También se solicitó la ampliación de seis meses de prisión preventiva
29/03/22 | 11:25am
La Fiscalía anunció la mañana de este martes que solicita una pena de 28 años de prisión contra el exsacerdote Mauricio Víquez Lizano, a quien se le acusa de un delito de abuso sexual a menor de edad y otro de violación, ambos agravados.
Así lo expuso la representante del Ministerio Público, Ana Victoria Rojas, durante el debate que entró en su etapa de conclusiones.
La fiscala dijo que era "evidente" que el excura se aprovechó de su nivel de autoridad y respeto para abusar del menor en el 2003.
"Se piden las penas máximas", dijo la funcionaria al solicitar una pena de 10 años de prisión por el delito de abuso sexual y otra de 18 años de cárcel por el delito de violación contra el denunciante Josué Alvarado Quirós, quien al momento de los hechos, en el 2003, tenía 11 años.
Dentro de las conclusiones de la fiscala se agregó que se desestima solicitar una pena sobre un tercer hecho denunciado, debido a que la fecha no coincide con los meses en los que Viquez era párroco de Patarrá.
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De acuerdo con la acusación, el abuso y violación contra el menor de edad se dieron entre julio y septiembre del 2003 y corresponden a dos momentos especificos.
La primera situación se dio cuando el excura pidió ver una cicatriz que el menor tenía en su abdomen y luego le pidió quitarse su ropa.
"Acto seguido tocó con sus manos los glúteos del agraviado Josué Alvarado Quirós , así mismo le apartó los glúteos para ver su ano, esto bajo el pretexto que era para ver el estado físico de su cicratriz", narró la Fiscal.
En otra oportunidad, tres días después (sin precisar fecha exacta), Víquez conoció que en la casa de Alvarado Quirós habían cortado la luz y aprovechó esa situación para abusar de él.
"Lo trasladó a su habitación bajo el pretexto de que hablaran un momento. Le indicó que se sentara en una silla, le entregó una suma de dinero equivalente a su recibo de luz y le manifestó: que lástima que no tengo que ponerlo a hacer, pero tengo ganas que me hagan masajes porque me siento agotado.
"Acto seguido el imputado Mauricio Viquez Lizano, con el fin de abusar sexualmente del ofendido y satisfacer sus deseos sexuales, valiéndose de su condición de vulnerabilidad en razón de su escasa edad y aprovechándose de la relación tanto de poder como de confianza en su condición de sacerdote, le colocó aceite en las manos del ofendido e hizo que lo tocara en su pecho por debajo de su ropa, así mismo lo abrazó y le indicó que eso era normal y le ordenó que le besara el pecho por lo que el menor lo hizo mientras le indicaba: sólo piense en la situación que está pasando, no en lo que estamos haciendo", indica la acusación donde se agrega que en ese mismo momento Viquez quitó la ropa del menor, lo colocó en la cama, tomó el pene del menor y lo introdujo en su boca mientras se masturbaba hasta eyacular.
Víquez le decía al menor que "eso es normal" y además le pedía que "se relajara".
En este segundo abuso, el exsacerdote le dio el dinero (del recibo de luz) al menor y le advirtió que no debía contarle a nadie.
La Fiscalía destaca que el caso no se lleva contra cualquier persona, sino contra una figura de la iglesia que al tener un nivel de vocería era de mayor respeto y admiración por parte de los feligreses, quienes llegaban, incluso a pedirle ayuda.
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