Choque de criterios técnicos entre RECOPE y MINAE frena opciones de comercializar biocombustibles

MINAE afirma que regulaciones del estado deben cambiar para beneficiar a los productores de biodiésel.

18/02/17 | 15:50pm

“Desarrollar una industria de biocombustibles que contribuya a la seguridad y eficiencia energética, la mitigación del cambio climático, la reactivación del sector agrícola y el desarrollo socioeconómico nacional”, esto es lo que reza el objetivo principal del Programa Nacional de Biocombustibles.

Sin embargo la realidad dista mucho de lo puesto en el papel. Aunque el decreto se publicó oficialmente el 17 de marzo del 2009, mediante el cual se aprobó el Reglamento de Biocombustibles, actualmente un choque de criterios técnicos entre entidades del gobierno impide a esta industria despegar, pues los procedimientos a seguir para obtener los permisos chocan entre sí, impidiendo que se permitan la comercialización de productos como el biodiésel.

El vivo ejemplo lo ha sufrido la empresa H&M en San Carlos, dedicada a la producción y venta de concreto premezclado y agregados. La firma decidió invertir también en la producción de biodiésel para el abastecimiento de la flotilla de vehículos y desde el año anterior busca -sin éxito hasta ahora- el aval para comercializarlo.

Su incursión ha sido difícil pues para comercializarlo necesita que la Autoridad Reguladora de los Servicios públicos (ARESEP) defina un modelo tarifario. Sin embargo, este modelo no puede implementarse hasta que hayan permisos del Ministerio de Ambiente (MINAE) y esta cartera no los otorgará hasta que la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) intervenga.

Reglamentaciones y procedimientos

Los biocombustibles, energías producidas a partir de materia orgánica y no fósil, suelen mezclarse con combustibles tradicionales para mejorar su calidad o disminuir la huella de carbono del transporte y de las fábricas.

De acuerdo al Reglamento Técnico Centroamericano, el biodiésel debe mezclarse con combustibles fósiles (diésel) para el funcionamiento de aquellos vehículos diseñados para este tipo de biocombustibles. Así mismo, debe cumplir con requisitos de calidad establecidos por el reglamento y obtener las acreditaciones otorgadas por el Ente Costarricense de Acreditación (ECA), el laboratorio de RECOPE o laboratorios internacionales.

Una vez que el producto alcanza los estándares solicitados, el productor decide si comercializarlo o utilizarlo para autoconsumo. En caso de que decida venderlo a terceros, MINAE exige que el producto llegue a RECOPE para su comercialización a nivel nacional y no que sea una labor directa del productor. Es decir, empresas como H&M no estarían autorizadas a producir biocombustibles y ponerlos en su propia estación de servicio, sino que tendría primero que vendérselo a RECOPE para que esta se lo revenda nuevamente, antes de ponerlo a disposición de los usuarios.

Esta directriz se rige por medio del artículo No. 13 del Reglamento de Combustibles que establece que “RECOPE será la encargada de la venta de los combustibles fósiles mezclados a los distribuidores autorizados para su comercialización y a sus clientes para su autoconsumo”.

“Si ellos (productores) llegan a ese nivel de cumplimiento técnico con certificaciones, lo ingresamos a un registro de productores. Ahí podrían venderle el producto a RECOPE para que elabore la mezcla (diésel con biodiésel)”, indicó el jefe del Departamento Legal de MINAE Cristian González, al hacer referencia a la venta de grandes lotes.

Lista la mezcla, el biocombustible debe depositarse en una estación de servicio que cumpla las especificaciones técnicas y “ahí entramos en juego de nuevo porque otorgamos los permisos de funcionamiento en el artículo 13”, agregó González.

Sin embargo en RECOPE la puerta a esta opción está prácticamente cerrada, ya que la entidad asegura que no puede comprar combustibles ni biocombustibles de forma directa sino solo a través de concursos públicos o licitaciones, de acuerdo con el jefe de Investigación de RECOPE Jimmy Fernández.

La única opción para comprar biocombustibles de forma directa sería en situaciones de emergencia de abastecimiento. Además la entidad no ve rentable mezclar pequeños lotes de producto debido al alto costo que el procedimiento conlleva. En la historia reciente RECOPE cuenta en sus registros con solo dos compras directas por emergencia en el año 2010: 2 mil barriles de etanol a la empresa Laica y aceite a Coopeagropal.

Por su parte, MINAE solicita que el productor de biodiésel venda su producto a RECOPE para otorgarle los permisos de funcionamiento de la estación de servicio dónde se dispensará el biocombustible. Por ello, la cartera afirma que la regulación debe ser modificada para beneficiar al productor de biocombustible y así lograr que la venta de combustibles alternos surja.

Mientras los productores privados esperan una posición más clara por parte de la Administración, en MINAE dicen estar a la espera de que el productor obtenga las acreditaciones, venda su producto a RECOPE y obtenga el precio establecido por la ARESEP.

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