La autoridad debe ser ejercida con determinación y cariño, indican psicólogas
14/10/15 | 12:20pm
Si su hijo es considerado por la familia como un niño “mandón", evite pasar por alto actitudes retadoras y no le tema al berrinche, aconsejan expertas en psicopedagogía y psicología.
De acuerdo con las especialistas consultadas, éste es uno de errores más recurrentes cuando se está criando un menor de temperamento fuerte y tendencias dominantes.
Por factores biológicos y ambientales, estos niños se caracterizan por ser el centro de atención, por disponer las dinámicas, tanto a casa como en la escuela. Si no se hace lo que ellos dicen, suelen confrontar a sus padres, aseguró la experta en psicopedagogía, Andrea Chavarría.
Por ello, identificar y corregir esas actitudes inadecuadas es esencial; si posible de manera inmediata o dando un tiempo prudencial. Esas conductas van desde tonos de voz inapropiados hasta rabietas en público, explicó la psicóloga infantil de Enfoque a la Familia, Susana Rojas.
Rojas fue enfática en asegurar que si los padres son permisivos, los niños reforzarán e incorporarán estas conductas a su cotidianidad, condición que dificultará su desarrollo en las etapas siguientes de sus vidas.
Adultos con poca tolerancia a la frustración y con dificultad para solucionar problemas son algunos de los riesgos de dejar pasar las "exigencias" en la niñez.
Con anticipación, los menores deben estar claros en que peticiones con tono mandón serán ignoradas por completo, indicó la psicóloga, Daphne Calvo.
En alusión a la manera de ejercer la autoridad, la Dra. Rojas precisó que debe hacerse con determinación, afecto y respeto. "Lo ideal es no gritar ni hablar cuando estamos enojados, sino más bien comunicar las reglas con firmeza y ecuanimidad; utilizando un tono respetuoso".
Aunado a esto, subrayaron la importancia de que el menor conozca cuáles son las reglas de la casa y las consecuencias ante conductas desafiantes. Esto con el fin de abrir canales de comunicación; no así buscando negociar o llegar a un acuerdo con el niño.
"Lo que recomendamos es la conexión antes de la corrección, es como decir: "te amo, pero la respuesta es no"; con ello, estamos aplicando, al mismo tiempo, la parte afectiva con el límite", sugirió la Dra. Rojas.
Por el contrario, si el menor se comporta de manera compasiva y positiva, también es preciso reforzar esta conducta; expresándole satisfacción y felicidad.
Para lograr todo esto, las especialistas destacaron que es necesario un trabajo en escuadra. Los padres de familia deben estar de acuerdo en los lineamientos a seguir; asimismo, abuelos o personas involucradas en la crianza del menor.
"El niño debe tener claro que los ambos padres tiene la autoridad, por ello, es conveniente siempre hablar en plural: su papá y yo decidimos que...", añadió la psicóloga.
Si siente que la situación se sale de control, que está generando problemas en la pareja o con otros miembros de la familia y, no sabe cómo manejarlo, tal vez sea el caso que busque la asesoría de un profesional, concluyó la Dra. Rojas.
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