Para Rocío Aguilar, el mercado local de crédito ya se hace chico para los niveles de deuda que maneja el país; y los diputados podrían controlar las emisiones de deuda externa a través de la imposiciones de otros límites o del presupuesto.
13/11/20 | 09:34am
Costa Rica requiere de una reforma constitucional que le dé más agilidad para acceder a créditos internacionales, sin tener que aprobar uno por uno en la Asamblea Legislativa, para atender sus niveles actuales de deuda pública a un menor costo por intereses y con mejores plazos de pago.
Así lo consideró en entrevista con AmeliaRueda.com la actual jerarca de las superintendencias de Entidades Financieras (Sugef) y de Pensiones (Supen), Rocío Aguilar; quien hasta hace unos meses estuvo a cargo del Ministerio de Hacienda, en condiciones de incertidumbre fiscal similares a las que se observan actualmente.
"Yo creo que ese es un paso que el país debe dar, yo creo que es una de las reformas constitucionales que se deben dar y que al final del día, de todas maneras, los diputados van a autorizar cuánto va a endeudarse el país en el presupuesto, sin que cada empréstito tenga que ser un viacrucis en la Asamblea Legislativa", subrayó.
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Para concretar una reforma de este tipo, el país tendrían que eliminar o modificar las disposiciones de la Constitución Política que establecen la aprobación de préstamos internacionales como atribución del Congreso, así como el requisito de que dicho procedimiento se concrete con el voto favorable de al menos dos terceras partes de su composición.
La exjerarca de Hacienda explicó que la Asamblea igualmente podría controlar las autorizaciones de endeudamiento imponiendo topes a la magnitud del acceso a la deuda externa o a la captación por moneda, por lo que realizar un cambio de este tipo no implicaría perder la fiscalización sobre las gestiones de endeudamiento del Estado. Asimismo, dijo la aprobación de endeudamiento siempre queda en manos del Congreso cuando este analiza el presupuesto nacional, que a fin de cuentas también es una aprobación de deuda interna y deuda externa.
"Podría ser que se aprueben o se impongan límites para endeudamiento en dólares o en moneda local, o que se comprometan otros límites, pero ir por una aprobación por cada crédito realmente es un pecado. Es un pecado que si puedo pagar una tasa del 1% termine pagando una tasa del 8%, porque pasé discutiendo durante meses un crédito que venía en buenas condiciones de tasa, con periodos de gracia y que hacía que las necesidades brutas de financiamiento se puedan mitigar", subrayó.
Aguilar también comentó que la reforma es más importante ahora que nunca, en momentos en los que los mercados financieros y de pensiones local podrían quedarse cada vez más cortos para atender las necesidades al Estado, que cada vez requieren un refinanciamiento más elevado por los altos niveles de deuda pública, que ya alcanzan un 70% de la producción y apuntan a alcanzar cifras hasta 10 puntos más altas en 2021.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central (BCCR), ha reiterado también en distintas ocasiones la necesidad de que el país acceda más oportunamente a créditos de apoyo presupuestario negociados con organismos internacionales, los cuales ofrecen tasas de interés hasta cuatro veces más bajas de las que el país encuentra por créditos de largo plazo en el mercado interno (bancos, fondos de pensiones e instituciones nacionales).
También ha abogado por combinar emisiones locales con emisiones con entidades particulares en el extranjero (como los eurobonos), un movimiento que permite dar más competitividad al mercado de la deuda y que, por ende, facilita mejores condiciones de endeudamiento para la adquisición de recursos que, de otra manera, igual habría que buscar en el mercado local así sea en peores condiciones.
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La jerarca de Supen y de Sugef señaló que hasta el momento el sector financiero, compuesto por banca y pensiones, ha logrado llenar satisfactoriamente la mayoría de las necesidades de financiamiento del Estado; sin embargo, señaló que una mayor apertura para acceder a mercados internacionales es importante para evitar condiciones de "estrujamiento", en caso de que aumenten los requerimientos de crédito del sector privado para la banca o de que disminuya la capacidad de sistema de pensiones, por una menor cantidad de afiliados, en un futuro cercano.
"Recurrir solo al mercado local lo único que va a generar es un estrujamiento grande y en este momento tenemos la circunstancia de que no hay demanda de crédito, entonces hay espacio; pero en un momento en el que pueda reactivarse la demanda de crédito, o cuando se dé una reducción en las pensiones, habría que competir con una fuerte necesidad de financiamiento de Hacienda", puntualizó.
Aguilar recordó que los "estrujamientos" tienen un fuerte impacto en la ciudadanía, pues entonces el Gobierno no solo debe destinar más recursos para repagar su deuda, sino que además presiona las tasas de interés y el tipo de cambio, con lo que eso implica para los elevados niveles de endeudamiento de los hogares costarricenses.
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La exministra de Hacienda también reiteró que es "apremiante" encontrar soluciones al desajuste fiscal que vive el país, con un déficit financiero que este año alcanzaría el 9,3% de la producción (¢3,3 billones) y un déficit primario (sin contar el pago de intereses y solo por la diferencia entre gastos e ingresos estatales) del 4%.
"En un Estado que ha venido aumentando su deuda en una forma casi exponencial, porque vamos a cerrar este año cerca del 70% de la producción y según el presupuesto va a cerrar en un 80% en próximo año, y donde los ingresos tributarios han venido cayendo por la desaceleración, pero los egresos por intereses siguen creciendo porque sube la deuda o porque sube su costo… el espacio es muy corto".
La jerarca de Sugef y de Supen además indicó que resolver el problema requiere de medidas de gastos y de ingresos, con efectos a mediano y largo plazo, pero también en el más corto plazo posible. Asimismo, indicó que las medidas que se tomen en materia de endeudamiento para reducir su costo y para asegurar disponibilidad de recursos son vitales para llevar tranquilidad a los mercados nacionales e internacionales, lo cual se traduce en menores pagos por tasas de intereses y en capacidad para obtener la liquidez suficiente para cumplir con las obligaciones estatales en todo momento.
Ahora mismo, la jerarca ve una situación muy similar a la que se presentó durante los meses de incertidumbre de 2018, antes de la aprobación del ajuste fiscal que se ideó en aquel momento, sin tomar en cuenta la llegada de una pandemia.
"Estamos viendo en el mercado ya las señales que nos acompañaron en el año 2018, donde empieza a reflejarse en el tipo de cambio y en la dificultad de captar los recursos que se requieren, o bien, la necesidad de captar en tasas superiores para hacerle frente a las necesidades. Yo creo que ya llegamos realmente al borde de la situación (...) Hoy no atravesamos, dichosamente, un problema de liquidez, pero la liquidez la tenemos parqueada en el muy corto plazo, y es una liquidez que en cualquier momento se puede mover de moneda o de país", concluyó.
Aguilar señaló que, tanto el sector bancario como el de pensiones son altamente permeables por los problemas fiscales del país, por influencia del tipo de cambio o por las propias inversiones de fondos en el Estado.
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