Tribunal Contencioso Administrativo dictó sentencia a favor del artista Miguel Casafont Broutin
30/05/22 | 06:59am
Una sentencia sin precedentes en la jurisprudencia nacional condenó a la Universidad de Costa Rica (UCR) por el daño moral que le causó al reconocido artista Miguel Casafont Broutin, la construcción de un edificio de cinco pisos que impide apreciar el mural del pintor en la fachada de la Escuela de Artes Musicales, ubicado en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio (San Pedro de Montes de Oca, San José).
La histórica decisión del Tribunal Contencioso Administrativo, Sección Cuarta del Segundo Circuito Judicial de San José (Goicoechea), representa más que una victoria personal para el autor de la obra: es un gran avance colectivo en la salvaguardia del arte costarricense en general y, específicamente, de aquellas creaciones que se exhiben en espacios públicos, según historiadores del arte y arquitectos consultados.
“En el presente asunto, se acreditó un menoscabo en el derecho moral del actor, consistente en la modificación y alteración del entorno de la obra, que impide la legibilidad y visualización del mural cinético, por lo que se estima que sí se está en presencia de un daño moral al artista", argumenta la sentencia de los jueces Judith Reyes Castillo, Elías Baltodano Gómez y Felipe Córdoba Ramírez, del 22 de abril de 2022.
Además, el voto 042-2022-IV ordena a la UCR al pago de las costas del juicio y a resarcirle el perjuicio a Casafont Broutin -quien también es catedrático de la UCR- por medio del pago de una cifra millonaria.
"No son ¢100 millones pero tampoco cinco", respondió Ricardo Murillo, representante legal del artista, ante consulta de este medio.
Según Murillo, los jueces reconocieron que la UCR cometió "daño moral subjetivo". De acuerdo con nuestra legislación, ese tipo de afectación "se produce cuando se ha lesionado un derecho extrapatrimonial, sin repercutir en el patrimonio, suponiendo normalmente una perturbación injusta de las condiciones anímicas del individuo (disgusto, desánimo, desesperación, pérdida de satisfacción de vivir, etc.)".
La resolución quedó en firme después de que venciera el plazo establecido para que la parte vencida recurriera a Casación ante la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.
Ahora, detalló Murillo, el demandante solicitará al Contencioso que, en la ejecución de la sentencia, se incorpore el pago del resarcimiento en el presupuesto de la UCR.
Entonces, esa dependencia impulsaba el proyecto "Intervención Cromática" que promovía utilizar fachadas de ciertos edificios del campus como una suerte de lienzos para obras de arte.
"Por el diseño que tiene el edificio de la Escuela de Artes Musicales, con paneles verticales y por su arquitectura característica de la década de 1960-1970 pensé en hacerlo de arte cinético, que requiere cierta distancia para apreciarlo, porque se 'mueve' con la mirada del espectador y cambia con condiciones atmosféricas como la luz", explicó el artista a AmeliaRueda.com.
"Yo venía llegando de la India y estaba muy influenciado por su cultura en general, como sus colores y telas. El mural se llama Tejiendo sonidos porque la música es como crear un textil", agregó.
Más de dos décadas después de haber pintado el mural, y durante una sesión del Consejo Universitario del que Casafont formaba parte, el pintor se entera de la intención de construir un edificio de cinco pisos justo a la par de la edificación que alberga su creación.
"Me doy cuenta de que el nuevo edificio taparía la visibilidad de la obra de arte, y pedí (a la administración de la Universidad) que si se podía hacer en otro lugar", recordó Casafont. Incluso, agregó, el máximo órgano universitario recibió una advertencia técnica del Museo Nacional en el sentido de que era un error construir un edificio anexo a 14 metros del mural.
Recurriendo al principio de "autonomía universitaria", la UCR hizo caso omiso a las observaciones de las autoridades artísticas competentes y dio luz verde para la construcción del nuevo edificio. Ya en octubre de 2018, después de cortar varios árboles con décadas de edad, comenzaba a levantarse la edificación en lo que había sido un parqueo frente a la fachada de la Escuela de Artes Musicales.
Según la sentencia condenatoria, la construcción del Edificio Anexo de Artes Musicales, no es "necesario determinar la cantidad de metros que se requerían para apreciar el mural, ya que en estos momentos, está plenamente demostrado que los 14 metros que hay entre los edificios impiden visualizar la obra el efecto cinético para el que estaba diseñada". Por lo tanto, al proceder con la construcción se afectó de "manera sustancia la integridad y legibilidad de la obra de arte Tejiendo Sonidos por tratarse de un mural cinético sin contar con la anuencia del autor".
Consultado sobre la resolución, Casafont Broutin explicó que su objetivo con la demanda era "sentar un precedente de que las obras de arte público no pueden ser modificadas ni alteradas".
El artista cuenta con un bachillerato en Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica y una maestría en Ciencias con énfasis en Diseño y Comunicación Visual del prestigioso Instituto Pratt de Nueva York. En 1994 representó al país en la célebre Bienal de Arte XXII de Sao Paulo, Brasil. Ha realizado 20 exposiciones individuales y alrededor de 50 exhibiciones colectivas tanto a nivel internacional como nacional. Fue el artista seleccionado para pintar el retrato oficial del exmandatario Luis Guillermo Solís, en el Salón de Expresidentes de la Asamblea de Legislativa.
Casafont Broutin es profesor en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica. Fue Vicedecano de la Facultad de Bellas Artes, y fue miembro del Consejo Universitario de esta misma casa de estudios.
"Me parece una sentencia justa y pertinente", reaccionó el viernes anterior Efraín Hernández, uno de los historiadores del arte más reconocidos del país.
Es importante entender, agregó Hernández, que el mural "no es un ornamento, es una obra plástica. Construir un edificio al frente era arruinarla", aseveró.
Según un dictamen curatorial que Hernández escribió y que fue presentado ante el tribunal: "Tejiendo sonidos constituye el único ejemplo en el arte costarricense de este tipo de mural y orientación pictórica. Con esta obra, Casafont inicia -junto con otras piezas murales como las del Museo Calderón Guardia- el vínculo de la pintura mural del país con los movimientos artísticos dominantes en la segunda mitad del siglo XX."
El arquitecto Andrés Fernández celebró la sentencia y alabó la valentía de Casafont de llevar el caso a instancias judiciales. "Fue algo muy responsable por parte del artista", recalcó Fernández, quien también es un connotado historiador costarricense.
La sentencia, continuó Fernández, tiene "un trasfondo social porque redimensiona el valor del arte desde una instancia judicial. Eso no había pasado en Costa Rica: aquí se 'vuelan' las cosas (obras de arte público, propiedades que son patrimonio cultural) y no pasa nada".
"Sin ser los jueces especialistas en arte, supieron valorar los hechos y concluyeron que se había ocasionado un daño", dijo Fernández.
Lo que se hizo "es una falta de respeto al artista y una falta de respeto para el espacio público. Se pierde una obra maravillosamente bella", subrayó el arquitecto, quien lamentó que "este atropello" fuera realizado por la UCR. "Es una atropello doble", sentenció.
En esa misma línea, Efraín Hernández, señaló que "que el problema es que los funcionarios que deciden estas cosas no tienen la formación para saber el impacto que tendrán acciones de este tipo. El edificio (anexo) se pudo haber construido en otro lugar con mayor análisis del espacio. Ya hay otras extensiones del campus".
Tejiendo Sonidos fue una donación de Casafont a la UCR.
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