Capturar imágenes de eventos catastróficos y repentinos es extremadamente difícil pero tremendamente útil para comprender las razones de su origen
Luis Carlos Bogantes
21/03/16 | 17:57pm
El destello de una onda expansiva provocado por la explosión de una estrella fue capturado por primera vez en longitudes de onda visibles por la NASA mediante su satélite artificial Kepler.
Un equipo científico liderado por el profesor de astrofísica de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Peter Garnavich, analizó la luz capturada de 500 galaxias, por el telescopio Kepler, cada 30 minutos, por un período de tres años, informa la NASA en su sitio web.
Los científicos buscaban signos de explosiones masivas de estrellas que morían, conocidas como supernovas.
En 2011, dos de estas estrellas masivas, llamadas supergigantes, explotaron bajo la vigilancia del telescopio Kepler. El primer gigante que explotó fue el KSN 2011a, aproximadamente 300 veces el tamaño de nuestro sol, y a una distancia de 700 millones de años luz de la Tierra.
El segundo gigante capturado fue el KSN 2011d, aproximadamente 500 veces el tamaño del sol y a una distancia de 1.2 billones de años luz de la Tierra.
Capturar imágenes de eventos catastróficos y repentinos es extremadamente difícil pero útil para comprender las razones de su origen.
La mirada fija de Kepler permitió a los astrónomos observar, por fin, la onda expansiva de una supernova mientras alcanzaba la superficie de la estrella.
La fuga de la descarga dura apenas 20 minutos, así que capturar su destello de energía es un acontecimiento de muchísima investigación para los astrónomos.
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