Falta de papel saca este jueves de circulación a quinto periódico venezolano, en último año

El Carabobeño se convierte así en el quinto medio del año en apagar su rotativa. Antes lo hicieron Diario La Costa, Diario de Sucre, el Periódico de Occidente y La Mañana.

Esta situación mantiene a 86 medios regionales “a punto de desaparecer”, de acuerdo con Espacio Público, una organización defensora de los Derechos Humanos y que ha venido denunciando este problema desde el año 2013.

Pero la falta del material no es ajena exclusivamente a los diarios regionales, aunque sí son los más afectados. Espacio Público recuerda que periódicos de circulación nacional, como El Universal y El Nacional, también han tenido que modificar sus formatos de impresión y reducir el número de páginas para ahorrar papel.

Los controles

Hasta 2012, los periódicos venezolanos debían tramitar los permisos ante el Gobierno para que se les concediera divisas para la importación de papel de prensa; hasta que el Ejecutivo lo excluyó de la lista de productos prioritarios.

En 2013 se creó el Complejo Editorial Alfredo Maneiro S.A. (CEAM), una empresa comercializadora de papel adscrita al Ministerio del Despacho de la Presidencia. Actualmente es el único ente que importa dicho material.

Aunque en un principio el CEAM fue fundado para atender las necesidades de impresión del Gobierno, la suspensión de otorgación de divisas a los medios de comunicación generó una demanda de papel que no ha sido cubierta.

"El problema con el CEAM es que no hay una data con cifras oficiales, declaró a AmeliaRueda.com el director de Espacio Público, Carlos Correa, al ser consultado sobre la distribución del papel. Sin embargo, recordó que el Ejecutivo importó a finales de 2015 más de cinco mil toneladas de papel prensa pero sólo mil ha sido distribuidas entre los medios que conforman la Cámara de Periódicos Regionales.

Ante la merma de la materia prima, los periodistas han tomado las calles en varias ocasiones. Este miércoles 16 de marzo, precisamente, se realizó una concentración en la sede principal de El Carabobeño, ubicado en la ciudad de Valencia, a 170 kilómetros de Caracas. Con pancartas de apoyo, los presentes se solidarizaban con el diario y sus trabajadores.

La desaparición de la versión impresa de El Carabobeño coincide con otra noticia ocurrida hace menos de una semana. El pasado 11 de marzo, el director del diario El Correo del Caroní, David Natera Febres, fue condenado por el Tribunal Penal Sexto de Juicio del estado Bolívar a cuatro años de cárcel por los delitos de difamación e injuria continuada.

Esto se debió al seguimiento que le hizo El Correo del Caroní a los casos de corrupción dentro de la Ferrominera Orinoco. La condena fue rechazada por periodistas y distintas organizaciones, incluyendo a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la cual la catalogó de “criminal”.

“Con esta filosofía se promueve la censura previa y que los medios miren al costado ante denuncias de corrupción”, denunció Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.

Mientras tanto, El Carabobeño seguirá publicando pero sólo en su versión digital. En su editorial deja un último mensaje: “Nos despedimos, por ahora. Volveremos a seguir ejerciendo periodismo con honestidad y con las libertades que este país se merece. Nos vemos muy pronto”.

Fotografías tomada de El Carabobeño