<span>Los expertos pronostican alza en los precios y un probable desabastecimiento para fin de año.</span>
26/10/21 | 17:00pm
La llamada crisis de los contenedores es uno de los daños colaterales que ha dejado la pandemia en el mundo. Desde marzo de 2020, las personas se vieron obligadas a confinarse y esto trajo consigo un parón en el comercio internacional.
“La logística internacional antes funcionaba como un reloj suizo. Lo que permitía que los contenedores estuvieran en el momento adecuado, en el lugar adecuado y cuando la gente los necesitaba. Pero con la pandemia hubo cierres en fronteras tanto terrestres como marítimas. Muchas empresas cerraron fuera porque tuvieron casos internos o porque se protegieron”, explica Jairo Mena, miembro del Departamento Económico de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
Esto provocó que el flujo de los contenedores se interrumpiera y estos se quedaran atascados en alguna parte del mundo que no era donde debían estar.
“Esta limitante de la cantidad de contenedores en lugares donde sí se necesitaban, empezó a poner a pelear a los exportadores. Y a pelear me refiero a ver quién pagaba más por el contenedor para lograr transportar su producto. Entonces este es un tema de oferta y demanda, que empezó a aumentar el precio de los fletes y este precio pues sí, ha aumentado bastante”, comenta Mena.
Este sistema de trabajo complica especialmente a los pequeños comercios, que muchas veces no tienen el flujo de caja suficiente para desembolsar de un solo los nuevos costos de los fletes. Es el caso de Jimena Chacón, propietaria de un emprendimiento que trae productos para mascotas desde China.
“Nosotras en un inicio pagábamos unos 1.500 dólares por un contenedor pequeño que es de unos 20 pies. El último que pedimos nos salió en 11.500 dólares, es casi 10 veces más del precio anterior. Ahorita para diciembre el precio anda por los 14.500 dólares y esto es algo que de momento no lo podemos costear, no tenemos ese flujo de dinero”, explicó Chacón.
En su empresa han decidido hacerse cargo de este sobrecosto e intentar no subir los precios de sus productos pero estiman que para final de año harán un mínimo aumento en los precios para que el negocio continúe siendo viable.
“Yo monitoreo productos similares a los nuestros en otros comercios. Y por ejemplo, en uno de los comercios un cobertor para perro que antes costaba 11 mil colones ahora está en 15 mil colones. Y esta que es una empresa grande, el aumento de los precios será inevitable”, comenta Chacón.
Para la mercadería de diciembre tomaron la decisión de no traer un contenedor sino traer cajas de productos muy específicos y necesarios. A la larga puede ser una medida que les salga más cara, pero de momento, es la manera en que se puede ajustar a su flujo de caja.
“Estas medidas de tirar de inventario e internalizar costos, a largo plazo no son sostenibles. Si la tendencia de los precios todavía sigue a la alza o se mantiene inclusive en estos niveles que tenemos ahorita, pues no va a quedar de otra opción que trasladar esto al consumidor final”, explica Mena.
Según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), para 2019 Costa Rica importaba unos $14,7 MM que convierte al país en el importador número 87 del mundo. Los orígenes principales de estas importaciones son Estados Unidos (40,9%) y China (12,7%).
“Este es un problema que no solo le pasa a Costa Rica, le pasa al mundo entero porque Asia produce más de un 20% de todo lo que se consume en el mundo. Las compañías que dependemos de Oriente sabemos que en cercanías no hay costos similares, es muy difícil encontrar por aquí en calzado, en ropa costos similares”, explica el propietario de Tiendas Ekono, Allan Cedeño.
“Es un problema más complejo que ver solo los fletes, es un problema de abastecimiento, de fábricas cerradas, un problema de contagios en muelles, un problema de tipo de cambio”, dijo Cedeño.
Desde Tiendas Ekono se han adaptado y han tomado la decisión de, momentáneamente, dejar de traer ciertos productos. Como los que tienen volúmenes muy grandes pero precios muy bajos, que con esta crisis se vuelven poco rentables tanto para el vendedor como para el consumidor.
“Todos los importadores hemos tenido que hacer malabares para tener la mercadería a tiempo. Y obviamente, no hay de otra, los productos van a subir de precio, en algunas categorías menos en algunas categorías más, pero va a haber un aumento eso seguro”, agregó Cedeño.
Aunque Costa Rica aún no se ha visto afectada por el desabastecimiento de productos, todos coinciden que durante la época navideña podría empezar a verse esta afectación. Por lo que recomienda a los consumidores realizar sus compras con tiempo para que no se queden sin productos.
Desde el Ministerio de Economía Industria y Comercio (MEIC) aseguran que la situación mundial es compleja y que Costa Rica no se puede escapar de ella al ser un país con un importante componente importador dentro de sus procesos productivos.
“Muchos importadores ya están tomando medidas previstas para solicitar pedidos con mayor antelación a sus puntos de reorden, con el fin de prever retrasos. Nuestro ministerio está observante a que los precios de los productos no reflejan efectos abusivos que aprovechen estas condiciones para su lucro, estas acciones se desarrollan por medio de la recepción de denuncias a los consumidores y de estudios a los mercados, ante estos hechos”, indicó el MEIC.
Posibles soluciones
A pesar de que este es un efecto del comercio mundial, desde la Cámara de Comercio de Costa Rica han hecho dos propuestas al Gobierno para ayudar a bajar estos nuevos costos y que no sea el consumidor quien termine pagándolos.
“Estas propuestas las hicimos tanto al Ministerio de Hacienda como a la Presidencia de la República, aún no tenemos respuesta pero esperamos que en algún momento nos escuchen”, explicó Jairo Mena, de la Cámara de Comercio.
“La primera trata de técnicamente eliminar el valor del flete y que quede solo la parte del valor de la mercadería y estos serían los impuestos que se pagarían, lo que generaría un ahorro bastante significativo para los importadores”.
La segunda es que en lugar de eliminar el costo de ese flete, es que se tomen en cuenta los costos prepandemia y sobre esa base hacer el cálculo de los impuestos. Que se vuelve una propuesta más atractiva para Hacienda,pues es un ganar ganar. Porque se percibiría casi lo mismo que antes de la pandemia y los importadores tendrían un ahorro significativo y el consumidor se vería beneficiado”, detalló Mena.
Aunque este es un daño colateral ocasionado por la pandemia, aún se desconoce por cuánto tiempo más se pueda prolongar esta situación. Incluso muchos especialistas aseguran que el costo de los fletes aún no ha llegado a su pico más alto.
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