Diferencias de criterio, errores y agotamiento de jerarcas golpea a carteras clave como Presidencia, Hacienda, Relaciones Internacionales y Comunicación, donde ya se registran hasta tres nombramientos distintos
08/06/20 | 08:49am
El gabinete del presidente Carlos Alvarado ya sufrió una mayor cantidad de renuncias que sus cuatro predecesores hasta este momento de su administración. Ya son 16 las salidas confirmadas y pronto habrá que añadir al ministro de Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez, quien dejará su cargo en agosto para dirigir el Global Environment Facility (GEF).
Las salidas han ocurrido por errores administrativos, escándalos, agotamiento en las funciones y diferencias de criterio con el propio mandatario (o con el resto del gabinete); una dinámica que ha minado las principales carteras del gobierno.
De las 16 salidas confirmadas, la mitad ha ocurrido en cuatro de los principales ministerios: dos en Presidencia, dos en Hacienda, dos en Comunicación y dos en Relaciones Internacionales.
Solo el 28 de mayo pasado, abandonaron su puesto el segundo ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, y la segunda ministra de Comunicación, Nancy Marín. El primero alegó un choque político con el presidente Alvarado y la segunda dijo que buscaría más tiempo con su familia, más allá de lo dicho por el ministro de la Presidencia, Marcelo Prieto, quien afirmó que los cambios respondían a "un refrescamiento de liderazgos".
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Las salidas no han discriminado entre figuras de gobierno, técnicos apartidistas (como el exministro Chaves) e invitados de otras agrupaciones: parte del experimento de gobierno de "unidad nacional" que prometió Alvarado cuando resultó electo y aseguró que mezclaría figuras de distintos partidos en su cuadro de gobierno, aún cuando ningún partido accedió a formar una coalición formalmente, comprometiendo sus votos o sus decisiones.
El más cercano en esa intención fue el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), cuyo excandidato presidencial, Rodolfo Piza, dio su adhesión a Alvarado de cara a la segunda ronda de elecciones y luego se mantuvo como su ministro de la Presidencia por casi dos años. No obstante, Piza salió en julio de 2019, la agrupación rojiazul nunca materializó compromiso alguno de modo partidario y la fracción socialcristiana tampoco actuó como allegada del Gobierno, más allá de cuando impulsó la reforma fiscal de 2018.
Además de Hacienda, Presidencia, Comunicación y Relaciones Internacionales, otras ocho carteras han experimentado cambios en sus jerarquías. Estas fueron Salud, Asuntos Sociales, Educación, Trabajo, Infancia, Justicia, Ciencia y Tecnología, y la Coordinación del Equipo Económico, definida como un ministerio sin cartera por el Ejecutivo desde el inicio de su administración.
De las 24 plazas disponibles, únicamente 12 se han mantenido ocupadas por la misma persona desde mayo de 2018 y, como ya se conoce, pronto habrá que sumar la salida del ministro de Ambiente.
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Alvarado incluso ya suma casi tantas cartas de renuncia como los expresidentes Laura Chinchilla y Abel Pacheco hasta el final de sus gestiones (19 cada uno); las mayores cantidades registradas en lo que va de este siglo.
Para las politólogas Ilka Treminio y Monserrat Sagot, la administración Alvarado Quesada se ha visto mermada por no tener una línea clara de gobierno que permitiera conjuntar las distintas visiones del gabinete. Esto, aseguran, evitó que el proyecto de"unidad nacional" cuajara y terminó propiciando una suerte de mandato dividido, con agendas separadas de cada ministro en cada cartera.
Según señalaron en entrevista con AmeliaRueda.com, la falta de una visión conjunta ha provocado una mayor inestabilidad para sostener a los jerarcas ante las presiones de grupos externos, junto con las que ya de por sí siempre —o muy usualmente— provocan salidas en cada administración ante traspiés en la gestión pública.
Para Sagot, la idea de un gobierno de "unidad nacional" nunca se logró plantear de forma organizada y estable. Desde su punto de vista, la intención no logró el compromiso explícito de otros partidos políticos, sino la participación de algunas figuras de forma aislada que únicamente pudieron impulsar sus propias agendas, a veces con el apoyo de la oposición y a veces sin este.
"Como no existe una hoja de ruta clara, queda la sensación del que el Gobierno lo que ha hecho son vaivenes, de un lado al otro, respondiendo al sector que ejerza más presión en cada momento. Parece que falta visión y un proyecto de gobierno, y existe debilidad para resistirse a las presiones de los sectores, y por eso llegan las renuncias.
"Tampoco hay claridad sobre cuáles son los intereses y los grupos que se están imponiendo en el Gobierno, aunque ciertamente tiene que haber sectores que se están imponiendo, sin que sepamos bien cuáles" subrayó.
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Por su parte, Treminio agregó que la idea de un gobierno de "unidad" es especialmente difícil de aplicar en un país como Costa Rica, donde las alianzas electorales no están reguladas legalmente y el presidente no puede reclamar respuestas de los otros partidos políticos. En esa línea, señaló que cada ministro ha terminado jugándose su puesto por su propia cuenta, con agendas que terminan siendo "volátiles".
"Los gabinetes de coalición son muy difíciles. No se puede juzgar al Gobierno de una mala gestión solo por la salida del gabinete, pero es claro que sí afecta su funcionamiento. Las agendas terminan siendo volátiles y cada ministro que sale se va con su propia cartera ministerial para la casa, porque a fin de cuentas era su propia cartera y, cuando esto pasa, lo que queda al final es un Consejo de Gobierno fragmentado y con enfrentamientos", concluyó.
Ambas politólogas además señalaron que existen factores que complican cada vez más encontrar ministros que deseen mantenerse en el puesto a pesar de las presiones externas e internas, pues la inestabilidad política es muy alta y otros puestos políticos y no políticos —como las diputaciones, las alcaldías, trabajos en el sector privados y algunos nombramientos en entidades internacionales— pueden ofrecer salarios hasta cuatro o cinco veces más competitivos.
En total, el gobierno del presidente Carlos Alvarado registra 16 salidas confirmadas desde mayo de 2018. Además, hay una adicional que se hará efectiva a partir de agosto. Este es el resumen, caso por caso:
1. Guiselle Amador, de Salud. Dejó su puesto el 21 de noviembre de 2018 y luego alegó diferencias de criterio con el presidente Alvarado.
2. Epsy Campbell, de Relaciones Internacionales. Dejó su cargo el 11 de diciembre de 2018 por presiones políticas, ante supuestos nombramientos irregulares en la Cancillería.
3. Juan Carlos Mendoza, Comunicación. Dejó el cargo el 8 de enero de 2019, alegando motivos familiares
4. María Fulmen, Asuntos Sociales. Renunció el 8 de enero de 2019, después de atrasos en el depósito de ayudas sociales.
5. Edna Camacho, Coordinación Económica. Dejó su cargo el 16 de mayo de 2019, para ocupar un puesto de dirección en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
6. Edgar Mora, Educación. Dejó su puesto el 1 de julio de 2019, después de presiones políticas de gremios sindicales del sector educación.
7. Steven Núñez, Trabajo. Renunció el 27 de julio de 2019, después de solicitar una escolta policial sin los permisos correspondientes, en la que falleció un policía motorizado.
8. Rodolfo Piza, Presidencia. Dio por terminada su etapa en el gobierno de Alvarado el 29 de julio de 2019, cuando dijo que su presencia en el gabinete era solo para una primera parte de la administración, como parte de la alianza para un "gobierno de unidad nacional", suscrita en la segunda ronda de elecciones de la campaña 2018.
9. Rocío Aguilar, Hacienda. Renunció el 23 de octubre de 2019, tras ser suspendida por un mes en el cargo. La Contraloría solicitó el castigo por ejecutar pagos de deuda pública sin autorización de la Asamblea Legislativa.
10. Patricia Vega, Infancia. Dejó el cargo el 16 de enero de 2020, alegando agotamiento en el cargo.
11. Manuel Ventura, Relaciones Exteriores. Renunció el 31 de enero de 2020, argumentando motivos de salud.
12. Marcia González, Justicia. Dejó el cargo el 7 de febrero de 2020, después de una denuncia periodística que constató su omisión en pagos del impuesto a las casas de lujo.
13. Víctor Morales, Presidencia. Dejó el puesto el 4 de marzo de 2020, después de firmar un decreto que instauraba una unidad de análisis de datos en el despacho del Presidente y le brindaba acceso a "datos confidenciales".
14. Nancy Marín, Comunicación. Dejó el cargo el 28 de mayo de 2020, por motivos familiares y agotamiento en el cargo.
15. Rodrigo Chaves, Hacienda. Renunció el 28 de mayo de 2020, tras anunciar diferencia de criterio con el presidente Alvarado en relación con las medidas fiscales necesarias para enfrentar la crisis por la pendemia del Covid-19.
16. Luis Adrián Salazar, Hacienda. Dejó su cargo el 28 de mayo de 2020 y alegó diferencias de criterio con el Ejecutivo, en cuanto a la utilización de los recursos de Fonatel.
17. Carlos Manuel Rodríguez, Ambiente. Dejará el 1 de agosto de 2020 para dirigir el Global Environment Facility (GEF).
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