Su nombre se encuentra entre las mayores búsquedas mundiales en redes sociales en este 2023.
Shakira, una de las cantantes colombianas más exitosas de todos los tiempos, ha tenido que lidiar en este 2023 entre la separación de su hoy expareja, y padre de sus hijos, el también famoso futbolista español, Gerard Piqué; entre su duelo amoroso porque es bien sabido que ella estuvo muy enamorada y debió encarar la infidelidad de su pareja con la joven Clara Chia y, como si no fuera poco, deberá afrontar en España el arranque de su juicio por el supuesto fraude fiscal de 14,5 millones.
El País, diario español y uno de los más respetados del planeta, accedió recién a la declaración judicial en la que la artista colombiana sostiene que hasta 2015 no vivió en España y lamenta el “daño irreparable” a su reputación.
Replicado por decenas de medios de comunicación en todo el mundo, estos son los puntos claves con los que El País se arrogó una de las exclusivas más relevantes del orbe en este 2023.
Esta audiencia se realizó en junio del 2019, cuando los problemas de la cantante colombiana parecían apenas empezar.
En cuanto al juicio inminente, Hacienda de España comunicó que Shakira tenía su centro de gravedad en España y pasaba en ese país más de la mitad del año, por lo que debía ser considerada residente fiscal y pagar impuestos.
Esa es la base de la acusación de la Fiscalía, que además de la pena de cárcel solicita el pago de una multa estratosférica: 23,7 millones de euros. En su declaración, donde intentó evitar el contacto con la prensa en un parqueo independiente en el edificio de los juzgados, la artista negó todo vehementemente. con vehemencia. Todo ese tiempo, cuenta, no hizo más que trabajar y viajar, sin que hubiera nada, más allá de la incipiente relación con Piqué, que la uniera a España.
“Era una nómada, una persona sin raíces ni estabilidad. He viajado a un ritmo tan intenso que he llegado a estar en tres países en un mismo día. Es uno de los precios más altos que he tenido que pagar por mi carrera”, cuenta. Tras el éxito de su Waka Waka en el Mundial de Sudáfrica en 2010, donde conoció a Piqué, al año siguiente completó su gira mundial Sale el sol.
Más tarde se sumó al programa The Voice, en Estados Unidos. “Esos años la estaba rompiendo a nivel mundial con mi música. Estaba en todos lados, vivía en un avión más que cualquier piloto”, reconoció en su momento.
Sin embargo, más en el aire que en tierra firme, Shakira enumeró los países con los que ha tenido vínculos estrechos. El objetivo de la declaración judicial, en la que no admite preguntas de la Fiscalía y responde solo a preguntas de su abogado de entonces, José Ángel González Franco —ella ha tenido tres cambios de abogados en estos años--, es dar a entender que España nunca estuvo en su lista de prioridades.
Sobre Estados Unidos afirmó que “fue mi trampolín al resto del mundo y es mi centro de negocios”; Colombia (su país natal y donde vive parte de su familia) y Bahamas, que juega un rol importante en todo este asunto.
“Necesitaba un lugar donde volver a encontrar a la persona y separar al personaje público”, dice. En un viaje a Nassau, capital del archipiélago, acudió a un estudio donde habían grabado artistas como “Bob Marley, Led Zeppelin o Julio Iglesias” . Afirma ella, en la mencionada comparecencia:
“Me enamoré de la isla y me quedé. Me daba una privacidad que no encontraba en otro país y tenía la ventaja de estar a 20 minutos de Estados Unidos”. En el 2004 compró una casa en Nassau, donde convivió con su pareja de entonces, el argentino Antonio De la Rúa. A los tres años, Bahamas le concedió un permiso de residencia permanente.
Siempre de acuerdo con el documento publicado en El País, desde que la Fiscalía se querelló contra la cantante, su defensa ha esgrimido ese permiso como prueba fehaciente de que era residente fiscal en el archipiélago. Pero Hacienda intenta desmontar la coartada con el argumento de que es un papel que las autoridades de ese país expiden a quienes compran una casa de cierto valor económico, con independencia de que residan allí. En la declaración, Shakira admite que, “desafortunadamente”, no vivió en Bahamas durante el periodo bajo sospecha, (2011 se dirime en vía administrativa y 2012, 2013 y 2014 son los que han acabado en la vía penal).
No pudo, según afirmó ella, por dos razones. La primera, su explosiva carrera musical. Y la segunda, su incipiente relación con Piqué, entonces defensa del Barça y residente en Barcelona.
Y aquí vienen varias declaraciones incendiarias, si se ven con lupa al reciente pasado:
“Empiezo a salir con él y, si tengo un poco de tiempo libre, prefiero ir a verlo a él y no ir a Bahamas a encontrarme a mi ex”. Para entonces, De la Rúa seguía frecuentando la casa de Nassau, donde ambos guardaban “muchos recuerdos”. “Era una situación que no le hacía nada de gracia a Gerard. Entonces, por apaciguar un poco los celos de Gerard, que eran naturales porque no teníamos una relación consolidada, había mucha inseguridad por ambas partes y las heridas con mi anterior pareja estaban abiertas”, explica con desenvoltura a preguntas de su abogado y dirigiéndose a la jueza. Pero eso no significa en absoluto que se hubiera instalado en España y ni siquiera que pasara aquí los 183 días del año (la mitad más uno) que exige la ley para ser considerado residente fiscal. Una afirmación que la Agencia Tributaria también ha tratado de desacreditar con un calendario detallado de esos años, el que está incorporado a la causa judicial.
Por amor, Shakira empezó a situar Barcelona en el mapa y a visitar la ciudad. Pero la consolidación de la pareja fue gradual y plagada de obstáculos por los compromisos profesionales de ambos, según su declaración, replicada por El País.
Shakira sonríe con ternura cuando recuerda aquellos primeros momentos, con poco tiempo para verse y muchas ganas de hacerlo. “Estaba encantada con él. Recuerdo estar volando de Marraquech a Croacia. Sobrevolábamos Barcelona y le pedí al piloto del avión si podía aterrizar brevemente solo para darle un beso a Gerard. Es lo más romántico que he hecho en mi vida. No sé si la Agencia [Tributaria] me lo habrá computado como un día en España”, declara la artista, quien compró una casa en Perpiñán, en el sur de Francia, “lejos del bullicio de los paparazzi” que la seguían en Barcelona, pero a tiro de piedra de Cataluña. “Quería estar cerca de Gerard”. Y eso que la relación en los primeros años, según describe la cantante, no fue fácil.
“En 2011, cuando empiezo a salir con él, casi no nos veíamos. [Él] tiene 23 años, 10 años menor que yo. Futbolista, guaperas, con fama de playboy… Era un loquito en esa época. Ahora mismo es un tipazo, pero entonces era un loquito y no tenía garantía de que las cosas iban a tirar adelante o que íbamos a formar una familia. Jamás me imaginé que iba a vivir en este país por ese niño con barba que estaba increíble, pero bueno, no más”. De modo que la artista siguió a lo suyo y, más allá de visitarlo, no cambió hábitos. “No hice ningún sacrificio por él en ese momento, yo no sabía qué quería este chico conmigo, de pronto quería pasarla bien y no era a largo plazo”.
Shakira considera “absurdo” que Hacienda le atribuya la residencia fiscal en España entonces. “Cómo iba a sacrificarlo todo por un chico al que estaba conociendo, ahí asaltando la cuna”, dice entre risas. Ante la jueza, la cantante confiesa que, en 2012, la pareja no atravesaba un buen momento. “Nuestra relación era muy turbulenta, era un Dragon Khan [una montaña rusa del parque de atracciones Port Aventura, en Tarragona], porque nuestras vidas profesionales no compaginaban, era como juntar agua y aceite. Yo era una trotamundos y él tenía que cumplir un horario. No nos entendíamos muy bien, y espero que esto no se filtre a la prensa”.
"Hacienda es machista y retrógrada"
Esas supuestas turbulencias no impidieron que la pareja decidiera tener hijos poco después. Milán nació el 22 de enero del 2013 en Barcelona, mientras ella trabajaba a full con su embarazo, 14 horas al día.
Parte de sus argumentos en contra de Hacienda.
“Programé la cesárea porque tenía un contrato con The Voice. Entré con maquillaje a la sala de parto. Parí y me llevé a mi niño recién nacido. Lo llevaba conmigo a cuestas a todos lados, como esas mamás indígenas que llevan a sus niños a cuestas. Le amamantaba en el set del programa cada tres horas”, cuenta, en uno de los pasajes más emotivos de su declaración.
Sin callar nada sobre su vida privada, esboza también lo que significa ser madre para una superestrella. “Mi hijo fue un descubrimiento maravilloso de la vida, pero mi trabajo seguía siendo mi prioridad”. En definitiva, vino a decir, nada cambió. Ella hubiera querido que su hijo naciera en Estados Unidos, pero accedió a la petición de Piqué. “Para Gerard esto era un motivo de discusión. Para cuando [Milan] iba a nacer, estaba en plena temporada del Barça y no iban a darle permiso. Para él estar en el parto era muy importante”. Sobre el jugador del Barça, asegura que “tuvo que adaptarse a la vorágine” que era entonces la vida de la cantante y ver menos de lo que le gustaría a su hijo. “Nunca me exigió nada, él me conoció como una artista global”. Su único vínculo con España seguía siendo él.
En su informe, según el documento publicado por El País, Hacienda concluye que el hecho de haber sido madre es un indicio firme de su adquirida residencia en España.
Shakira combate esa idea. “Es una visión retrógrada y algo machista. Pensar que, porque una mujer tiene un hijo con un español, hay que asumir automáticamente el concepto tradicional de familia…”. La cantante se pregunta en voz alta qué hubiese ocurrido si se intercambiasen los sexos. “Yo no sé si Bono [el cantante] estaría aquí sentado, imputado en un proceso penal con tan graves consecuencias para mí, mi familia y mis hijos”, lamenta.
En su relato exculpatorio, Shakira añade otra capa de protección: no podía pensar siquiera en vivir en España porque el futuro profesional de su pareja estuvo durante mucho tiempo en el aire. Y Piqué "era el único vínculo que tenía con España".
“Gerard tenía una relación bastante complicada con el Barça. Con Guardiola tenía una relación supertensa, de ‘te vas tú o me voy yo’. Era una situación que lo hacía sufrir muchísimo”, explica. La cantante cuenta que el jugador valoró otras opciones para su carrera futbolística, como regresar al Manchester United, cuando Luis Enrique, a su llegada al Camp Nou, le advirtió de que iba “a chupar mucho banquillo”. Shakira dice, en definitiva, que hubiese vivido en la ciudad del equipo en el que Piqué hubiese acabado militando. Y resta importancia al hecho de haber comprado una casa en Barcelona. No lo ve como un síntoma de vinculación, sino como una transacción más. “Yo compro casas en lugares y eso para mí no supone un compromiso. Tengo casas en Uruguay, Nueva York, Miami, Barranquilla, Nassau, Barcelona… Me gustan porque es la forma más cómoda de estar, cuando voy a hospedarme prefiero estar en una casa. Incluso durante las giras alquilo casas, es más cómodo y privado”.
Aclarado el futuro de Piqué tras la renovación con el FC Barcelona y con el segundo hijo de la pareja en camino (Sasha nació en Barcelona, en enero del 2015) , Shakira se dispuso finalmente vivir en España. “Escolarizamos a Milan y las cosas cambian. En este momento somos una familia consolidada, aunque nunca seremos una pareja completamente convencional”, declaró ella en su momento, hoy q que critica a Hacienda por trasladar la realidad del 2019 al período del 2011 a 2014.
En el momento de la declaración, dice, Shakira es “una mamá más”: “Recojo a mis hijos en el colegio, voy a las actividades…”.
Tras negar que durante ese período estuvo siempre más de 183 días al año, Shakira declaró: “Mi único vínculo era Gerard. Aquí no tenía más que un novio”. Eso fue así, insiste, hasta 2015, cuando admite que vivía en España pese a a sus reticencias por lo que ha considerado un lastre su carrera. “No tenía ganas de venir a España. Es un país lindísimo, pero no es el epicentro de la industria de la música. Para mí estar en España es un sacrificio enorme para mi éxito profesional, porque no cuento con lo mejor en la producción artística, que está en Estados Unidos”. Lo ilustra con un ejemplo a la inversa. “Es como pedirle a Gerard ir a Barranquilla a jugar por el Júnior. Por amol”, bromea. En la declaración, lamenta con gestos muy expresivos la insignificancia de España para la fortuna que ha acumulado en su trayectoria. “Lo que me genera España en términos de negocios, de ingresos, es minúsculo, puede ser comparable con Turquía o Grecia”.
“Aquí estoy, con un problema penal en un país que no me genera casi nada de mis ingresos”, insiste Shakira en la última fase de su declaración, en la que queda al borde de las lágrimas al explicar las repercusiones del caso para ella y su entorno. “Sinceramente, su señoría, no conozco a nadie que esté en un proceso penal por tener un novio. Por eso siento que es tan injusto y surreal”, afirma. Shakira reivindica su trayectoria profesional. Empezó a cantar y componer a los 13 años. “He sido una trabajadora nata, es como me han criado. Soy una obrera”. Cree que el daño sufrido es “irreparable”, y se muestra preocupada por la repercusión a la Fundación Pies Descalzos, que creó con apenas 18 años.
“[La fundación] trabaja por la infancia y la educación, atendemos a 7.000 niños. Es una obra que es tan importante como mi carrera o más”, afirma. Cree que el proceso judicial ha puesto en riesgo su labor filantrópica. “Para mantener esta obra tengo que congregar a gente del sector privado y del gubernamental. Y este proceso está dañando mi reputación y mi credibilidad, de la que dependen miles de personas. Es una de las cosas que más me ha dolido, de las más difíciles de este procedimiento penal”. “Para mí ha sido devastador, sobre todo traumático por los niños”. Supo que le habían abierto inspección fiscal en Estados Unidos, donde estaba tratándose las cuerdas vocales y tenía que comunicarse por señas porque no podía ni hablar. Y exigió explicaciones a los asesores.
Shakira dice que nunca ha reparado en gastos para rodearse de los más competentes. Eligió a una de las big four, PriceWaterHouse. “No dejé mis asuntos en manos de inexpertos o familiares… Contraté a los mejores”. Asegura que la consultora nunca le advirtió de ningún riesgo. “Me dijeron que para ser residente fiscal española tenía que pasar 183 días en España, cosa que no hice”. Cuando supo que Hacienda clamaba informacón, exigió a los asesores total transparencia. Y añade que ha abonado todas las reclamaciones económicas que le ha exigido la Agencia Tributaria. "Pagué todo, hasta el último peso, el dinero nunca ha sido lo más importante para mí. Hay otras cosas para ser tratada como presunta delincuente”, dice dolida.
Agrega "Si alguien me hubiera advertido, en el minuto uno me hubiera hecho residente. A mí no me interesa cometer un delito para acumular más dinero (…). Hay cosas que van por delante del dinero, como la dignidad”.
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