Acusación detalla que exsacerdote se ganaba la confianza de las familias para acceder a los menores
24/01/22 | 15:10pm
"Esto es normal", eso le decía el exsacerdote Mauricio Viquez Lizano a un menor de edad de apellidos Alvarado Quirós, mientras abusaba sexualmente de él.
Así lo indica la acusación que la Fiscal, Andrea Murillo, leyó este lunes en el inicio del juicio contra el excura.
Los hechos ocurrieron en el 2003 y se detallaron tres situaciones puntuales dónde se dieron los abusos.
En todos los casos, según la Fiscalía, el exsacerdote se aprovechó de su relación de poder y confianza. Incluso, se explicó que Víquez primero se ganaba la confianza de las familias "creyentes de la fe católica" para acceder a los menores de edad que servían a las iglesias dónde él fue párroco.
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En el caso de Alvarado Quirós, los hechos se dieron en la iglesia de Patarrá en Desamparados cuando el menor tenía 11 años y ayudaba con labores de limpieza.
Entre julio y septiembre de 2003 Viquez abusó de él en tres ocasiones, de acuerdo con la Fiscalía.
La primera situación inició cuando el excura pidió ver una cicatriz que el menor tenía en su abdomen y luego le pidió quitarse su ropa.
"Acto seguido tocó con sus manos los glúteos del agraviado Josué Alvarado Quirós , así mismo le apartó los glúteos para ver su ano, esto bajo el pretexto que era para ver el estado físico de su cicratriz", narró la Fiscal.
En otra oportunidad, tres días después (sin precisar fecha exacta), Víquez conoció que en la casa de Alvarado Quirós habían cortado la luz y aprovechó esa situación para abusar de él.
"Lo trasladó a su habitación bajo el pretexto de que hablaran un momento. Le indicó que se sentara en una silla, le entregó una suma de dinero equivalente a su recibo de luz y le manifestó: que lástima que no tengo que ponerlo a hacer, pero tengo ganas que me hagan masajes porque me siento agotado.
"Acto seguido el imputado Mauricio Viquez Lizano, con el fin de abusar sexualmente del ofendido y satisfacer sus deseos sexuales, valiéndose de su condición de vulnerabilidad en razón de su escasa edad y aprovechándose de la relación tanto de poder como de confianza en su condición de sacerdote, le colocó aceite en las manos del ofendido e hizo que lo tocara en su pecho por debajo de su ropa, así mismo lo abrazó y le indicó que eso era normal y le ordenó que le besara el pecho por lo que el menor lo hizo mientras le indicaba: sólo piense en la situación que está pasando, no en lo que estamos haciendo", indica la acusación donde se agrega que en ese mismo momento Viquez quitó la ropa del menor, lo colocó en la cama, tomó el pene del menor y lo introdujo en su boca mientras se masturbaba hasta eyacular.
Víquez le decía al menor que "eso es normal" y además le pedía que "se relajara".
En este segundo abuso, el exsacerdote le dio el dinero (del recibo de luz) al menor y le advirtió que no debía contarle a nadie.
En el tercer abuso (no se precisa la fecha), la Fiscal explicó que el hoy acusado abordó a la supuesta víctima, lo trasladó a su habitación, le quitó la ropa y se masturbó delante de él. Luego lo acostó en su cama y "le indicó que si aceptaba lo que él quería hacerle le daba plata y lo accedió carnalmente ya que lo despojo de sus vestimentas e introdujo su pene dentro de su ano, esto mientras le indicaba que se relajara ya que el menor le decía que le dolía mucho", explicó la Fiscal.
Por estos hechos se acusa al exsacerdote de dos delitos de abuso sexual contra persona menor de edad, dos delitos de violación calificada y un delito de corrupción agravada.
Tras la lectura de la acusación, el defensor de Viquez indicó que se tienen las pruebas necesarias para comprobar que "los hechos no son ciertos" por circunstancias relacionadas con tiempo y ubicación. Durante este primer día de juicio el exsacerdote indicó que se abstenía de declarar "por el momento".
El abogado de Víquez, Rafael Rodríguez, logró en el inicio de la audiencia que se admitiera un testigo "clave para la defensa", además, solicitó certificados de estudio del denunciante.
Rodríguez mantiene la tesis de que los hechos que se señalan "son falsos" y que con la prueba presentaba se va a demostrar que el excura no estaba en el sitio que se indica y en las fechas seañaladas.
"Tenemos tres testigos más que van a venir a acreditar ello (que Víquez no estaba en el lugar de los hechos), pero también es suficiente establecer de que don Mauricio no solamente no estaba en la iglesia, sino a dónde estaba y este testigo es para acreditar a dónde es que ya él se encontraba en ese momento.
"Es una temporalidad, efectivamente es una temporalidad. La pieza acusatoria habla de una temporalidad, la denuncia habla de fechas claves y exactas, indicándose en qué momento, qué días y qué horas y entonces no solamente hay que hacer el análisis de lo que el Ministerio Público acusa, sino en lo que dice la denuncia y las diferentes manifestaciones que la persona ha ofendido a través del proceso", dijo el abogado al agregar que su defensa mantiene que los hechos son falsos y que lo van a "demostrar con la prueba que eso no puedo haber ocurrido".
El juicio contra el exsacerdote continuará el próximo jueves y viernes.
Se espera que el jueves de inicio al testimonio del denunciante, Alvarado Quirós, la cual se extendería, al menos, durante toda la mañana. Para el representante legal de la víctima, Rodolfo Alvarado, este será el testimonio más importante del proceso.
"En los delitos sexuales el testimonio de la víctima es básico y fundamental porque los delitos sexuales se cometen por los agresores sexuales en la clandestinidad, en la oscuridad, donde nadie los ve, donde se ocultan. Entonces, normalmente, no hay testigos presenciales que puedan indicar qué aconteció en ese claustro privado donde estaba la persona. Entonces, el desarrollo de la declaración de la parte ofendida y, en este caso de Josué Alvarado, va a ser vital y fundamental en el proceso", dijo el defensor.
El juicio contra el exsacerdote estaba programado para iniciar a las 8 a.m. en el Tribunal Penal de Desamparados, sin embargo, se tuvo que trasladar a los Tribunales de San José por la falta de espacio en la sala de juicio debido a las restricciones de aforo por el covid-19. El proceso inició, finalmente, a las 2 p.m. en la sala de juicio No. 1 de la capital donde se seguirá desarrollando en los próximos días.
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