41 diputados aprueban proyecto que agiliza trámites legislativos

El proyecto de ley que reforma el Reglamento de la Asamblea Legislativa (RAL) fue aprobado este lunes con el apoyo de 41 diputados.

La iniciativa, que pretende agilizar los trámites parlamentarios, recibió el beneplácito de las fracciones de los partidos Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Restauración Nacional (PRN).

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También se mostraron a favor los congresistas Érick Rodríguez y Zoila Volio.

En contra votaron -además de la última agrupación- el Integración Nacional (PIN), Republicano Social Cristiano (PRSC), el Frente Amplio (PFA), así como el bloque independiente Nueva República (PNR).

La sesión estuvo antecedida por las amenazas de ruptura del acuerdo con el que fue presentada la iniciativa, en el tanto que la Unidad se replanteó el apoyo debido a la decisión que tomó el Gobierno de la República de desconvocar un plan de su jefe de fracción, Erwen Masís, sobre el uso del plástico.

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Asimismo, trascendió que los legisladores afines al excandidato Fabricio Alvarado condicionaron sus votos, al exigir las plazas de asesores que tenían antes de independizarse del partido del sol.

Específicamente, la iniciativa plantea que los parlamentarios no puedan solicitar la lectura de documentos.

Además, los informes que surjan de las comisiones legislativas no tendrán más prórrogas indefinidas, pues habrá un plazo de 60 días hábiles para rendirlo con una solicitud de prórroga. En caso de no dictaminarse, este pasará al archivo. Ese tiempo deberá suspenderse si el texto no es convocado por el Poder Ejecutivo, mientras esté en consulta o en suspensión de sesiones.

En las sesiones, el uso de la palabra se reduciría de 30 a 10 minutos. También se reduce el tiempo de 15 a 5 minutos en discusión de mociones en primer debate, de 15 a 10 minutos en segundo debate y de 30 a 15 minutos cuando la intervención tiene que ver con temas de fondo.

Por otra parte, se elimina de la votación secreta los casos de acusaciones y suspensiones de funcionarios.

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Algunos elementos nuevos son un procedimiento abreviado de tal manera que la moción debe ser aprobada por mayoría absoluta. Solo en caso de impuestos, convenios internacionales o venta de activos se necesitarán 38 votos.

Este trámite ocupará el primer orden del día tanto en comisión como en plenario y se establece un plazo máximo de un mes para dictaminar, prorrogable por única vez.

Solo 10 proyectos por legislatura podrán contar con este procedimiento abreviado, al cual no se podrá presentar mociones de reiteración.

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El texto fue inicialmente redactado por la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, el liberacionista Carlos Ricardo Benavides, el oficialista Víctor Morales, el independiente Jonathan Prendas, la integracionista Volio y el socialcristiano Masis.

De hecho, esos diputados se reunieron en diferentes oportunidades para discutir las 23 reformas con las que fue presentado el proyecto el 16 de noviembre de 2018, incluso antes de asumir sus actuales curules. Los cambios al reglamento también fueron tema de las mesas de trabajo que se realizaron en el programa radiofónico Nuestra Voz, con la periodista Amelia Rueda.

Entre obstruccionismo y mordaza

El líder de la bancada de Liberación Nacional, Carlos Ricardo Benavides, fue uno de los diputados que se manifestó a favor de la reforma. Aseguró que el proyecto permitirá evitar "el poder de veto ilimitado de un diputado a un proyecto de ley".

De seguido se pronunció el legislador de Restauración Nacional, Eduardo Cruickshank, quien explicó que la normativa actual permite disentir en los proyectos que se discuten en el Congreso, al tiempo que elimina el obstruccionismo, a partir de nuevas herramientas como la mejora del procedimiento abreviado y la regularización de la técnica de posposición de expedientes.

El jefe de fracción de Integración Nacional, Wálter Muñoz, reiteró su disconformidad con la iniciativa e insinuó que la misma tiene "segundas intenciones".

En su exposición colocó un lazo negro a una versión impresa del reglamento -en señal de luto- y pidió a los demás que confesaran si había algún tipo de negociación oculta con el Gobierno, a raíz de las declaraciones que hizo su par de la Unidad Social Cristiana, Erwen Masís.

La misma postura externó el unipersonal Frente Amplio, a través de José María Villalta, quien pidió a los parlamentarios votar por convicción y no por negociaciones de temas que no tienen que ver con el reglamento. Villalta mostró coincidencias en cuanto algunas propuestas de la reforma, como la reglamentación de los procesos abreviados, así como la obligatoriedad de que los informes de las comisiones investigadoras se conozcan en el plenario.

Sin embargo, congresista fustigó los recortes a los usos de la palabra, en el tanto que -considera- castiga a los diputados que hacen oposición responsable, al admitir que otros han hecho uso excesivo de la normativa interna.