Una fastuosa ceremonia del Emmy marcó su regreso por todo lo alto
AFP
12/09/22 | 21:26pm
Succession ganó el Emmy a la mejor serie dramática la noche de este lunes, lo cual no es de extrañarse si se considera que la exitosa serie lideraba la cantidad de nominaciones, nada menos que con 25. Por su parte Lee Jung-jae se llevó el Emmy a mejor actor en serie dramática por El juego del calamar, mientras Zendaya conquistó galardón a mejor actriz dramática por su papel en Euphoria, de HBO. Por su parte, Ted Lasso se alzó con el Emmy a la mejor serie de comedia
"Muchas gracias", dijo una emocionada Zendaya al recibir el premio venciendo a Jodie Comer (Killing Eve), Laura Linney (Ozark), Melanie Lynskey (Yellowjackets), Sandra Oh (Killing Eve) y Reese Witherspoon (The Morning Show).
The White Lotus, Euphoria y El juego del calamar comenzaron dominando la 74ª entrega de los premios Emmy, que regresó este lunes con una fastuosa ceremonia en el teatro Microsoft de Los Ángeles, luego de dos ediciones disminuidas por la pandemia.
El juego del calamar, el éxito surcoreano de Netflix, arrancó conquistando cuatro estatuillas en la pregala de los llamados Óscar de la televisión, en donde buscaba hacer historia, incluyendo el que Lee Yoo-mi conquistó como mejor actriz invitada en una serie dramática.
Las producciones The White Lotus y Euphoria, de HBO, lideraron el comienzo de los premios arrasando en seis y cinco categorías -incluyendo la pregala, donde se entregan las primeras estatuillas de la tarde.
La primera parte de la ceremonia transcurrió sin sorpresas.
Succession, al frente de la competencia con 25 nominaciones, arrancó la fiesta conquistando la estatuilla para el mejor actor de reparto dramático, que fue para Matthew Macfadyen.
Julia Garner (Ozark) se llevó su tercer Emmy como mejor actriz de reparto de una serie dramática.
Uno de los momentos más emotivos de la primera parte premiación fue Sheryl Lee Ralph (Abbott Elementary) entonando Endangered Species, de Dianne Reeves al recibir el Emmy a la mejor actriz de reparto en una comedia. "Soy una especie en peligro de extinción, pero no canto como una víctima. Soy una mujer, soy una artista y no sé a dónde pertenece mi voz", cantó la veterana actriz que fue ovacionada de pie.
"Pueden ver que hoy es fiesta", dijo la diva de la televisión estadounidense, Oprah Winfrey, al presentar el primer premio de la noche, mejor actor de una miniserie entregado a Michael Keaton, por Dopesick.
Antecedida por una glamurosa alfombra roja, la mayor fiesta de la televisión arrancó con un número musical que repasó las canciones de grandes éxitos como Friends o Juego de tronos.
Presentada por el comediante Kenan Thompson, del programa Saturday Night Live, esta edición de los Emmy fue la primera gran premiación desde los Óscar en marzo, cuando Will Smith abofeteó a Chris Rock en el escenario por hacer una broma sobre su esposa.
El incidente que sorprendió a millones entró en el guión de los premios Emmy. "¿Qué podría salir mal?", preguntó Thompson al actor Bowen Yang. "¿No viste los Óscar?", respondió Yang, quien pretendió ser un presentador de reemplazo, "por si acaso".
Ya en una nota más emotiva, la actriz Geena Davis recibió el Governor Awards por su trayectoria. "Como ustedes saben, la televisión puede con frecuencia impactar directamente en cómo la gente se ve a sí misma y juzgar su valor en el mundo", dijo Davis, quien trabaja en pro de la representación en pantalla.
"Aún tenemos mucho trabajo por hacer".
Una de las categorías más esperadas de la noche fue la de mejor miniserie, con cuatro de los cinco contendientes inspirados en historias reales.
Dopesick, protagonizada por Michael Keaton, aborda la adicción a los opiáceos en Estados Unidos, mientras que The Dropout, que le dio la noche de este lunes el Emmy a Amanda Seyfried como mejor actriz de una miniserie, se centra en el auge y caída de la expromesa de la biotecnología, Elizabeth Holmes.
También compiten por la estatuilla Pam and Tommy sobre los momentos de angustia que Pamela Anderson vivió al ser publicado un video sexual e Inventing Anna, que relata la historia de una joven rusa que engaña a la élite de Nueva York haciéndose pasar por una rica heredera.
Ya en el plano de la ficción, llega la ganadora The White Lotus, que aborda la hipocresía de las élites desde la perspectiva de un grupo de turistas en un hotel de lujo.
Las miradas estuvieron puestas también en las principales categorías dramáticas en las cuales El juego del calamar buscó llenarse de gloria y seguir los pasos de la película surcoreana Parásitos en los Óscar.
Denuncia oscura y violenta de los excesos del capitalismo, en el que se matan unos a otros durante crueles juegos infantiles con la esperanza de ganar millones, el éxito mundial de Netflix hicieron que no pocos apostaran a que esta serie se convertiría en la estrella de esta competencia.
Pero para ganar en la ceremonia tendría que haber superado ya premiada con el Emmy, dos años atrás, Succession, que sigue a una poderosa familia cuyos miembros conspiran mutuamente. Al final la laureada serie de HBO se alzó con la estatuilla.
Severance (Apple TV+), una inquietante metáfora sobre el mundo laboral, y Ozark (Netflix), que explora los vicios de la clase media estadounidense, también fueron fuertes candidatas al premio.
En comedia, Ted Lasso (Apple TV +), ganador el año pasado, repitió la dosis, al igual que su actor Jason Sudeikis, quien interpreta a un entrenador de fútbol americano que asume las riendas de un equipo de fútbol inglés.
La felicidad por haber vuelto a los "viejos tiempos" y olvidarse de la pandemia por completo durante varias horas, era plausible, más si se toma en cuenta que, dos años atrás, las imágenes de esta noche parecían impensables.
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