Limonense se convirtió en la primera mujer descendiente de africanos en publicar un libro en Costa Rica
La escritora y poetista limonense, Eulalia Bernard, falleció este lunes a sus 86 años., dejando un legado en la literatura caribeña centroamericana y en la defensa de los derechos humanos de la mujer y grupos minoritarios.
Bernard, con su primer libro Ritmohéroe, se convirtió en la primera mujer descendiente de africanos en publicar en Costa Rica.
La artista escribía en español, inglés y en el dialecto de Limón llamado Mekatelyu. Sus principales logros se ven reflejados en la visualización de temas como la negritud en el Caribe, Europa y América. La limonense fundó en 1981 la cátedra de estudios africano-americanos en la Universidad de Costa Rica.
A esta artista se le conoce por sus obras donde presenta una visión afrocéntrica, enfocada en las relaciones existentes entre África y América. Trata temas como la herencia cultural africana, las relaciones entre hombres y mujeres y los problemas sociopolíticos de la población negra que vive en pobreza.
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Su provincia natal, Limón, la distinguió en el 2009 con el Premio Limón Roots. La escritora ha prestado servicio en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el área de educación, investigando sobre los trabajos creativos de los negros africanos en las Américas. Dentro de su producción, Bernard también tiene un ensayo de filosofía y un disco llamado Negritud.
“Es una pionera porque fue la que rompió varios caminos, facilitó oportunidades a la comunidad (…) ella tenía una visión del mundo amplia, cuando se reincorporó en Costa Rica. Fue la primera persona que yo escuché hablar de conservación de nuestra lengua criolla, ella propuso que se enseñaran nuestra lengua para que las futuras generaciones no la olvidan”, comentó la catedrática e investigadora de la Universidad de Costa Rica, Marva Spence Sharpe.
“Fue una persona que narró y recopiló las voces de la comunidad. Su escritura fue muy alegre y escucharla conversar dando clases era verdaderamente un deleite (…) ella tenía mucha presencia y facilidad de transmitir su conocimiento”, concluyó Spence, quien aseguró que esta que es una gran pérdida que la comunidad lamenta mucho porque "hay un gran afecto y agradecimiento la figura de ella".