Gisele Bündchen y Tom Brady firmaron este viernes su divorcio, al parecer, en santa paz

La estrella de la Liga de Futbol Americano (NFL) Tom Brady y la supermodelo brasileña Gisele Bündchen anunciaron este viernes que se divorciarán en Florida, una información que puso fin a semanas de especulaciones sobre lo que parecía convertirse en una férrea batalla legal.

Pero varias publicaciones de la prensa mundial, encabezadas por varios posts realizados por Brady en Instagram, afirman que la pareja logró llegar a una conciliación sin mayores confrontaciones ni escándalos de por medio.

"En los últimos días, mi esposa y yo ultimamos nuestro divorcio después de 13 años de matrimonio. Hemos llegado a esta decisión de manera amistosa y con gratitud por el tiempo que pasamos juntos", dijo Brady en Instagram.

"La decisión de terminar un matrimonio nunca es fácil pero nos distanciamos y aunque es difícil pasar por algo así, me siento bendecida por el tiempo que pasamos juntos y solo le deseo a Tom lo mejor siempre", escribió Bündchen, en la misma red, en inglés y en portugués.

Las dos celebridades, que tienen dos hijos, formalizarán oficialmente el divorcio en Florida este viernes, anunciaron anteriormente las publicaciones TMZ y People. Varios medios incluso afirman que consumación del divorcio ya ocurrió.

Los rumores de una separación se habían multiplicado tras el anuncio del regreso de Brady a la competición luego de su retiro en febrero, que habría provocado tensiones en la pareja, según las revistas del corazón.

De acuerdo con una reconstrucción de la vida en pareja de ambos famosos, realizada por The New York Post, la pareja se conoció en una cita a ciegas en un bar especializado en vinos, en el 2005 y, según lo contarían posteriormente en diversas entrevistas con presentadores famosos, lo suyo fue química espontánea y esa misma noche charlaron durante horas sin parar.

Cuatro años después, en una ceremonia sencilla realizada en una iglesia católica de Santa Mónica, California, se casaron y luego departieron un asado con un grupo pequeño de amigos y familiares.

Aproximadamente un mes y medio después, la pareja tuvo una segunda boda con amigos en Santa Teresa de Cóbano, Costa Rica, donde Bündchen tiene una casa desde hace más de 10 años. Ya desde antes de comprar la mansión, valorada en más de 15 millones de dólares, la top model se había convertido en viajera frecuente a esa zona, de la cual se enamoró perdidamente al punto de que viene al país con frecuencia.

No solo se le observa en el aeropuerto a su llegada, y paseando a caballo por las plazas cercanas a su casa, sino que en algunas ocasiones se le ha visto haciendo compras en establecimientos de San José: hará unos cinco años se le vio realizando compras en el Automercado de Lindora, en Santa Ana.

“A veces le digo a la gente que mi esposo y yo nos queremos tanto que nos hemos casado dos veces”, escribió Bündchen en Lessons: My Path to a Meaningful Life, antes, claro, de que se decantara la crisis.

Medios especializados como TMZ o PageSix coinciden en que la pareja empezó a tener diferencias después de que Brady, de 45 años, anunciara su retiro en febrero pasado, pero meses después se arrepintió de su decisión, lo que habría provocado severas tensiones en la pareja.

Bündchen, de 42, había comentado en varias entrevistas primero su felicidad por el tiempo que ahora podría compartir con su esposo, y él mismo había hecho lo propio el año anterior cuando expresó su preocupación porque sentía que su esposa estaba asumiendo la mayor carga familiar del matrimonio en vista de su apretada agenda deportiva.

Lo que parece ser un hecho es que ambos se decantaron por un arreglo en santa paz, el cual incluye la separación de bienes calculados en una verdadera fortuna que no se ha cuantificado oficialmente, e igual llegaron a un acuerdo en cuanto a la patria potestad de sus dos hijos, Benjamin y Viviam. Brady es padre de Jack, su primogénito, nacido de un matrimonio anterior.