Ampliar contrato de concesión por 5 años más en Puerto Caldera, pide Chaves al Incop

Una carta de varias cámaras empresariales solicitando una reunión urgente con el presidente Rodrigo Chaves para abordar la "crisis profunda" del Puerto Caldera resultó en una instrucción al Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) para ampliar por cinco años el contrato existente de esa concesión, en aras de remediar el "colapso" de la estructura, anunció este lunes Rodrigo Chaves.

Compareciendo al lado de representantes del Incop, la Cámara de Comercio, la Cámara de Industrias, la Cámara Nacional de Transportistas de Carga, la Cámara de Comercio Exterior y la Cámara de Exportadores, entre otros, el mandatario explicó que estas organizaciones le dijeron al Gobierno que en Caldera "hay una crisis" que "se veía venir" desde hace diez años y que no ha sido atendida.

Esa crisis es "el colapso de la estructura portuaria de Caldera", que Chaves pretende resolver con dos procesos paralelos. Por un lado, instruyó al presidente ejecutivo del Incop, Widman Cruz, emprender una negociación con la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC), actual concesionaria del puerto, para extender el contrato cinco años a cambio de "inversiones sustantivas, importantes; de medidas paliativas".

Por otro lado, el presidente pidió tanto al Incop como al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el órgano rector del sector, la preparación de un cartel de licitación para una concesión nueva "que nos va a llevar años". "Esto no es en secuencia; es en paralelo, para asegurarnos de que al final de esta administración esté un proceso que lleve a la solución permanente y no heredarle a la administración que sigue otra crisis", señaló.

En resumen, son dos procesos: uno para corregir los problemas actuales en el medio plazo, y otro para solucionar los "déficits" de infraestructura en el largo plazo. "Solución inmediata: inversiones paliativas bajo un contrato de extensión de cinco años", y por otra parte "un proceso definitivo, transparente, limpio, de formulación de carteles, de acuerdo a los mejores estándares", prometió el presidente.

¿Por qué extender el contrato si ha habido tantos problemas?

El jerarca del MOPT, Luis Amador, expresó que la concesión de Puerto Caldera se pretende extender, pese a haber presentado tantos problemas, porque "el Puerto está saturado, y saturado significa que entran contenedores, que entran graneleros y que entran vehículos, y no pueden entrar los tres a la vez porque no hay suficiente espacio para acomodar todo lo que viene".

"En este momento lo ideal es hacer un concurso internacional y que entre un nuevo [concesionario] que haga la expansión, que extienda los brazos del puerto para que el nivel de profundidad pueda atraer barcos más grandes y entonces es más barato lo que viene en esos barcos por kilo", señaló Amador. No obstante, eso podría durar hasta cuatro años por todos los procesos necesarios.

Esperar cuatro años para eso "significa que, si seguimos aguantando el puerto en la situación actual, ya estamos en el nivel en el que ya está colapsado, lo que significa que ya está encareciendo todos los productos que entran, y la única solución temporal es poder renegociar con el actual concesionario de manera tal que haga inversiones adicionales [...] que vengan a agilizar un poco la operación".

Es por ello que en paralelo el Gobierno intentará "mover el otro contrato de largo plazo". "No estamos pateando el balde y en cinco años viendo qué pasa y entrando en un nuevo Riteve", defendió el ministro. "Obviamente la otra posibilidad sería que Hacienda nos gire todos los recursos para hacer estas medidas paliativas nosotros, pero usted sabe la situación fiscal en la que estamos...".

Según Amador, desde hace aproximadamente ocho años se superó el umbral del 70% de ocupación de Puerto Caldera, que indicaba cuándo había que hacer algo. "Ahora estamos a más del 90%", señaló. Esto, según el Gobierno y las cámaras presentes, hace que se pague hasta un 30% más por productos que han estado varados en el puerto, pues los retrasos cuestan dinero a las empresas y transportistas.