Conavi no verifica si recibe la cantidad de asfalto por la que paga, revela informe de Lanamme

En libretas personales y sin cumplir con los registros diarios, algunos inspectores del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) llevan el control sobre la cantidad de materiales que se reciben para la reparación de vías, lo que provoca que, en algunos frentes de trabajo, no se tenga verificación real que confirme si la cantidad de asfalto que se recibe corresponde a lo que se cobra y posteriormente se paga.

Así lo revela un estudio de Auditoría Técnica del Laboratorio Nacional de Modelos y Materiales Estructurales (Lanamme), el cual se indica que existe una falta de control que puede ocasionar pagos indebidos.

Por ejemplo, en una visita realizada en octubre de 2019 a las obras que se realizaban en ruta 2, en el tramo entre El Empalme y Ojo de Agua se observó la colocación de mezcla asfáltica sobre huecos y deformación de la ruta que son responsabilidad y costo del contratista, sin embargo, el auditor de Lanamme logró constatar que el material colocado se cobró al Conavi.

“En este caso, el inspector fue advertido sobre esto. Sin embargo, esto es un ejemplo claro de que se puede incurrir en pagos indebidos por obra realizada por reparación de defectos”, manifiesta el informe de 66 páginas del cual AmeliaRueda.com tiene copia.

Faltas

Los inspectores de Conavi deben verificar a diario la cantidad de material asfáltico que reciben y llenar los controles, al menos así debería ser; sin embargo, la inspección realizada por el Lanamme determinó que esto no ocurre en algunos de los frentes de trabajo donde el funcionario encargado muchas veces no realiza, ni siquiera, una verificación visual de los materiales que recibe.

Además, se llevan controles en libretas personales, no se realizan anotaciones oficiales a diario o, incluso, se tienen boletas con información incompleta o con datos exactamente iguales en todos los registros.

“En este sentido, se evidencian imprecisiones en la contabilidad de las vagonetas de mezcla asfáltica que se utilizaron para diferentes actividades, donde unas se debieron pagar y otras no”, se describe en el informe.

La Auditoría Técnica realizada enfatiza en las prácticas constructivas que se utilizan en las obras de Conservación Vial que se ejecutaron durante el 2019.

“Se evidenció que en algunos frentes de obra no se verifica rigurosamente si la cantidad de mezcla asfáltica que llega al sitio y que se coloca corresponde a lo que indica la boleta de despacho de planta, es decir, el inspector que está en un campo tiene que verificar esta boleta con respecto a lo que viene en las vagonetas, una inspección visual y también una corroboración del volumen que cubre cierta área en el sitio, sin embargo, esto no siempre se hace”, explicó a AmeliaRueda.com la Coordinadora de la Unidad de Auditoría Técnica Lanamme, la ingeniera Wendy Sequeira, quien agregó que luego de la reciente advertencia que se hizo al Conavi, la administración emitió una directriz para que se implementaran mejoras de inspección.

Dentro de las prácticas incorrectas encontradas se menciona que los sellos o “marchamos” de cada vagoneta los debe retirar el inspector de la entidad (Conavi), sin embargo, se observaron casos donde los retiran trabajadores de las empresas constructoras sin previa revisión oficial del material que llegó.

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Deficiencias

Además de la falta de control sobre el material que se coloca y se cobra, el Lanamme detalla en el informe (LM-AT-001-2020) que existen otras malas prácticas constructivas que ponen en riesgo la durabilidad de las reparaciones que se realizan.

Ejemplo de ellos es la rehabilitación de rutas pese a tener graves problemas en drenajes.

O reparaciones pese a la ausencia de cunetas.

Ambos factores destacados son importantes de tomar en cuenta y reparar debido a que intervenir rutas con estas características provoca situaciones a futuro (inundaciones o socavación) que luego afectan la calidad del trabajo que se realice.

“En cuanto a las obras de rehabilitación se han encontrado aspectos como invasión de maleza, condiciones inconclusas insuficientes o incluso inexistentes de elementos de drenaje, también bases construidas que presentan deterioros ya sea por una sobreexposición al tránsito o también a la intemperie por periodos extensos que hace que esto se reduzca su durabilidad.

“Otro aspecto que también se evidenció son los deterioros en las capas asfálticas durante el mismo año de colocación, es decir, se ejecutó una obra y en el mismo año se empezaron a observar deterioros en las capas asfálticas”, explicó la ingeniera.

El deterioro acelerado de una intervención se evidenció en la ruta 2 en las secciones de Osa-Golfito-Río Claro, donde, en tan solo tres meses se evidenció un deterioro prematuro de la capa asfáltica recién colocada.

Malas condiciones de las bases estabilizadoras de las rutas, bacheos inconclusos, desniveles peligrosos y malos cálculos del material que se ocupaba para una intervención son parte de los hallazgos del informe donde además se indica que “se han observado algunos detalles constructivos que algunas veces se realizan o no, dependiendo de la zona y del criterio de la inspección o de la ingeniería de proyecto”.

Para el Lanamme es necesario que el Conavi mejore sus controles para lograr la aplicación de las “buenas prácticas de construcción” a nivel nacional.

“Recomendamos a la administración que se vele por un control riguroso en las cantidades de mezcla asfáltica colocada y de materiales utilizados para actividades de conservación Vial que sustenten la tramitación del pago de obra. Esto nos parece muy importante y fundamental, que la inspección sea muy rigurosa en cada uno de los frentes de obra existentes para que todo lo que se tramita para pago tenga el sustento adecuado”, concluyó la experta del Lanamme.