Emprendimiento,Cocina,Restaurantes,Comida,Negocios
Hamburguesa

De la oficina a la cocina: hermanos invirtieron sus ahorros para abrir local de comidas en Santa Ana

​Dark Kitchens triplicará su capacidad para recibir comensales en los próximos dos meses

24/04/21 | 11:46am

Sentados por delante de una placa gruesa que dice en letras grandes Dark Kitchens y en medio de un torrencial aguacero, los hermanos Andrés y Eduardo Zamora intentan explicar cómo es que, en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus y las implicaciones que esta ha tenido en la economía nacional y mundial, ellos dejaron atrás puestos en grandes corporativas para tirarse al agua e invertir sus ahorros en un emprendimiento al que en meses la demanda se encargó de poner de cabeza el planteamiento con el que fue concebido.

"Yo creo que desde hace muchos años atrás, desde que yo estaba estudiando y Eduardo igual, habíamos soñado con ser emprendedores. Escuchábamos constantemente de nuestros amigos y familiares que era un mal momento, que estábamos atravesando una crisis y una situación económica muy difícil para emprender. Entonces por ahí fue que empezamos cada uno nuestro camino en trabajos corporativos. Yo estuve trabajando para corporaciones grandes por 15 años y siempre con eso en mente, con esa idea de tener algo propio", acata a decir Andrés, el mayor, al iniciar su entrevista con AmeliaRueda.com.

"Luego de estar con esto en la cabeza durante mucho tiempo, en medio de la pandemia, a mitades del 2020, a Eduardo lo despiden a raíz de la situación y yo paso de un trabajo en el que me tocaba viajar dos semanas al mes, a estar encerrado en la casa en reuniones. Entonces con un poco más de tiempo, empezamos a darle más forma a la idea, a aterrizar un poco lo que siempre habíamos venido pensando y dijimos: este es el momento de darle viaje a lo que teníamos en mente. Y de nuevo, todo un poco cuesta arriba, con muchas personas diciéndonos que era una locura emprender en una pandemia, que era el peor momento, pero aún así seguimos adelante, diseñamos el menú entre los dos, empezamos a darle idea al concepto y en junio empezamos a plasmar eso en físico. Adquirimos la cocina, le dimos forma, la diseñamos, diseñamos el menú y ya luego adaptamos el espacio.

Zamora

Eduardo y Andrés Zamora (de izquierda a derecha).

"Justo en ese momento era cuando estábamos en medio de las medidas (para contener los casos de covid-19) de que las personas no podían salir de sus casas, entonces decidimos darle fuerza al concepto de Dark Kitchens, que como su nombre lo dice, es una cocina oculta, una cocina enfocada en comida para exprés o de delivery.

"Empezamos bajo ese esquema, en donde un 80% de las ventas eran para llevar y un 20% para gente que quería venir a comer. Pero casualmente, para cuando empezamos en octubre, el Gobierno estaba relajando un poco las medidas y las personas, al parecer, estaban un poco deseosas y desesperadas, quizás, por salir de sus hogares y volver a vivir experiencias a las que estaban acostumbradas. Entonces, cuando abrimos, de inmediato se nos empezó a llenar el lugar, tuvimos que ir adecuándolo, poniéndole más espacios, más mesas, más oferta para que las personas se sentaran acá y adecuando, embelleciendo y dándole un giro más de restaurante y no tanto de cocina oculta. Hoy día nuestro modelo ha sufrido un giro de 180 grados en donde el 90% de nuestros comensales quieren venir a comer acá", amplió este ingeniero industrial de 31 años.

A lo largo de este camino, este par de hermanos invirtió más de $35 mil en levantar una cocina en la que se preparan productos "de primera línea", preparados desde cero, como lo garantiza Eduardo, el Zamora que más se desenvuelve al otro lado del mostrador.

Pizza

La pizza Colazione.

Este chef de 28 años comenta que en Dark Kitchens se apunta a ofrecer la más alta calidad posible con apoyo a negocios locales o de conocidos, lo que se refleja en, por ejemplo, el queso que adquieren en Zarcero, el pan que le compran a una señora para garantizar que su receta sea única, el cultivo de masa madre natural que les permite lograr auténticas pizzas napolitanas o la carne que consiguen con proveedor que produce la carne en el país pero que importó la genética de las vacas de Japón.

"Nuestras recetas nos dieron a conocer. Estamos muy agradecidos porque cada producto que lanzamos es un éxito en ventas y tenemos opciones para todos los gustos", subraya Eduardo, que al igual que Andrés insiste permanentemente que el objetivo de su negocio más que generar dinero, es ofrecer el mejor platillo posible y hacer feliz a sus clientes con la experiencia.

Algunas de las alternativas en el menú de este restaurante son la DK Burguer que tiene un corte de carne Wagyū madurado por 45 días y una salsa secreta; o la pizza Capra, que lleva queso mozzarella, tomates cherry, cebollas caramelizadas, reducción balsámico y queso de cabra. Los precios de los platillos oscilan entre los ¢5.900 y los ¢8.200, considerados por sus propietarios como "competitivos" y "accesibles" si se toma en consideración la calidad de los ingrediente; algo que logran -según relata Eduardo- con la reducción de otros costos, como el alquiler, ya que el local se sitúa en el patio de su casa.

La masa crece; el negocio también

La "abrumadora demanda" -en palabras de Andrés Zamora- ocasionó que en cuestión de meses, él y su hermano Eduardo pasaran de cocinar y atender el local, a ser patronos de ocho personas, entre ellos un chef con amplia experiencia en restaurantes de renombre.

Pero los cambios no se quedan ahí. Dark Kitchens debió pasar de una ventana de comida para llevar, a tener tres mesas con espacio para cinco personas, por las que los clientes hacen 45 minutos de fila los viernes y sábados.

Ante ese escenario, los emprendedores tienen proyecto triplicar su capacidad para recibir comensales en los próximos dos meses, mediante una expansión que se divide en tres etapas: una de ampliación de la zona de construcción para recibir clientes; una expansión del área de cocina de la mano con entre dos y cuatro personeros más; así como una última en la que las mesas estarán repartidas entre árboles y jardines, acompañadas de una fogatas.

Hamburguesa

La hamburguesa Honey Jack BBQ.

También se añadirán al menú nuevos productos, entre ellos unos chips especiales de ñampí y tiquizque.

Estas mejoras están valoradas en entre $10 mil y $15 mil adicionales con los que, de momento, se descarta la eventual ampliación de la marca en nuevos locales o su transformación en una franquicia, toda vez que primero, los hermanos Zamora tendrán que comprobar que sea posible replicar la experiencia y la calidad en más de un sitio diferente, detallan al unísono.

Dark Kitchens abre de martes a viernes de 6:00 p.m. a 9:00 p.m., así como sábados y domingos de 12:00 m.d. a 10:00 p.m.; la dirección exacta la puede obtener en este enlace. También tienen a disposición un servicio de entrega a disponible a través del 7056-8462 (con un radio de entrega de siete kilómetros) o a través de la aplicación Rappi.

AmeliaRueda.com

Noticias, reportajes videos,

investigación, infografías.

Periodismo independiente en Costa Rica.

(506)4032-7931

comunicados@ameliarueda.com

Privacidad