17/07/23 | 17:55pm

170723_Narco_Satanica1.jpegLíder narco y asesina satánica: la asombrosa historia de la presa mexicana más ‘famosa’ del mundo

Por Yuri Lorena Jiménez y medios internacionales

No en vano este se ha convertido en uno de los documentales más vistos de los últimos días: HBO Max puso en la palestra la vida de Sara Aldrete, quien fue acusada de liderar la mutilación de 13 personas en México y recibió una condena de 647 años en 1989. 

"La Narcosatánica" es el título de la serie documental que cuenta con testimonios inéditos, empezando por el de la misma Sara, quien a sus 58 años continúa purgando su extensa condena. Se trata de un personaje difuso que rememora, reniega, declama inocencia, pide clemencia, llora y también se ríe en ciertos pasajes. 

Se trata de un personaje tan inédito como inaudito. 

Corrían los finales de los años 80 cuando su nombre se hizo conocido como líder de "los narco satánicos", quienes presuntamente mataban a sus víctimas para cortarlas en pedazos y usar su sangre y algunas partes en rituales afroamericanos.

El copartícipe de la historia es Adolfo de Jesús Constanzo, apodado "El Padrino", nacido en Miami (Florida), pero hijo de padres cubanos.  Según las reseñas periodísticas de la época, Sara y él se conocieron en Matamoros, Tamaulipas (Norte), desde donde Constanzo se dedicaba a intermediar para el envío de droga a Estados Unidos.

Los supuestos vínculos de ambos como pareja quedaron en el limbo, pues ella siempre se ha referido a él como amigo pero ha excluido la versión de una relación sentimental, a pesar de que los medios de comunicación siempre la llamaron "La Sacerdotisa"o "La Madrina" y la ubicaron como su pareja.

Si bien son múltiples las especulaciones que han rodeado su caso, lo cierto es que su historia generó gran conmoción entre la sociedad mexicana, a la que le costó trabajo creer que una “inocente” estudiante de antropología se viera involucrada en un meticuloso y atroz entramado de narcotráfico, muerte y misticismo, tal cual lo reseñó el portal argentino Infobae, que realizó una reconstrucción de hechos en el 2017, cuando aún los focos de ninguna gran cadena le había hincado el diente a la terrorífica historia. 

El terrible primer caso

Como es lógico, son los medios mexicanos los que, a lo largo de más de tres décadas han puesto la lupa sobre los hechos pues, aún a esta distancia, no deja de ser tan tenebroso como surrealista lo ocurrido, empezando por el macabro caso de Mark Kilroy, el estadounidense secuestrado en México por los 'Narcosatánicos', según da cuenta un amplio reportaje del medio mexicano La Razón

"Mark Kilroy, su desaparición y su posterior asesinato, llevaron a la captura de una de las células criminales más sangrientas de los ochenta en México.  

"Sus restos fueron encontrados en el rancho Santa Elena, en Matamoros, Tamaulipas en la década de los ochenta. Su desaparición llevó a la captura de la líder de una de las células criminales más sanguinarias de aquellos tiempos en México: Sara Aldrete. Mark Kilroy, un joven de 21 años, fue secuestrado en nuestro país y no salió vivo de él".

Su nombre, aunque aparezca relativamente poco en el documental de HBO Max, constituye el enlace entre la banda de "Los Narcosatánicos" y las espectaculares capturas que se sucedieron tras su cruenta muerte. 

El caso, aún al día de hoy, conmueve hasta la médula. 

Mark Kilroy era un estudiante estadounidense de 21 años que junto con unos amigos, fueron a pasar las vacaciones de Spring Break a México, pero tras una noche de fiesta, los jóvenes cruzaron de nueva cuenta decidieron regresar a sus casas en el sur de Estados Unidos.

 Pero Mark no regresó. De acuerdo con  las pesquisas policiales de entonces, Mark se quedó en el baño del lugar en el que estaban divirtiéndose y a partir de ahí sus compañeros lo perdieron de vista. 

Sus amigos decidieron denunciar la desaparición luego de esperarlo por largo tiempo y no saber nada de él. "Sólo me dijo: no te preocupes Carl, eres mi amigo. Y esas fueron las últimas palabras que me dijo y fue entonces que nos dijimos adiós y cada quien por su lado. Esa fue la última vez que vi a Mark", dijo Carl Routh, un amigo de Mark, según las reconstrucciones policiales. 

Los padres de Mark viajaron de Houston a Matamoros con el fin de ofrecer una recompensa, en su desesperación por localizar a su hijo. Irónicamente, al mismo tiempo se detenía en México a Serafín Hernández, un joven estudiante de Texas Southmost College en Brownsville. 

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Hernández fue detenido con otros tres hombres luego de fueran atrapados con drogas y, aunque de momento no parecía haber ningún vínculo con Kilroy, luego de la detención estaba totalmente concatenada con el caso del estudiante. 

 Serafín confesó que había droga en el rancho Santa Elena y la policía emprendió un allanamiento más que todo de rutina, sin imaginar la clase de escenas macabras con las que se encontrarían.

"El 11 de abril de 1989 encontraron entre 13 y 15 cuerpos en este lugar ubicado en Matamoros, Tamaulipas. A las víctimas les habían sacado algunos órganos para preparar unas pócimas que se utilizaban en los rituales de santería que encabezaban Sara Aldrete y Adolfo de Jesús Constanzo. Entre los cuerpos se encontraba el de Mark Kilroy", reseña La Razón

Apenas un mes después, Sara Aldrete fue detenida en un operativo que se realizó en un departamento de la Ciudad de México, mientras que en media diligencia policial Constanzo pidió a uno de sus seguidores que le disparara para evitar ser enjuiciado. Como dicen algunos medios, el "monstruo" tuvo la prerrogativa de morir como quiso. 

En el lugar también encontraron una olla con restos de sangre, corazones y partes de columnas vertebrales que, trascendería luego, eran utilizados para los rituales de santería que dirigían Sara y Armando junto a sus secuaces. 

Todo el peso de los hechos recayó mayormente sobre Sara, quien continúa en prisión, mientras que los padres de Mark Kilroy crearon una organización sin fines de lucro para otorgar becas de dos años a jóvenes de distintos distritos de Estados Unidos que luchan contra las drogas.

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Armando Constanzo y Sara Aldrete, sociedad siniestra. Fotocomposición. 

La hora de Sara

Durante muchos años Sara Aldrete fue cuestionada por los tremebundos actos delictivos; sin embargo, en los últimos lustros ha pujado por su libertad y hasta por su inocencia, según escribió en un libro que va en la línea de las narconovelas que empezaro a pulular a partir del 2010. 

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Dantesca imagen de los cuerpos desmembrados durante el allanamiento policial que descubrió los asesinatos y los rituales satánicos. Captura HBO.

En 1989, Sara Aldrete fue detenida y condenada a pasar más de 600 años en prisión (posteriormente reducidos a 50 años) por su vínculo con los Narcosatánicos y su supuesta participación en el asesinato de al menos 13 personas. Según las investigaciones, Aldrete era una figura prominente dentro del grupo criminal. Se le atribuía la organización de rituales satánicos y sacrificios humanos en sociedad con Constanzo. 

Con los años, los detalles sobre la detención de Aldrete  perdidos en el tiempo, se agigantan hoy, pues esta ocurrió después de que ella enviara una carta en la que solicitaba ayuda, alegando ser rehén del grupo y proporcionando la ubicación de su cautiverio en la colonia Cuahutémoc de la CDMX. 

La policía acudió al lugar y fue cuando se produjo el ya mencionado enfrentamiento armado en el que Constanzo y otros miembros del grupo perdieron la vida. Sara tenía apenas 24 años, estudiaba antropología y fue detenida y acusada por todos los hechos ya reseñados. 

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Expectativas

Tras la estreno del documental en HBO Max el pasado 13 de julio, prestigiosos medios mundiales han vuelto sobre la historia que pareció haber estado sepultada por décadas mientras pululaban las narcoseries basadas en otros casos, casi siempre, con varones como líderes. 

CNN, por ejemplo, apuntala:  "La historia (de Sara Aldrete Villarreal ) es contada desde prisión en la nueva serie documental de HBO Max, "La Narcosatánica"", dirigida por Patricia Martínez  en un suceso que marcó la vida política y judicial de México".

Hoy en día, Sara Aldrete continúa recluida en el Penal Femenil de Tepepan en Xochimilco, donde, según varios medios, ha ganado respeto entre sus compañeras. 

En lo que coinciden muchos críticos es en que la historia de Sara es fascinante, por algo ha generado gran controversia desde su detención, y hoy la historia sale del pasado para darle la vuelta al mundo tras el foco documental de la prestigiosa cadena HBO Max

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