17/05/25 | 21:10pm

El fin de Moinho, la última favela del centro de Sao Paulo

Vista área de la favela Moinho Brasil

Por Facundo Fernández Barrio, AFP 

Cíntia Bomfim vio a su hijo mayor recibir dos balazos de goma policiales durante una protesta comunitaria esta semana en Moinho, la última favela del centro de Sao Paulo, a punto de desaparecer por decisión del gobierno del estado.

Dos días después, esta mujer de 39 años recibió la noticia de que le entregarán una casa a cambio de abandonar la favela, al igual que al resto de los vecinos: es el precio que pagarán las autoridades para liberar el terreno, como parte de un plan de renovación de la zona central de la ciudad más rica y poblada de América Latina.

La propuesta de solución a los moradores llegó el jueves a este barrio precario, tras varios días de resistencia de la comunidad en medio de una violenta intervención policial para asegurar las operaciones de desalojo.

Favela Moinho Brasil

En el centro de Sao Paulo, una megalópolis de 12 millones de habitantes, coexisten bares y restaurantes de moda con condominios populares, familias sin techo y áreas dominadas por el narcotráfico.

La oposición sostiene que la decisión de remover Moinho, donde viven unas 900 familias, forma parte de una "higienización" para desplazar a los más pobres y favorecer negocios inmobiliarios especulativos en la zona.

Las autoridades anunciaron la futura construcción de un parque en el terreno, con una superficie equivalente a tres campos de fútbol y emplazado entre dos vías de tren y un viaducto.

"Si me tengo que ir, quiero algo mejor, porque los años que pasé acá para lograr mi negocio no fueron gratis", dijo Bomfim a la AFP, antes del acuerdo y en medio de un fuerte despliegue policial para reprimir protestas e inhabilitar casas ya desocupadas.

Policías militares lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma contra los moradores, constató la AFP, que también vio a uniformados apuntar con armas de fuego hacia los residentes en el lugar.

Favela Moinho Brasil

Las fuerzas de seguridad ingresaron con perros a algunas casas, en busca de supuestas drogas y armas.

El gobierno paulista afirmó que el "crimen organizado" estuvo detrás de la resistencia a la remoción, una acusación que los moradores desmienten.

"Yo no vine a vivir acá porque quería: antes vendía caramelos en un semáforo y no podía pagar un alquiler afuera de la favela", agregó Bomfim, dueña de una pequeña panadería en Moinho y vecina desde hace 18 años.


“Una conquista muy esperada”

Nacida en los años 1990, Moinho es la única favela que queda en el centro paulista, tras la progresiva remoción en las últimas décadas de otros barrios y asentamientos pobres, más pequeños que las enormes comunidades de la periferia.

"El centro de Sao Paulo es una de las zonas con el metro cuadrado más caro del estado y atrae una gran especulación inmobiliaria, que presiona por la expulsión de personas pobres, negras y periféricas", afirma la diputada estatal opositora Paula Nunes.

El gobierno nacional y el gobierno paulista financiarán la entrega de 250.000 reales (unos 44.000 dólares) a cada familia de Moinho para la compra de viviendas luego de que abandonen la favela.

Favela Moinho Brasil

"La gratuidad (de las nuevas casas) es una conquista muy esperada e importante", celebra Yasmim Moja, de la asociación de residentes.

La oferta corrige una propuesta inicial de concesión de líneas de crédito, considerada inviable por vecinos que la rechazaron con manifestaciones en Moinho, que incluyeron cortes de vías de tren.


De Tarcísio a Lula

El caso de Moinho provocó un inusual tira y afloja entre los gobiernos de dos posibles candidatos a las presidenciales de 2026: el gobernador conservador Tarcísio de Freitas, aliado del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, y el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.

El terreno de la favela pertenece al estado nacional, que aceptó cederlo a Sao Paulo bajo la condición de que garantizara viviendas dignas a los actuales moradores.

Pero en medio de la intervención policial, el gobierno federal anunció esta semana que paralizaría la transferencia mientras no se cumpliera con "un proceso de desocupación negociado con la comunidad y transparente".

Al final, ambos gobiernos llegaron a un acuerdo para financiar en conjunto la entrega de casas a los vecinos, que lograron visibilidad desde el corazón de una de las mayores ciudades del mundo.

Anuncio

AmeliaRueda.com

Noticias, reportajes videos,

investigación, infografías.

Periodismo independiente en Costa Rica.

(506)4032-7931

comunicados@ameliarueda.com

Privacidad