Consultora asegura que construcción de ruta 27 dejó un daño ambiental de $40 millones

La consultora ambiental Monserrat Solano aseguró que la construcción de la ruta 27, carretera a Caldera, representó un daño ambiental superior a los $40 millones. Así lo manifestó este jueves durante el juicio que se lleva a cabo e Tribunal Contencioso Administrativo, en el cual los vecinos de Ciudad Colón piden la anulación del contrato de concesión con la empresa Autopistas del Sol.

Solano era parte del equipo de trabajo de la empresa IMNSA, encargada de supervisar -durante poco más de un año- la construcción de la ruta 27 a Caldera y relató cada uno se los incumplimientos ambientales que detectaron y alertaron durante la ejecución de la obra.

“Nosotros iniciamos la supervisión en el 2008-2009 desde que se empezó con la construcción de la carretera, incluso, teníamos muchos documentos de inconformidades que se enviaron en su momento a la encargada de concesiones, la ingeniera Hadda Muñoz, y hubo muchas inconsistencias de todo tipo tanto en el manejo de las escombreras como la disposición de los desechos que en muchos casos se tiraban sin ningún temor a los márgenes de los ríos”, explicó la experta.

Según el relato de Solano, se hicieron múltiples llamados de atención por las inconsistencias señaladas y nunca recibieron respuesta a los oficios que entregaron a las autoridades del Consejo Nacional de Concesiones (CNC).

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Agregó que ellos lograron observar decenas de daños al ambiente, como la contaminación a ríos, y la ruptura del acuífero Vargas.

“Nosotros pudimos determinar e incluso, hay un informe de no conformidades, en donde había fotos donde nosotros vimos que en lugar de llevar los escombros a los sitios previstos para disponer adecuadamente de esos desechos, se tiraban en cualquier lado.

“Esos escombros se tiraron en quebradas y márgenes de ríos y eso lo que hace es dañar el ambiente y va en contra de la Ley Forestal”, manifestó.

La experta mostró su molestia al indicar que alertaron sobre todas las irregularidades que se dieron durante la construcción sin recibir respuesta alguna.

“En los estudios que hicimos sobre daño ambiental, nosotros ahí poníamos todas las no conformidades que se demostraron oportunamente y no se hizo absolutamente nada. Nunca se le dijo al concesionario que no se hiciera así, porque a nosotros ni siquiera nos contestaban si iban a tomar en cuenta o no nuestros oficios, se daban por recibido y ahí murió”, agregó.

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La consultora ambiental aseguró que incluso, en uno de los oficios, se tienen fotografías, donde se ve a la gerente del proyecto de ese momento (no mencionó su nombre) observando sin mayor reacción como una vagoneta tiraba escombros a uno de los ríos.

“Advertimos que había que parar la construcción, que no podíamos hacer eso, cuando se confirmó la ruptura del acuífero Vargas. Ya estaba roto, pedimos medidas de mitigación y lo que hicieron fue entubar el agua del acuífero”, denunció.

Monserrat Solano es la primera testigo que se recibe en el proceso de juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Contencioso Administrativo, donde se pide la anulación del contrato con Autopistas del Sol.