El jerarca de la institución, Román Macaya, indicó que el país se dispone a atender una crisis, pero la prevención permitirá "no sufrir".
17/03/20 | 16:00pm
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) cuenta con 450 respiradores artificiales y busca aumentar su capacidad de atención para atender un mayor número de casos de coronavirus (COVID-19), indicó esta tarde el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya.
Así lo dijo justo después de anunciar que la CCSS utilizaría el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), ubicado en La Uruca, como un centro de atención exclusivo para atender casos confirmados del contagio.
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Según indicó Macaya, la idea de utilizar el Cenare permitiría ampliar la capacidad “principalmente en el área de hospitalización normal y de cuidados intermedios”. Sin embargo, aún existen retos en materia de cuidados intensivos.
“Debemos ir aumentando la capacidad de hospitalización normal y hospitalización en camas de complejidad intermedia; pero sobre todo de cuidados intensivos, que es la más compleja de ampliar”, subrayó.
Macaya recordó que apenas un 8% de los casos confirmados están “delicados” (cuatro de 50 registros totales). No obstante, agregó que Costa Rica espera una crisis "hagamos lo que hagamos", por lo que aumentar la capacidad servirá para que "el país no lo sufra" todavía más.
Además del traslado de atenciones al Cenare, el presidente de la Caja indicó que la institución mantiene conversaciones con el Instituto Nacional de Seguros (INS). La intención es utilizar el Hospital de Trauma para reasignar ahí los trabajos de rehabilitación y las cirugías ambulatorias del Cenare.
Sobre esas conversaciones, afirmó que ya hay un acuerdo, en principio, para realizar “una colaboración interinstitucional".
¿Capacidad máxima de camas?
Mario Ruiz, gerente médico de la CCSS, indicó la semana pasada que la institución tiene un total de 5.400 camas a disposición en todos los hospitales del país. De ese número, señaló que la institución puede utilizar hasta un 30% (1.620) para pacientes que no se remiten a urgencias o pediatría, como personas diagnosticadas con el coronavirus.
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“La Caja tiene actualmente 5.400 camas a nivel nacional. El 60% de las camas son de pacientes que han ingresado por urgencias; es decir, son pacientes internados por infartos, por accidentes de tránsito, por accidentes vasculares-cerebrales o por patologías que comprometen su vida y que ameritan un internamiento”.
“Del 40% restante, más o menos un 10% son camas pediátricas y, según lo que hemos visto hasta el momento y lo que reporta la literatura, esta enfermedad no afecta a los niños gravemente y eso da muchísima tranquilidad”.
“Entonces, aproximadamente nos quedaría un 30% de las camas y, de ellas, son más o menos unas 800 que estamos liberando en este momento, por si fuera necesario”, explicó el funcionario.
Según Ruiz, la Caja ya también acordó permitir que los hospitales sustituyan de forma inmediata a sus funcionarios de ser necesario por algún contagio; y asignó tres aparatos de rayos equis portátiles a los hospitales México, San Juan de Dios y de Alajuela para realizar diagnóstico de posibles casos.
Asimismo, el funcionario agregó que los hospitales ya recibieron órdenes para que cada director dé egreso a pacientes “que no tengan condiciones que comprometan su vida”; así como para que establezcan "áreas diferenciadas, por recomendación del Ministerio de Salud, para pacientes con problemas respiratorios”.
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