En la Franja de Gaza, bombardeada por Israel tras una ofensiva del Hamas el sábado, el hospital Al Shifa está repleto de heridos. Familias enteras llegan unas tras otras y el personal está desbordado. "La situación es catastrófica", alertan las autoridades locales.
Akram Al Haddad, de 25 años, está junto a la cama de su sobrino de un año y medio, herido en un bombardeo israelí que mató a su hermano de cuatro años y a otras 16 personas.
El bebé sobrevivió con sus padres, heridos también en el ataque que destruyó la casa familiar en el sureste de Gaza, cuenta Akram.
Pero "necesita una intervención quirúrgica urgente por su herida en la cabeza", explica su médico. El problema es que "debe esperar a que una sala de operación esté disponible".
"Trabajamos en circunstancias excepcionales (...) y debemos garantizar una alimentación eléctrica continua y la disponibilidad del material necesario antes de proceder a cualquier operación quirúrgica", explica el médico que se ocupa de él, que pidió ser identificado únicamente por su nombre de pila, Abdallah.
Israel bombardea desde el sábado la Franja de Gaza, controlada por el Hamas desde 2007, en respuesta a una ofensiva de una magnitud sin precedentes del movimiento islamista palestino.
En total y según un balance provisional, 765 personas murieron y 4.000 resultaron heridas de lado palestino, según las autoridades locales.
En ese hospital, "muchas" personas esperan su turno en la sala de urgencias. Pero "algunos mueren antes" de ser atendidos, se lamenta Abdallah.
"Tratamos a muchos heridos, en su mayoría mujeres y niños que llegan al mismo tiempo", dice a la AFP el médico urgentista Mohammad Ghoneim, interrumpido por la llegada de nuevos heridos: tres mujeres, dos niños, un hombre mayor y dos jóvenes.
"La capacidad limitada (del hospital) agrava el número de víctimas", agrega. El médico lamenta la falta de suministros médicos que se añade a la falta de electricidad, agua y oxígeno.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció el lunes la imposición de un "bloqueo completo" en la Franja de la Gaza.
"Ni electricidad, ni comida, ni agua", dijo.
En su cama de hospital, Um Rama al Hassasna, está rodeada de sus cuatro hijos de tres a seis años. Todos resultaron heridos en un bombardeo israelí que cayó en una casa en el norte de Gaza.
"Resulté herida así como mis hijos. Nos trajeron aquí, esperamos ser atendidos", relata la mujer.
El ministerio de Salud en la Franja de Gaza advirtió que la falta de material médico llevará a una "situación catastrófica" en el enclave palestino en el que malviven 2,3 millones de personas.
Ocho hospitales "no son suficientes para responder a las necesidades de los ciudadanos", aseguró.
Los bombardeos israelíes dañaron el hospital Beit Hanoun, en el norte, así como el servicio de medicina neonatal del hospital Al Chifa.
Salameh Maarouf, director de la oficina de prensa del gobierno dirigido por Hamas, lamenta que "teniendo en cuenta el gran número de heridos", Gaza carece "de medicamentos, material médico, escáners y aparatos para radiografías.
El responsable acusa a "la ocupación (israelí) de crear deliberadamente una situación humanitaria miserable por medio de restricciones o agresiones".
Muchas familias que se quedaron sin vivienda han encontrado refugio en los corredores del hopital Al Chifa y en sus jardines. Luego de ser atendidos, varios no tienen donde ir.
"Mi casa fue completamente destruida (...) Todas las casas fueron destruidas aquí", dice Abu Ashour Sukayk, de 39 años.
"Fue una noche sombría para mi, mi mujer y mis niños".
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