El cruento crimen verdadero que recién estrenó Netflix está siendo un hit mundial: El cuerpo en llamas, que además es protagonizada por Úrsula Corberó (Tokio, en La casa de papel).
Se trata de un reparto de lujo, un triángulo amoroso a lo interno del cuerpo policial, un atroz asesinato, la increíble forma en que se descubrió todo y la entrevista final con la propia Rosa Peral ha sido un tremendo hit para Netflix.
Como lo anunciaron, se trata de un thriller psicológico de seis capítulos que causa furor en Netflix y es ideal para ver en un fin de semana
Rosal Peral es el personaje principal de este thriller basado en el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona, que sucedió en 2017. Una pareja de amantes incineran el cadáver de su amigo y esposo, y son juzgados por eso. Aunque parezca mentira, esto ocurrió en la vida real y la culpable está tras las rejas.
Es un thriller psicológico: El cuerpo en llamas es un cuento de terror, pero también la reconstrucción de un caso de asesinato. La primera temporada contó con la producción general de Jorge Torregrossa (Fariña) y está protagonizado por Úrsula Corberó, Quim Gutiérrez y José Manuel Poga, quienes interpretan a la pareja de asesinos y a la víctima, respectivamente.
“Los restos del policía Pedro (José Manuel Poga) aparecen en el interior de un auto calcinado en el Pantano de Foix de Barcelona. El hallazgo no tarda en despertar el interés de la opinión pública, sobre todo cuando la investigación comienza a revelar una red de relaciones tóxicas, engaños, violencia y escándalos sexuales que involucran al fallecido y a otros dos policías: su compañera Rosa y su exnovio Albert (Quim Gutiérrez)”, apuntó la sinopsis de Netfix.
Pedro Rodríguez con su esposa, Rosal. En pocos años, él moriría por cuenta de Rosa y su amante de ese momento. Los tres eran policías Foto Netflix
Rosal Peral era la esposa de Pedro Rodríguez, que criaron a las dos hijas de ella, fruto de su matrimonio anterior, en una casa de una localidad de Cataluña. Pero ella mantenía una relación extramatrimonial con Albert López, también compañero de trabajo. Este hombre mostró indicios de violencia durante un episodio de arrebato poco antes del homicidio, de acuerdo con el testimonio de la acusada.
Como dicen en redes sociales miles de fans, ella, sencillamente, enloquecía a los hombres.
Cuando la policía española encontró el cuerpo de la víctima, la inculpada, Rosa, terminó en la cárcel. El juicio continuó para descifrar cómo obró y las pruebas y testimonios destaparon que la pareja cometió el delito, en el que prendieron fuego al auto donde se encontraba el cuerpo de la víctima. Más tarde, pruebas forenses descifraron que el hombre había sido golpeado varias veces con un objeto, informó el medio La Vanguardia en 2020, cuando se dictó entre 25 y 20 años de cárcel a los culpables.
Por otro lado, la investigación descubrió que la relación de Rosa Peral con el padre de sus hijas no había terminado del todo cuando inició su relación con Pedro Rodríguez. Incluso cuando estaba en la cárcel, se especuló que planeaba deshacerse del hombre.
Rosa bromea en esta foto, dos días después del asesinato de Pedro. Su enamorado, también policía, está a su lado. Él también fue condenado a 20 años de cárcel por la ejecución de Pedro. (Foto Netflix)
A no dudarlo, se trata de un caso bien intrincado.
"El cuerpo en llamas’ llega a Netflix para acercarnos a un homicidio real en el que las relaciones tóxicas, los celos, las infidelidades y la violencia salpican al cuerpo policial de Barcelona. Y no se podría haber acertado más con el título, tanto por el final de la víctima y a la convulsión social que el suceso supuso dentro del cuerpo", analiza La Vanguardia.
Rosa Peral nunca confesó el crimen de homicidio de su pareja. Su declaración se basó en una explosión de auto como un accidente que ella escuchó desde lejos y sin pensar que su novio estaba dentro del vehículo. Sin embargo, las pruebas demostraron lo contrario.
Úrsula, Tokio, en 'La casa de papel'. Tiene 34 años y se dice sorpendida del éxito de la docuserie, aunque también tiene sus devaneos al respecto. Foto Netflix.
Alrededor de estos hechos, Netflix construyó El cuerpo en llamas, que se estrenó el 8 de septiembre, a la par de Las cintas de Rosa Peral, un documental donde la autora del homicidio del guardia español rompió el silencio desde la cárcel.
Inspirada en hechos reales, el conocido Crimen de la Guardia Urbana ‘El cuerpo en llamas’ es una serie inspirada en el crimen ocurrido en Mayo de 2017, en el ya conocido como 'el crimen el de la guardia urbana", cuando apareció un carro calcinado en el pantano de Foix, en Barcelona, con restos de una víctima en su interior.
Tras las primeras pesquisas, y con la dificultad añadida de tratarse de un cuerpo calcinado, se confirma que el fallecido sería el agente de tráfico Pedro Rodríguez. Desde ese momento todas las sospechas terminaron recayendo sobre su novia, Rosa Peral, y el exnovio de esta, Albert López, que serán finalmente arrestados y acusados de asesinato.
En abril del 2017 aparece un cuerpo calcinado en un área boscosa de Barcelona, con todo y el carro de la víctima, totalmente quemado.
Es que, de verdad, como han dicho varios medios, en este caso hay que aplicar aquel adagio de que “la realidad supera la ficción”.
Esto es en referencia a cómo un detalle impensable corroboró la identidad del cadáver calcinado de quien, luego se sabría, era Pedro Rodríguez.
Tras una sesuda investigación, se descubre que detrás del macabro homicidio están otros dos agentes: la esposa (protagonizada por Úrsula Corberó) y otro compañero de la policía.
La serie, dirigida por Jorge Torregrossa (‘Intimidad’) llegó al catálogo de series de Netflix después de que Rosa Peral intentara desde la cárcel paralizar la emisión.
En una jugada maestra –como dice el sitio Depor.com– la plataforma hizo coincidir el estreno de la ficción con el del documental Las cintas de Rosal Peral, dirigido por Carles Vidal Novellas, Manuel Pérez Cáceres y Carlos Agulló, en el que se muestra la primera entrevista de la mujer privada de libertad desde su ingreso en la cárcel.
Aunque parezca poco creíble, el estreno de “El cuerpo en llamas” estuvo a casi nada de verse paralizado por pedido de Rosa Peral, pues la exagente intentó por todos los medios evitar que la serie basada en aquel hecho sucedido en 2017 viera a la luz.
El estreno de esta reveladora serie se dio el pasado 8 de septiembre y a las pocas horas ya se había ubicado en los primeros puestos de tendencia en todo España, Latinoamérica y países de Europa y otros continentes. En gran parte, el fichaje de Úrsula Cordero (Tokio, La casa de papel) llamó la atención de miles.
Sin embargo, no había terminado el primer capítulo cuando el televidente se olvida por completo de Tokio y se concentra en Rosa y sus devaneos y manipulaciones. También se humaniza al personaje porque, con todo y todo, queda la sensación de que Rosa no era una mala persona. Fogosa y noviera, sí. Pero intentaba salir adelante, como todo el mundo.
El trío amoroso en el que se involucró la descolocó. A ella, y a ellos, porque los volvía locos.
Arriba, el vehículo que fue totalmente quemado con la víctima dentro. Al teléfono, Rosa Peral habla con la producción de Netflix.
En una entrevista para Fotogramas.es, prestigioso portal español, la protagonista confiesa sus temores y sus devaneos a la hora de aceptar el papel para El cuerpo en llamas.
–¿Qué sentiste cuando te ofrecieron el papel?
"Lo pensé mucho antes de aceptar. Me daba miedo que la serie se quedara en la parte sexual de esa mujer (Rosa Peral) que además es madre, es un tema delicado. Quería centrarme en su personalidad y entender sus motivaciones. Después de hablar con el equipo y con Jorge, el director, me decidí. Creo que hemos hecho muy buen trabajo".
–¿Un reto añadido hacer de alguien real?
–"Aunque no es la primera vez porque en la ‘tv movie’ sobre Mario Conde interpreté a Paloma Aliende, es verdad que entonces no sentí la presión que ahora. Me sonaba el caso y, aunque había mucho sobre él, preferí no ver demasiado y hacer mi propio personaje, sin prejuicios. Sí me fijé en su aspecto físico, por ejemplo, en cómo utilizaba su increíble melena para seducir o para protegerse incluso, y en el momento de la reproducción del crimen, cuando Rosa y Albert (Quim Gutiérrez) ya están en la cárcel, que me parece clave".
–¿Cómo recuerdas el rodaje?
"Fue muy duro porque estoy en casi todas las escenas. Un día tuvimos que parar, estaba tan agotada que no podía ni andar y me golpeé la cabeza. Aun así, me hizo muy feliz porque hacía mucho tiempo que no grababa en Barcelona, mi tierra. Y cada día, al terminar, me iba a casa de mi madre, que me había dejado comida hecha. Fue un privilegio".
–Este trabajo ha supuesto el reencuentro con algunos compañeros…
"Se ha hecho muy buen cásting, que ha jugado muy a favor de mi personaje porque así es fácil entender que ella vaya de uno a otro, cada uno tiene algo que le gusta, y lo quiere todo. A José Manuel Poga, que es quien más he trabajado, me hacía mucha gracia verlo en un papel tan distinto al de ‘La casa de papel’ y bromeábamos con su destino. Yo le decía, ‘es que siempre te mato, cariño’. Quim Gutiérrez, con quien coincidí en ‘¿Quién mató a bambi?’, es extremadamente inteligente, aparte de talentoso, tiene una medida muy fina de todo lo que hace a nivel interpretativo y eso es un bombón. Me lo paso muy bien con él. Con Isaac Ferriz, que hace de mi primer marido, no había coincidido nunca y es un compañero increíble, súper sensible y un actorazo".
–¿Ha sido complicado continuar la carrera después de un éxito como ‘La casa de papel’?
–"Sí, creo que ha sido el momento de mi vida en que más inestable me he sentido, me afectó también a nivel personal y decidí parar. He estado un año y medio para procesarlo y saber hacia dónde quiero ir".
–Tienes varios proyectos internacionales. ¿Quieres afianzar tu carrera fuera de España?
–"No forma parte de una estrategia, pero me ofrecen más trabajos fuera, al menos que me apetezca hacer. Una semana después de terminar ‘El cuerpo en llamas’ viajé a Argentina para rodar ‘Matar al jockey’, de Luis Ortega, y en enero se estrena la estadounidense ‘Lift’, de F. Gary Gray. Rodar en el extranjero tiene muchas cosas buenas, me sirve para mejorar el inglés, para entender cómo se trabaja fuera, que me he dado cuenta de que es muy diferente. También te obliga a trabajar las 24 horas al día porque estás compartiendo con gente nueva todo el tiempo. En España es fácil que ya conozcas a gran parte del equipo y que te sientas como en familia. Lo más duro de mis experiencias fuera ha sido el idioma, porque al principio no me enteraba de la misa la mitad, pero también me he vuelto a sentir como una adolescente por todo eso de las primeras veces y eso es muy bueno".
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