También consumía regularmente marihuana y presentaba "rasgos de personalidad antisocial" asociados a su frialdad al mentir
27/07/21 | 18:12pm
Una exnovia de Nelson Sánchez Ureña, sospechoso de asesinar a Allison Bonilla Vásquez, relató aparentes agresiones psicológicas al ser entrevistada por la Unidad de Análisis de Comportamiento Criminal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ); mientras que una de sus exjefas lo asoció con un robo de ¢780.000 a la empresa en la que laboraba.
Ambos testimonios fueron recogidos por la psicóloga de ese órgano Jessenia Murillo Picado en el marco de un estudio conductual del sujeto, que incluyó entrevistas con personas de su entorno, según trascendió la mañana de este martes en el quinto día del juicio por el crimen de la joven que se celebra en el Tribunal Penal de Cartago.
"Se entrevistó a una de sus exjefas, donde se logra determinar un robo de ¢780.000, que esto nos reafirma de alguna manera los rasgos de personalidad antisocial que nosotros consignamos en el informe", detalló la funcionaria sin precisar el nombre de la persona o si tales hechos llegaron a ser sancionados o denunciados ante alguna instancia.
Asimismo, en otra conversación con una de sus anteriores parejas, esta reconoció que sufría de agresiones psicológicas.
Lea: Sujeto lanzó cuerpo de Allison Bonilla a botadero para garantizar muerte e impunidad, acusa Fiscalía
"La tenía sometida: no la dejaba relacionarse con otras personas, no la dejaba tener redes sociales, la buscaba solo para tener relaciones sexuales (...) Nos describe situaciones en las cuales ella se reconoce actualmente como inmersa en una situación de violencia, pero no física, sino más psicológica, de sumisión y hacer más lo que él le mandaba", aseveró Murillo Picado.
También, la dueña de la casa (no se especificó su nombre) que alquilaba Sánchez Ureña en Ujarrás de Paraíso indicó a la Unidad que otra pareja que vivió con el indilgado lo dejó al manifestar que este era "un malcriado".
En el análisis además se concluyó que el sujeto consumió marihuana de forma habitual en los últimos 10 años.
"No era una persona violenta, era muy funcional durante su consumo. No tenemos evidencia de que haya asistido a algún centro de rehabilitación para dejar el consumo, no tenemos registros de la Caja (Costarricense de Seguro Social) de que haya tenido alguna situación para sobrellevar su problema de consumo de la marihuana. Entonces se determina que es una persona que tiene más de 10 años de consumir, que acataba la norma de los arrendatarios de que no podía fumar dentro de la casa, era muy funcional, tenía un trabajo, alquilaba una casa", declaró la psicóloga.
La servidora añadió que en la entrevista a la exnovia, esta "nos comentó que el uso de la marihuana era como más relajado, que cuando lo hacía se dormía o estaba tranquilo".
El informe además da cuentas de "rasgos de personalidad antisocial" y de "comportamiento pasivo-agresivo" por parte del sospechoso. Esto se extrajo a partir su "frialdad", "carencia de empatía" y "mentiras".
Por ejemplo, Murillo Picado mencionó que el sujeto señaló a la Policía Judicial que no había visto a Bonilla Vásquez la noche de su desaparición, el 4 de marzo de 2020. Sin embargo, el testigo Brandon Sánchez Sojo (además primo del sospechoso) lo vio abordar a la joven en su auto BMW placa BCT-285 cerca de la hora en que se perdió contacto con la víctima; y una cámara grabó su carro salir en la misma dirección de la ofendida un minuto y medio después de que esta pasara caminando hacia su casa en la Urbanización Florencio del Castillo, en Ujarrás de Paraíso.
Otra muestra tiene que ver con que el sujeto aparentemente ocultó la alfombra del asiento del conductor y de la cajuela de su carro después de que este fue lavado, toda vez que al momento de la incautación de este, se determinó que ambas faltaban. Debido a que en esas dos partes del vehículo se encontraron rastros de sangre compatible genéticamente con la mujer, se cree que Sánchez Ureña las escondió porque estas quedaron manchadas.
La psicóloga Jessenia Murillo Picado reiteró la versión dada previamente por su compañera de la Unidad de Análisis de Comportamiento Criminal, la socióloga María José Rodríguez Cruz, de que el informe sugirió que Nelson Sánchez Ureña tenía fantasías sexuales producto del consumo de pornografía.
De hecho, la segunda de las servidoras públicas describió que en el celular decomisado al sospechoso se encontraron fotografías "de dominación", en las que las mujeres reciben tratos violentos.
"Se concluyó la posibilidad de algún tipo de fantasía sexual en esta persona. Logramos identificar mediante apertura telefónica alguna cantidad de pornografía en el dispositivo. Si partimos o definimos una fantasía como un conjunto de símbolos que hacen una historia en la menta de la persona, esta tiene dos finalidades: sustitución de la acción o prepararse para una posterior acción.
Lea: Cámara grabó carro de sospechoso de asesinar a Allison Bonilla camino a botadero donde fue lanzada
"Hay fantasías mórbidas que se pueden comenzar a generar desde una etapa de la niñez, inicio de la adolescencia que en la etapa adulta pueden quedar latentes. Y puede que exista algún motivador o agente que pueda exacerbar esta conducta y pasarla a la acción", explicó por su lado Murillo Picado.
Esta reseñó que en el estudio de los contactos entre la ofendida y su presunto agresor únicamente se encontró una conversación por la plataforma de mensajería Messenger, la cual ocurrió dos días antes del crimen y versó en un intercambio corto que se limitaba a si a la primera le caía mal el segundo.
"Nosotros tenemos la hipótesis de que el rechazo de Allison para acceder a mantener un contacto mayor, esta incomodidad, pudo haber exacerbado una ansiedad intensa y volverse más violenta y poder plasmar en ese momento ese tipo de fantasía", declaró la psicóloga.
Lea: Celular de sospechoso de asesinar a Allison tenía pornografía “de dominación”, revela análisis
La funcionaria también introdujo la posibilidad de una motivación sádica detrás del asesinato; no obstante, el Tribunal Penal interrumpió su explicación toda vez que esta se basaba en parte de la confesión del crimen que hizo el sujeto de la que luego se retractó.
De igual forma, Rodríguez Cruz descartó que el evento tuviera alguna motivación económica, ya que la víctima y su familia no eran de un estrato social alto, y nunca se dieron exigencias en ese sentido. Tampoco se dieron contactos de algún tipo cuando la familia ofreció recompensas a cambio de información sobre el paradero de la joven.
El informe también apunta a que Sánchez Ureña y Bonilla Vásquez se conocían de vista, más no eran cercanos. Esta situación facilitó el contacto inicial en el que, presuntamente, el primero se acercó en su carro a ofrecerle un aventón a la segunda. Asimismo, detalla que la víctima tenía una "vulnerabilidad moderada" por su género, edad además de que sus allegadas la describían como "una niña en el cuerpo de una mujer" en cuanto a su cosmovisión.
El debate oral y público por el crimen de Allison Bonilla Vásquez se retomará este 28 de julio a las 9:30 a.m.
Para ese momento se espera la declaración de una de las dos últimas testigos ofrecidas por la Fiscalía Adjunta de Cartago: la antropóloga Georgina Pacheco Revilla y la médica Laura Quirós Abarca, ambas de la Sección de Patología Forense del Organismo de Investigación Judicial.
La primera de ellas se referirá a las diligencias realizadas por ella sobre la ubicación de los restos óseos de la víctima hallados en un botadero clandestino situado en un precipicio en San Jerónimo de Cachí de Paraíso, a un lado de la ruta que lleva a Tucurrique de Alvarado.
En cambio la segunda dará detalles sobre la autopsia practicada a los huesos encontrados así como a las conclusiones a las que llegó después de efectuarla.
A la fiscala Paula Aragón Gómez además el Tribunal Penal de Cartago le rechazó el ofrecimiento de testimonio de Tatiana López Morales, experta de la Policía Judicial en el uso de luminol para la ubicación de rastros de sangre.
Los querellantes y actores civiles, Rodrigo Araya Solano y Sergio Mora Leiva, coincidieron en que las declaraciones pendientes se tomarán todo el miércoles y se espera que el jueves se conozca prueba documental aportada por el Ministerio Público; por lo que esperan que las conclusiones del juicio inicien el viernes próximo. De cumplirse ese pronóstico, el juicio se extenderá hasta la otra semana.
Allison Bonilla Vásquez desapareció la noche del 4 de marzo de 2020, mientras caminaba de vuelta a su hogar en Ujarrás de Paraíso de Cartago. Ese día regresó antes del colegio nocturno de Cachí porque las clases se cancelaron.
Como era usual, viajó en bus y al llegar a la parada más cercana a casa se bajó para emprender a pie un recorrido de 1,2 kilómetros en el que se topaba a su madre, Yendry Vásquez Cordero. Sin embargo, en esta ocasión la joven que entonces tenía 18 años no apareció.
Lea: Vecino de Ujarrás confesó asesinato de Allison Bonilla, asegura abogado de la familia
La pesquisa realizada por la Delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago -iniciada un día después, a partir de la denuncia hecha por la mamá de la víctima- apunta a que en el camino, Bonilla Vásquez fue interceptada presuntamente por un vecino suyo llamado Nelson Sánchez Ureña.
El 5 de marzo de 2020 la Policía Judicial encontró en una explanada a 300 metros del clausurado paradero turístico Charrara unos anteojos que pertenecían a la víctima. Desde ese momento, se estableció un sitio de trabajo que implicó una inspección profunda de la zona, con lo que fue posible ubicar un rastro de sangre que se extendía por 140 metros, hasta una finca situada en la vera del camino que recorría Bonilla Vásquez. La misma concordaba con el ADN de la familia de la joven.
Fue entonces cuando el Organismo empezó a realizar entrevistas, perfiles y análisis de datos -incluida información confidencial- que lo llevaron a acercarse a la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos para pedir un allanamiento en una vivienda, el cual se concretó la tarde del 29 de marzo. En la casa habitaba Sánchez Ureña, a quien en ese momento le fue incautado su vehículo.
Para aquella oportunidad, el Ministerio Público se limitó a indicar que el sujeto era sospechoso pero que en las diligencias no se encontraron indicios o evidencias importantes para la causa 20-000825-0058-PE.
Ocho días más tarde un peatón encontró la cédula de Bonilla Vásquez en un cafetal de Ujarrás de Paraíso.
El 1° de julio de 2020, el abogado Rodrigo Araya Solano ofreció una conferencia de prensa en la que afirmó que ya sabía quién había tomado a la joven. Incluso, en esa oportunidad aseveró que otras dos personas le ayudaron a la primera a perpetrar el crimen.
No obstante lo anterior fue hasta el 2 de setiembre de 2020 que la Policía Judicial y el Ministerio Público procedieron a realizar la captura de Sánchez Ureña.
El director general del Organismo, Wálter Espinoza Espinoza, explicó un día más tarde que el sospechoso era objeto de vigilancia y monitoreo toda vez que se estimaba que este podía regresar a algún sitio que permitiera dar con el paradero de la mujer; situación que no ocurrió. En esa oportunidad, el jefe policial también reveló que en el vehículo incautado se encontró sangre coincidente con el rastro que llevaba a la finca.
Sin embargo, se determinó que el sospechoso tenía previsto cambiar de domicilio, por lo que se procedió a su captura.
Una vez detenido el sujeto este confesó haber interceptado, violado y asesinado a la mujer cuando rindió declaración indagatoria, según lo dio a conocer Araya Solano el 4 de setiembre de 2020. Pero en un segundo momento procesal, 24 días más tarde, retiró lo dicho y alegó entonces que su versión inicial se dio en medio de presiones por parte de servidores judiciales.
Lea: Restos óseos de Allison Bonilla fueron hallados en botadero de Cachí a 93 metros de la calle
A raíz de un reporte la Policía Judicial inició la búsqueda del cuerpo de Bonilla Vásquez en un botadero de basura clandestino en San Jerónimo de Cachí de Paraíso el 3 de setiembre de 2020, pero fue hasta 25 días después que se lograron ubicar huesos humanos y prendas que el 5 de octubre de 2020 se confirmó pertenecían a la joven.
El 10 de octubre de 2020, la madre de la joven llevó una cruz y arreglos florales hasta el lugar en el que se encontrar los restos óseos para despedir a Bonilla Vásquez. El funeral de la mujer se llevó a cabo 15 días más tarde.
Noticias, reportajes videos,
investigación, infografías.
Periodismo independiente en Costa Rica.
(506)4032-7931
|
comunicados@ameliarueda.com
Privacidad