, junto al de un hombre de apellido Borbón. En la escena también se encontraron los cadáveres de dos mujeres de apellidos Villarevia y Zúñiga, quienes presentaban disparos en la cabeza. De igual manera, se identificaron los restos de un hombre de apellido Quesada oculto bajo una pila de llantas y cubierto con líquido acelerante además de los del hijo de este, con tiros en espalda y cabeza.

Hasta ahora, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) apunta a que el móvil del crimen fue un asalto a la casa, de los cuales se tienen antecedentes.

La Policía Judicial se encuentra a cargo de la pesquisa, aunque bajo dirección funcional de la Fiscalía Adjunta de Pérez Zeledón.